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Capítulo 32
Fuera del fuego
-No voy a ir..... no necesito la enfermería... no quiero
Estaba balbuceando mientras trataba de zafarse del Profesor Tofty, quien lo observaba con mucha preocupación después de ayudarlo a pasar por el Vestíbulo de Entrada mientras los estudiantes los rodeaban mirándolos fijamente.-Estoy....estoy bien señor- tartamudeó Harry, secándose el sudor de la cara-. De verdad... solamente me dormí... tuve una pesadilla...-La presión de los exámenes- señaló comprensivamente el viejo mago, palmeándole el hombro-. ¡Eso pasa, joven, eso pasa! ¿Ahora, un trago de agua fresca, y tal vez esté listo para regresar al Salón Principal? El examen casi terminó, pero podría terminar de corregir su última respuesta.-Sí- aceptó Harry precipitadamente- Quiero decir... no... ya hice......hice todo lo que pude, creo...-Muy bien, muy bien- murmuró amablemente el anciano mago-. Voy a recoger su hoja de examen y le sugiero que vaya y tome un buen descanso.-Eso es lo que voy a hacer- aseguró Harry, asintiendo vigorosamente-. Muchas gracias.En el instante en que los talones del anciano desaparecieron por el umbral del Gran Comedor, Harry salió corriendo hacia la escalera de mármol, volando por los corredores con tal velocidad que los retratos por los que pasaba le murmuraban reproches, subiendo más tramos de escaleras, y finalmente irrumpiendo como un huracán a través de las dobles puertas de la enfermería, provocando que Madam Pomfrey, que en ese momento estaba suministrando una cucharada de un líquido azul brillante en la boca abierta de Montague, saltara asustada.-¿Potter, qué cree que está haciendo?-Necesito ver a la Profesora McGonagall- jadeó Harry, sintiendo que su respiración desgarraba sus pulmones-. ¡En este instante, .... es urgente!-No está aquí Potter- informó con tristeza Madam Pomfrey-. Fue transferida a San Mungo esta mañana. ¿Cuatro hechizos aturdidores directo al corazón a su edad? Es una maravilla que no la hayan matado.-¿No......está?- musitó Harry impactado.Sonó la campana justo fuera del dormitorio y escuchó el acostumbrado estruendo de los estudiantes que empezaban a pasar por los corredores arriba y a los lados de donde se encontraba. Permaneció inmóvil, mirando a Madam Pomfrey. El terror creciendo en su interior.No había nadie a quien decírselo. Dumbledore se había ido. Hagrid se había ido, pero siempre había contado con que la Profesora McGonagall estaría ahí, irascible e inflexible, quizás, pero siempre digna de confianza, sólidamente presente.-No me sorprende que estés impresionado, Potter- habló Madam Pomfrey, con alguna clase de feroz aprobación en su rostro-. ¡Como si uno solo de ellos hubiera podido aturdir a Minerva McGonagall de frente y a la luz del día! Cobardía... eso es lo que fue... despreciable cobardía... si no me preocupara lo que podría pasarle a los estudiantes sin mí, renunciaría en señal de protesta.-Si- afirmó Harry inexpresivamente.Giró en redondo y con ciegas zancadas salió de la enfermería hacia el corredor, siendo obstaculizado por la multitud, mientras el pánico se extendía en su interior como un gas venenoso, con su cabeza dando vueltas e incapaz de pensar qué hacer.Ron y Hermione, murmuró una voz dentro de su cabeza.Estaba corriendo otra vez, empujando a los otros estudiantes para apartarlos de su camino, ignorando sus enojadas protestas. Echó una carrerilla bajando dos pisos y estaba en la parte superior de la escalera de mármol cuando los vio caminar apresuradamente hacia él.-¡Harry!- exclamó Hermione luciendo muy asustada-. ¿Qué pasó? ¿Te encuentras bien? ¿Estás enfermo?-¿En dónde te habías metido?- demandó Ron.-Vengan conmigo- los apremió Harry-. Vengan, tengo algo que decirles.Los guió a lo largo del corredor del primer piso, atisbando a través de las puertas, hasta que encontró un salón de clases vacío en el que entró apresuradamente, cerrando la puerta atrás de Ron y de Hermione al momento en que estuvieron adentro, y recargándose contra ésta, enfrentándolos.-Voldemort tiene a Sirius.-¿Qué?-¿Cómo lo.....?-Lo vi. Acabo de verlo. Cuando me dormí durante el examen-¿Pero.....pero dónde? ¿Cómo?- interrogó Hermione, cuya cara estaba pálida.-No sé cómo- contestó Harry-, pero sé exactamente dónde. Hay una habitación en el Departamento de Misterios llena de estantes repletos de pequeñas esferas de cristal y ellos se encuentran al terminar la fila noventa y siete... está tratando de utilizar a Sirius para obtener lo que sea que quiera de ahí... lo está torturando... ¡dice que terminará por matarlo!Harry se encontró con que su voz estaba temblando, al igual que sus rodillas. Se movió hacia un escritorio y se sentó, intentando controlarse.-¿Cómo vamos a llegar hasta allí?- les preguntó.Hubo un momento de silencio. Entonces Ron repitió: -¿Ll...llegar allí?-¡Llegar al Departamento de Misterios, para que podamos rescatar a Sirius!- explicó Harry en voz alta.-Pero....Harry .....- balbuceó Ron débilmente-¿Qué? ¿Qué?- gruñó el aludido.No podía entender por qué ambos estaban boquiabiertos como si les estuviera pidiendo algo irracional.-Harry- habló Hermione en una voz más bien asustada- ¿er... cómo... cómo logró entrar Voldemort en el Ministerio de Magia sin que nadie se diera cuenta de que estaba ahí?-¿Cómo voy a saberlo?- estalló Harry-. ¡La pregunta es cómo vamos a entrar nosotros ahí!-Pero .... Harry, piensa en esto- razonó Hermione, dando un paso hacia él-. Son las cinco de la tarde... el Ministerio de Magia debe estar lleno de empleados.... ¿cómo podrían Voldemort y Sirius haber entrado sin ser vistos? Harry.... son probablemente los magos más buscados del mundo.... ¿crees que podrían entrar en un edificio lleno de aurores sin ser detectados?-¡No sé, Voldemort usó una Capa Invisible o algo!- gritó Harry-. De cualquier manera el Departamento de Misterios se encontraba totalmente vacío siempre que estuve....-Nunca has estado ahí Harry- señaló Hermione suavemente-. Has soñado con ese lugar, eso es todo.-¡No son sueños normales!- le gritó en la cara, parándose y dando un paso hacia ella. Quería sacudirla-. ¿O cómo explicas lo del padre de Ron, todo lo que sucedió?, ¿y cómo es que supe lo que le había pasado?-Ese es un buen punto- admitió Ron en voz baja, mirando a Hermione.-Pero es que es realmente.......realmente inverosímil- murmuró Hermione con desesperación-. Harry, ¿cómo diantres pudo Voldemort echar el guante a Sirius cuando ha estado en Grimmauld Place todo el tiempo?-Sirius pudo haber reventado y sólo salir a tomar un poco de aire fresco- sugirió Ron, quien sonaba preocupado-. Hace siglos que está desesperado por salir de esa casa.-¿Pero por qué?- persistió Hermione- ¿Por qué rayos querría Voldemort usar a Sirius para obtener esa arma o lo que sea esa cosa?-No sé, podría haber miles de razones- gritó Harry-. Tal vez Sirius es simplemente alguien que a Voldemort no le importa ver lastimado.-¿Sabes qué?, se me acaba de ocurrir algo- comentó Ron con voz tranquila-. El hermano de Sirius era un Mortífago, ¿verdad?¡Tal vez le dijo a Sirius el secreto de cómo obtener el arma!-¡Sí.......y por eso Dumbledore ha estado tan ansioso de mantener encerrado a Sirius todo el tiempo!- opinó Harry.-Miren, lo siento- argumentó Hermione- pero nada de lo que dicen tiene ningún sentido, y no tenemos prueba alguna de nada de esto, ni siquiera tenemos pruebas de que Voldemort y Sirius estén ahí.-Harry los vio- recordó Ron volteando hacia ella-De acuerdo- parecía asustada pero decidida- sólo tengo algo que decirte. -¿Qué?-Tú... ¡esto no es una crítica, Harry! Pero haces.... cosas como..... quiero decir.......¿no crees que tienes un poco de.......manía salvadora?Se la quedó mirando con furia.-¿Y qué se supone que significa eso de 'manía salvadora'?-Bueno... tú....- lucía más aprehensiva que nunca-. Quiero decir... el año pasado, por ejemplo... en el lago... durante el Torneo... no tendrías que haber.... quiero decir, no necesitabas salvar a esa pequeña Delacour.... te dejaste llevar un poco...Una oleada de caliente y punzante rabia recorrió el cuerpo de Harry; ¿cómo podía recordarle esa equivocación ahora?-Quiero decir, fue un acto de grandeza de tu parte y todo eso- continuó Hermione rápidamente, luciendo definitivamente petrificada ante la mirada en el rostro de Harry-. Todo mundo pensó que lo que hiciste fue algo maravilloso.....-Es gracioso- masculló Harry con los dientes apretados-, porque definitivamente recuerdo a Ron diciendo que hice el papel de héroe... ¿es lo que piensas que hago ahora? ¿Supones que quiero hacer el papel de héroe otra vez?-No, no, no!- denegó Hermione, que parecía atemorizada-. ¡No es eso lo que quiero decir en absoluto!-¡Bueno, entonces escupe lo que tengas que decir, porque aquí estamos perdiendo el tiempo!- le gritó Harry.-Lo que estoy tratando de decir es que..... ¡Voldemort te conoce, Harry! ¡Se llevó a Ginny a la Cámara de los Secretos para hacerte ir allí, es el tipo de cosas que hace, sabe que eres la clase de persona que iría en ayuda de Sirius! ¿Qué tal si sólo está tratando de llevarte al Departamento de Mist...?-Hermione, no importa si lo ha hecho para llevarme allí o no..... se llevaron a McGonagall a San Mungo, no queda nadie de la Orden en Howarts a quien podamos decirle, ¡y si no vamos, Sirius está muerto!-Pero Harry.. y si tu sueño fue...... fue sólo eso, un sueño?Harry dejó escapar un gruñido de frustración. Hermione se alejó un paso de él, alarmada.-¡No lo entiendes!- le gritó Harry-.¡No estoy teniendo pesadillas, no estoy simplemente soñando! ¿Para qué crees que fueron todas las clases de Oclumencia?, ¿por qué crees que Dumbleore quería evitar que viera esas cosas? Porque son REALES, Hermione..... Sirius está atrapado, lo he visto. Voldemort lo tiene, y nadie más lo sabe, y eso significa que somos los únicos que podemos salvarlo, y si no quieres hacerlo, está bien, pero yo sí voy, ¿entendiste? Y si mal no recuerdo, no tuviste problemas con mi manía salvadora cuando era a ti a quien estaba salvando de los Dementores o, se volteó a ver a Ron, cuando era a tu hermana a la que estaba salvando del Basilisco.-¡Nunca dije que tuviera un problema!- se defendió Ron acaloradamente.-Pero Harry, acabas de decirlo- insistió Hermione con fiereza-. Dumbledore deseaba que aprendieras a bloquear tu mente ante la entrada de esas cosas, si hubieras estudiado Oclumencia apropiadamente nunca hubieras visto esto......-SI PIENSAS QUE SÓLO VOY A ACTUAR COMO SI NO HUBIERA VISTO .....-¡Sirius te dijo que lo más importante era que aprendieras a cerrar tu mente!-BUENO, SUPONGO QUE HUBIERA DICHO ALGO DIFERENTE SI SUPIERA QUE ACABO DE......La puerta del salón de clases se abrió. Harry, Ron y Hermione se dieron vuelta de inmediato. Entró Ginny quien parecía curiosa, seguida de cerca por Luna, quien como de costumbre se veía como si se hubiera dejado caer por ahí accidentalmente. -Hola- saludó Ginny titubeando-. Reconocimos la voz de Harry. ¿Por qué están gritando?-No te preocupes- habló Harry ásperamenteGinny levantó las cejas.-No hay necesidad de que me hables en ese tono- dijo fríamente-, sólo me estaba preguntando si podía ayudar.-Bueno, no puedes- señaló Harry escuetamente.-Estás siendo más bien grosero, sabes- intervino Luna serenamenteHarry lanzó un juramento y miró a otro lado. La última cosa que deseaba ahora era una conversación con Luna Lovegood.-Espera- pidió de repente Hermione-. Espera Harry, ellas pueden ayudar.Harry y Ron la miraron-Escuchen- continuó con urgencia-. Harry, necesitamos estar seguros de que Sirius realmente ha abandonado el Cuartel General.-Ya te dije lo que vi-¡Harry, te lo suplico, por favor!- imploró Hermione desesperadamente-. Por favor, sólo vamos a verificar que Sirius no esté en casa antes que vayamos a asaltar Londres. Si averiguamos que no está ahí, entonces te juro que no voy a tratar de detenerte. Iré.....haré lo que sea necesario para salvarlo.-¡Sirius está siendo torturado AHORA!- le gritó Harry-. No tenemos tiempo que perder.-Pero si es una trampa de Voldemort, Harry, tenemos que verificar, tenemos que......-¿Cómo?- demandó Harry-. ¿Cómo vamos a verificar?-Tendremos que usar la chimenea de Umbridge y tratar de ponernos en contacto con él- expresó Hermione, quien parecía positivamente aterrorizada ante el pensamiento-. Alejaremos a Umbridge otra vez, pero necesitaremos vigilantes, y es ahí en donde podemos usar a Ginny y a Luna.Aunque claramente estaba tratando de entender qué sucedía, Ginny aceptó inmediatamente: -Sí, lo haremos. Y Luna agregó -Cuando dicen "Sirius", están hablando acerca de Stubby Boardman?Nadie le respondió.-Está bien- replicó Harry a Hermione en tono agresivo-. Está bien, si puedes pensar en una forma de hacer esto rápido estoy contigo, de otra manera me voy al Departamento de Misterios en este momento.-¿El Departamento de Misterios?- inquirió Luna, moderadamente sorprendida-. Pero, ¿cómo piensas llegar hasta allá?Otra vez Harry la ignoró.-Bien- masculló Hermione, retorciéndose las manos y recorriendo a grandes zancadas el espacio entre los escritorios-. Bien....bueno...uno de nosotros tiene que ir a buscar a Umbridge y...... y enviarla en la dirección equivocada, mantenerla fuera de su oficina. Podrían decirle..... no sé.......que Peeves está planeando algo horrible como de costumbre.-Déjenme eso a mí- propuso Ron de inmediato-. Le voy a decir que Peeves está interfiriendo con el Departamento de Transfiguración o algo así, está a millas de distancia de su oficina. Y pensándolo bien, probablemente podría persuadir a Peeves para que lo haga si me lo encuentro en el camino.Una muestra de la gravedad de la situación fue que Hermione no puso objeciones a lo de la interferencia con el Departamento de Transfiguración.-De acuerdo-aceptó con el ceño fruncido mientras continuaba dando zancadas-. Ahora, necesitamos mantener a los estudiantes fuera de su oficina mientras forzamos la entrada, o algunos Slytherins podrían ir a advertirle.-Luna y yo nos podemos parar en ambos extremos del corredor- sugirió Ginny de inmediato-, y prevenir a la gente para que no pasen por ahí porque alguien dejó escapar una carga de Gas Sofocante-.Hermione miró sorprendida de la facilidad con la que Ginny había inventado esta mentira; Ésta se encogió de hombros y comentó: -Fred y George estaban planeando hacerlo antes de irse.-De acuerdo. Bueno entonces, Harry, tú y yo nos cubriremos con la Capa Invisible y nos deslizamos a la oficina y así podrás hablar con Sirius.-¡No está ahí Hermione!-Quiero decir, puedes..... puedes verificar si Sirius está en casa o no mientras yo monto guardia, no creo que debas estar ahí sólo, ya Lee comprobó que las ventanas son un punto débil cuando envió aquellos Nifflers por ahí.Aún a pesar de su enojo e impaciencia, Harry reconoció la oferta de Hermione de acompañarlo a la oficina de Umbridge como un signo de solidaridad y lealtad.-Yo.... de acuerdo. Gracias- murmuró.-Correcto. Ahora, aún si hacemos todo eso, no creo que podamos contar con más de cinco minutos- advirtió Hermione, quien parecía aliviada pues Harry parecía haber aceptado el plan-, no con Filch y esa maldita Patrulla Inquisidora flotando a nuestro alrededor.-Cinco minutos serán suficientes- afirmó Harry-. Venga, vámonos.-¿Ahora?- preguntó Hermione horrorizada.-¡Claro que ahora!- contestó Harry enojado-. ¿Qué pensaste, que vamos a esperar hasta después de la cena o algo así? ¡Hermione, Sirius está siendo torturado en este momento!-Yo......bueno, está bien- aceptó desesperada-. Ve a buscar la Capa Invisible y te encontraremos al final del corredor de Umbridge, ¿de acuerdo?Harry no contestó, sino que salió volando del salón y comenzó a luchar para pasar a través del torbellino de gente que estaba afuera. Dos pisos más arriba se encontró con Seamus y Dean, que lo saludaron jovialmente y le dijeron que, para festejar el final de los exámenes, estaban planeando una celebración en la sala común desde el anochecer hasta el amanecer. Harry apenas los escuchó. Se escabulló a través del agujero del retrato mientras se quedaban discutiendo acerca de cuántas cervezas de mantequilla necesitarían adquirir en el mercado negro y estaba saliendo del retrato, con la Capa Invisible y el cuchillo de Sirius seguro en su bolsa, antes que notaran que había partido.-Harry, ¿querrías contribuir con un par de galeones? Harold Ringle cree que podría vendernos algo de Whisky de Fuego.Pero Harry ya se estaba alejando por el corredor, y un par de minutos después brincaba los últimos escalones para unirse a Ron, Hermione, Ginny y Luna, que estaban reunidos al final del corredor de Umbridge.-La tengo- jadeó-. ¿Listos para ir, entonces?-Correcto- susurró Hermione al tiempo que pasaban junto a un grupo de sexto año-. Veamos. Ron, ve y haz salir a Umbridge... Ginny, Luna, si pueden comenzar a hacer que la gente se aleje del corredor... Harry y yo nos colocaremos la Capa Invisible y esperaremos hasta que no haya moros en la costa...Ron se alejó a grandes zancadas, con su brillante cabello rojo visible al final del pasillo, mientras la cabeza igualmente vistosa de Ginny saltaba entre los estudiantes que se arremolinaban alrededor de ellos en sentido contrario, seguida por la cabellera rubia de Luna.-Ven para acá- murmuró Hermione, tirando de la muñeca de Harry y jalándolo hacia atrás hasta un recoveco donde la fea cabeza de piedra de un mago medieval estaba colocada en una columna murmurando para sí mismo-.¿Estás seguro de que te encuentras bien? Todavía estás muy pálido.-Estoy bien- respondió brevemente, sacando la Capa Invisible de su mochila. En verdad le estaba doliendo la cicatriz, pero no tanto como para hacerle pensar que Voldemort le había inflingido a Sirius un golpe mortal; le había dolido mucho más cuando había estado castigando a Avery.-¡Atenta!- musitó. Lanzó la Capa Invisible sobre sus cabezas y se pararon a escuchar con cuidado por encima de las murmuraciones en latín del busto que tenían enfrente.-¡No pueden pasar por aquí!- informaba Ginny a la multitud-. No, lo siento, van a tener que dar la vuelta por la escalera giratoria, a alguien se le escapó Gas Sofocante precisamente aquí.Podían escuchar a la gente quejándose: una voz muy segura objetó: 'no puedo ver el gas.'-Eso se debe a que es incoloro- explicaba Ginny en un tono de voz convincentemente exasperado-. Pero si quieres atravesarlo, adelante, tendremos tu cuerpo como una prueba para el siguiente idiota que no nos crea.Lentamente, la multitud fue desapareciendo. Parecía que las noticias acerca del Gas Sofocante se habían expandido; la gente ya no venía por aquí. Cuando al fin el área circundante estaba bastante vacía, Hermione comentó en voz baja: -Creo que es lo máximo que podemos lograr, Harry. Vamos, hagámoslo.Avanzaron cubiertos por la Capa. Luna estaba parada al final del corredor dándoles la espalda. Cuando pasaron junto a Ginny, Hermione murmuró: -Bien hecho... no te olvides de la señal.-¿Cuál es la señal?- preguntó Harry, conforme se aproximaban a la puerta de Umbridge.-Un fuerte coro de "Weasley es nuestro Rey" si ven que viene Umbridge- replicó Hermione, mientras Harry insertaba la hoja del cuchillo de Sirius en la abertura entre la puerta y la pared; la cerradura hizo clic abriéndose y entraron en la oficina.Los gatos de adorno estaban disfrutando del sol de la tarde que estaba calentando sus canastas; por lo demás, la oficina estaba tan desocupada y austera como la última vez. Hermione exhaló un suspiro de alivio.-Pensaba que podía haber añadido seguridad adicional después del segundo Niffler.Se quitaron la capa; Hermione corrió hacia la ventana y se mantuvo fuera de la vista, atisbando los terrenos con su varita en la mano. Harry se apresuró hacia la chimenea, sacó el tarro de polvos flu y tiró una brizna en la hoguera, haciendo que surgieran a la vida flamas esmeralda. Se arrodilló rápidamente, metió su cabeza en el fuego y gritó: -¡Grimmaud Place número doce!Su cabeza comenzó a girar como si viajara en medio del aire aunque sus rodillas permanecían firmemente plantadas en el frío piso de la oficina. Mantuvo sus ojos cerrados con fuerza para protegerse de la ceniza que volaba y cuando terminó de girar los abrió para encontrarse viendo hacia la enorme y fría cocina de Grimmauld Place.No había nadie ahí. Ya esperaba algo así, pero de todas formas no estaba preparado para la oleada, mezcla de temor y pánico, que pareció estallar en su estómago a la vista del cuarto desierto.-¿Sirius?- gritó-. ¿Sirius, te encuentras ahí?Su voz hizo eco por todo el cuarto, pero no hubo respuesta excepto un sonido ligeramente susurrante al lado derecho de la chimenea.-¿Quién está ahí?- preguntó pensando que sólo era un ratón.Kreacher, el elfo doméstico de la casa apareció en su campo visual. Parecía ligeramente encantado con algo aunque, por lo que se veía, recientemente se había lastimado severamente ambas manos, las cuales estaban envueltas en un vendaje muy pesado.-La cabeza del muchacho Potter se encuentra en la chimenea- informó a la vacía cocina, lanzando a Harry miradas furtivas, extrañamente triunfantes-. ¿Para qué ha venido, se pregunta Kreacher?'-¿Dónde está Sirius, Kreacher?- demandó HarryEl elfo doméstico lanzó una sibilante risa.-El amo ha salido, Harry Potter.-¿A dónde ha ido? ¿A dónde ha ido, Kreacher?Kreacher sólo cacareó.-¡Te lo advierto!- ladró Harry, totalmente consciente de que su alcance para inflingirle un castigo a Kreacher era casi inexistente en su posición-. ¿Qué hay de Lupin? ¿de OjoLoco? Cualquiera de ellos, ¿está ahí cualquiera de ellos?-¡Aquí no hay nadie mas que Kreacher!- informó el elfo con regocijo, y dándole la espalda a Harry comenzó a caminar despacio hacia la puerta que se encontraba al final de la cocina-. Kreacher piensa que va a tener una pequeña plática con su ama ahora, sí, él no ha tenido la oportunidad en mucho tiempo, el amo de Kreacher lo ha mantenido alejado de ella......-¿A dónde se fue Sirius?- le gritó Harry al elfo-Kreacher, ¿se fue al Departamento de Misterios?Kreacher detuvo su camino. Harry apenas podía ver delineada su calva cabeza a través del bosque de patas de sillas que tenía ante él.-El amo no le dice al pobre de Kreacher a dónde va- contestó el elfo en voz baja.-¡Pero tú lo sabes!- le gritó Harry-. ¿No es cierto? ¡Sabes dónde está!Hubo un momento de silencio, y en seguida el elfo dejó escapar su cacareo más fuerte.-¡El amo no va a volver del Departamento de Misterios!- dijo alegremente-. ¡Kreacher y su ama están solos nuevamente!Y se echó a correr desapareciendo por la puerta del salón.-¡Tú......! Pero antes que pudiera lanzar una simple maldición o un insulto, Harry sintió un gran dolor en la parte superior de su cabeza; inhaló gran cantidad de ceniza y, ahogado, se encontró siendo jalado hacia atrás a través de las flamas, hasta que de un modo horriblemente abrupto se encontró viendo la pálida y ancha cara de la Profesora Umbridge, quien lo había arrancado de la chimenea jalándolo por el pelo y ahora estaba torciendo su cuello hacia atrás tanto como se podía, como si fuera a hacer una incisión en su garganta.-¿Crees- murmuraba tirando del cuello de Harry aún más hacia atrás, de manera que lo tenía viendo el techo- que después de dos Nifflers iba a permitir que una pequeña criatura asquerosa y rastrera entrara en mi oficina sin mi conocimiento? Coloqué Encantamientos Sensores Ocultos por todo el marco de la puerta después que entró el último, para que lo sepas, niño necio. Quítenle la varita mágica- le gritó a alguien que no podía ver, y sintió una mano hurgar en el bolsillo del pecho de su túnica y quitarle la varita-. ¡La de ella también!Harry escuchó una conmoción cerca de la puerta y supo que también le estaban confiscando su varita a Hermione.-Quiero saber por qué están en mi oficina- ordenó Umbridge, sacudiendo el puño que aferraba su pelo de manera que lo hizo tambalearse.-Estaba ....tratando de obtener mi Saeta de Fuego- contestó Harry.-Mentiroso-. Sacudió su cabeza otra vez-. Tu Saeta de Fuego se encuentra bajo estricta vigilancia en los sótanos, como bien lo sabes, Potter. Tenías tu cabeza en mi chimenea. ¿Con quién te has estado comunicando?-Con nadie- replicó Harry, tratando de alejarse de ella. Sintió que le arrancaban varios cabellos del cuero cabelludo.-¡Mentiroso!- gritó Umbridge. Lo alejó de ella, lanzándolo contra el escritorio. Ahora podía ver a Hermione inmovilizada contra la pared por Millicent Bulstrode. Malfoy estaba apoyado contra el marco de la ventana, sonriendo mientras lanzaba la varita de Harry al aire con una sola mano y la atrapaba otra vez.Hubo una conmoción afuera y entraron varios Slytherins, cada uno agarrando a Ron, Ginny, Luna y, para sorpresa de Harry, a Neville, que venía atrapado en una llave estranguladora aplicada por Crabbe y se veía en inminente peligro de sofocación. Los cuatro habían sido amordazados.-Los atrapamos a todos- informó Warrington, empujando bruscamente a Ron dentro del cuarto-. Aquél- continuó señalando a Neville con un delgado dedo- trató de impedirme que la atrapara- ahora indicaba a Ginny, que estaba intentando patear las espinillas de la muchacha de Slytherin que la estaba inmovilizando- así es que también lo traje.-Bien, bien- dijo Umbridge, observando los forcejeos de Ginny-. Bueno, parece que Hogwarts será pronto una zona libre de Weasleys, ¿no es así?'Malfoy emitió una risa estridente y aduladora. Umbridge le dedicó su sonrisa amplia y complaciente y se instaló en un sillón cubierto de un gobelino, mirando de reojo a sus cautivos como un sapo en un lecho de rosas.-Bien Potter- declaró-. Pusiste espías alrededor de mi oficina y me enviaste a este bufón- señalando con la cabeza a Ron, Malfoy se rió todavía más fuerte- para decirme que el espíritu burlón estaba haciendo estragos en el Departamento de Transfiguraciones cuando yo sabía perfectamente bien que estaba ocupado regando tinta en los lentes de todos los telescopios de la escuela, el Señor Filch me acababa de dar un informe al respecto.Claramente, era muy importante para ti hablar con alguien. ¿Era Albus Dumbledore? ¿O el medio gigante, Hagrid? Dudo que fuera Minerva McGonagall, escuché que todavía está demasiado débil para hablar con nadie.Malfoy y otros pocos miembros de la Patrulla Inquisidora se rieron todavía más con ese comentario. Harry se dio cuenta de que estaba tan lleno de rabia y de odio que estaba temblando.-No es asunto suyo con quién hablo- gruñó.Pareció que la floja cara de Umbridge se ponía tensa.-Muy bien- declaró en su tono de voz más peligroso y falsamente dulce-. Muy bien, Señor Potter... le ofrecí la oportunidad de hablar libremente. Se negó. No tengo más alternativa que obligarlo. Draco, traiga al Profesor Snape.Malfoy guardó la varita de Harry dentro de su túnica y salió del cuarto sonriendo afectadamente, pero Harry casi no lo vio. Acababa de darse cuenta de algo; no podía creer que hubiera sido tan estúpido como para olvidarlo. Había pensado que todos los miembros de la Orden, todos los que podrían ayudarlo a salvar a Sirius, se habían ido......... pero estaba equivocado. Todavía quedaba un miembro de la Orden del Fénix en Hogwarts.-Snape.Había un gran silencio en la oficina excepto por la agitación y los forcejeos que eran el resultado de los esfuerzos de los de Slytherin para mantener a Ron y a los demás bajo control. El labio de Ron estaba sangrando sobre la alfombra de Umbridge mientras forcejeaba contra la llave aplicada por Warrington; Ginny todavía estaba tratando de patear los pies de la muchacha de sexto que sostenía sus dos brazos en un apretado lazo; Neville no dejaba de tomar un tono cada vez más morado de la cara mientras se debatía en los brazos de Crabbe; y Hermine estaba tratando, en vano, de quitarse de encima a Millicent Bulstrode. Luna, sin embargo, estaba parada tranquilamente al lado de su captor, mirando vagamente por la ventana como si estuviera más bien aburrida por los procedimientos.Harry devolvió la mirada a Umbridge, quien lo estaba mirando atentamente. Mantenía su cara deliberadamente relajada e inexpresiva mientras se oían pasos en el corredor y Draco Malfoy entraba al cuarto, seguido de cerca por Snape.-¿Quería verme, Directora?- preguntó Snape, mirando alrededor a todas las parejas de estudiantes que forcejeaban con una expresión de completa indiferencia.-Ah Profesor Snape- dijo Umbridge, sonriendo ampliamente y poniéndose de pie otra vez-. Sí, quisiera otra botella de Veritaserum, tan rápido como pueda, por favor.-Usted se llevó mi última botella para interrogar a Potter- informó, observándola fríamente a través de su grasienta cortina de cabello negro-.¿Con seguridad que no lo usó todo? Le dije que con tres gotas era suficiente.Umbridge se ruborizó.-Puede usted hacer un poco más, ¿no es cierto?- preguntó, tornando su voz tan dulcemente infantil como hacía siempre que estaba furiosa.-Por supuesto- aceptó Snape, mordiéndose un labio-. Le toma todo un ciclo lunar para madurar, por lo tanto debería estar listo en un mes aproximadamente.-¿Un mes?- chilló Umbridge, inflándose como un sapo-.¿Un mes? ¡Pero la necesito esta tarde, Snape! ¡Me acabo de encontrar a Potter usando mi chimenea para comunicarse con una persona o personas desconocidos!-¿En serio?- musitó Snape, mostrando su puño, en un débil signo de interés mientras miraba a Harry-. Bueno, no me sorprende. Potter nunca ha mostrado inclinación a seguir las reglas de la escuela.Sus ojos negros y fríos miraban aburridos a Harry, quien sostuvo su mirada sin titubear, concentrándose profundamente en lo que había visto en su sueño, deseando que Snape leyera su pensamiento para que entendiera...-¡Deseo interrogarlo!- repitió Umbridge, y Snape dejó de mirar a Harry y volteó hacia su cara que se distorsionaba furiosamente-. ¡Deseo que me proporcione una poción que lo obligue a decirme la verdad!'-Ya le dije- dijo suavemente Snape- que no tengo más existencias de Veritaserum. A menos que desee envenenar a Potter, y le aseguro que yo tendría la mayor simpatía por usted si lo hiciera, no puedo ayudarla. El único problema es que la mayoría de los venenos actúa demasiado rápido y no dan a la víctima tiempo de decir la verdad.Snape volvió a ver a Harry, quien lo miraba fijamente, desesperado por comunicarse sin palabras.Voldemort tiene a Sirius en el Departamento de Misterios, pensaba desesperadamente. Voldemort tiene a Sirius.-¡Usted está a prueba!- chilló la Profesora Umbridge, y Snape la miró a su vez, con sus cejas ligeramente alzadas-. ¡No está ayudando deliberadamente! ¡Esperaba mucho más de su persona, Lucius Malfoy siempre habla muy bien de usted! ¡Ahora salga de mi oficina!Snape le hizo una irónica reverencia y se dio la vuelta para irse. Harry supo que su última oportunidad de hacer saber a la Orden en este momento lo que estaba pasando estaba saliendo por la puerta.-¡Tiene a Canuto!- le gritó-. ¡Tiene a Canuto en el lugar en que está escondido!Snape se había parado con la mano en la cerradura de la puerta de Umbridge..-¿Canuto?- gritó la Profesora Umbridge, mirando ansiosamente de Harry a Snape-. ¿Qué es Canuto? ¿Qué está escondido y dónde? ¿Snape, qué quiere decir Harry?El aludido giró a ver a Harry. Su cara era inescrutable. Harry no podía decir si había entendido o no, pero no se atrevió a hablar más claramente enfrente de Umbridge.-No tengo idea- respondió el Profesor de Pociones fríamente-. Potter, cuando quiera que me grite tonterías le voy a dar un Bebedizo Balbuceante. Y Crabbe, afloje un poco el brazo. Si Longbottom se ahoga significará un montón de tedioso papeleo y me temo que voy a tener que mencionarlo en sus referencias si alguna vez solicita trabajo.Cerró la puerta tras él con un chasquido, dejando a Harry en un estado de mayor confusión que antes: Snape había sido su última esperanza. Miró hacia Umbridge, que parecía sentirse igual; su pecho jadeaba con rabia y frustración.-Muy bien- dijo, y sacó su varita-. Muy bien.... no tengo más alternativa... esto es más que un asunto de disciplina escolar... esto es un asunto de seguridad del Ministerio... sí... sí...'Parecía estar tratando de convencerse de algo. Balanceaba su peso nerviosamente de un pie a otro, mirando fijamente a Harry, golpeando su varita contra la palma de su mano vacía y respirando pesadamente. Mientras la miraba, Harry se sintió horriblemente impotente sin su propia varita.-Me estás obligando Potter... no quiero hacerlo- declaró Umbridge, todavía moviéndose inquietamente en el mismo lugar-, pero algunas veces las circunstancias justifican su uso... estoy segura que el Ministro entenderá que no tuve alternativa.Malfoy estaba observándola con una expresión hambrienta en el rostro.-La Maldición Cruciatus tendrá que soltarte la lengua- afirmó Umbridge tranquilamente-No- exclamó Hermione-. Profesora Umbridge.....es ilegal.Pero la Directora no le hizo caso. Había una mirada excitada, ansiosa e indecente en su cara que Harry no había visto nunca antes. Levantó su varita.-¡El Ministro no querría que quebrantara usted la ley, Profesora Umbridge!- gritó Hermione.-Lo que Cornelius no sabe no lo lastimará- ahora estaba jadeando ligeramente mientras apuntaba su varita a diferentes partes del cuerpo de Harry, aparentemente tratando de decidir en dónde le dolería más-. Nunca supo que ordené a los Dementores que fueran tras Potter el verano pasado, pero de cualquier forma estaba encantado de tener la oportunidad de expulsarlo.-¡Fue usted!- jadeó Harry-. ¿Mandó a los Dementores a por mí?-Alguien tenía que actuar- suspiró Umbridge, mientras detenía su varita señalando directamente a la frente de Harry-. Todos gimoteaban que había que silenciarte de alguna manera..... desacreditarte........ pero fui la única que en realidad hizo algo al respecto ... sólo que escapaste de esa, ¿no es cierto Potter? Pero no hoy y no ahora- y aspirando fuertemente gritó: -Cruc..... -¡NO!- gritó Hermione en una voz quebrada desde atrás de Millilcent Bulstrode-. ¡No.....Harry.. tenemos que decirle!-De ninguna manera- exclamó Harry mirando a lo poco de ella que podía ver.-Vamos a tener que, Harry, de todas maneras te va a obligar a decirle, ¿qué sentido tiene?Y Hermione empezó a llorar débilmente en la parte de atrás de la túnica de Millicent Bulstrode, quien de inmediato dejó de intentar aplastarla contra la pared y se alejó de ella con cara de asco.-¡Bien, bien, bien!- aprobó Umbridge, con la mirada triunfante-. ¡La Pequeña Señorita Pregunta-Todo nos va a dar algunas respuestas! ¡Adelante, niña, adelante!'-Her - my - ne - no!- gritó Ron a través de su mordazaGinny estaba contemplándola como si nunca antes la hubiera visto. Neville, quien todavía se estaba asfixiando, la miraba azorado también. Pero Harry acababa de darse cuenta de algo. Aunque Hermione estaba sollozando desesperadamente, en sus manos no había traza de una lágrima.-Discúlpenme todos- susurró Hermione.- Pero...... no puedo resistirlo.-¡Está bien, Está bien, niña!- la tranquilizó Umbridge, tomando a Hermione por los hombros, empujándola hacia la silla de gobelino e inclinándose sobre ella-. A ver... ¿con quién estaba tratando Potter de comunicarse ahora mismo?-Bueno- Hermione tragó sobre sus manos-. Bueno, estaba tratando de hablar con el Profesor Dumbledore.Ron se congeló, con los ojos totalmente abiertos; Ginny dejó de tratar de darle de patadas a los tobillos de su captor; y hasta Luna parecía totalmente sorprendida. Afortunadamente la atención de Umbridge y sus seguidores estaba enfocada con total concentración exclusivamente en Hermione para notar estos signos tan sospechosos.-¿Dumbledore?- inquirió Umbridge ansiosamente-. ¿Entonces saben dónde está Dumbledore?-¡Bueno... no!- sollozó Hermione-. Hemos intentado en el Caldero Chorreante, en el Callejón Diagon y en Las Tres Escobas; hasta en La Cabeza de Cerdo.-¡Niña idiota, Dumbledore no va a estar sentado en una taberna cuando todo el Ministerio lo está buscando!- gritó Umbridge, mostrando la desilusión en cada línea hundida de su cara.-¡Pero...... pero necesitamos decirle algo muy importante!- exclamó Hermione, apretando más sus manos sobre su cara, no por angustia, como Harry sabía, sino para disfrazar la ausencia de lágrimas.-¿Sí?- demandó Umbridge con un súbito resurgimiento de excitación-. ¿Qué es lo que querían decirle?-¡Que...queríamos decirle que está l.....lista!- Hermione se atragantó-¿Qué es lo que está listo?- preguntó Umbridge, y ahora volvió a tomar los hombros de Hermione y la sacudió ligeramente-. ¿Qué es lo que está listo, niña?-El ... el arma- contestó.-¿Arma? ¿Arma?- repitió Umbridge, y parecía que sus ojos iban a estallar de la emoción-. ¿Han estado desarrollando algún método de resistencia? ¿Un arma que podrían usar contra el Ministerio? ¿Bajo las órdenes del Profesor Dumbledore, por supuesto?-S.... s.... sí- balbuceó Hermione-. ¡Pero tuvo que irse antes de que estuviera terminada y la terminamos por él, y no po... ..po... demos encontrarlo pa... pa..... para decírselo!-¿Qué clase de arma es esa?- interrogó Umbridge ásperamente, con sus gordas manos todavía apretadas en los hombros de Hermione.-En r.... r... realidad no la entendemos- confesó Hermione sonándose ruidosamente-. S.....s...sólo hicimos lo que el P.....p.....profesor Dumbledore nos dijo que hiciéramos.Umbridge se enderezó, se veía alborozada.-Llévenme al arma- ordenó.-No se las voy a mostrar a ...ellos- chilló Hermione, mirando a los de Slytherin a través de sus dedos.-No estás en posición de imponer condiciones- replicó bruscamente la Profesora Umbridge.-Está bien- murmuró Hermione, otra vez sollozando sobre sus manos-. Está bien.... deje que la vean, ¡espero que la usen contra usted! ¡De hecho, deseo que invite a montones y montones de personas a que vengan y vean! E... eso le va a ser muy útil. Ay.....me fascinaría que toda la escuela supiera dónde está y cómo usarla, y si usted hace enojar a cualquiera podrán sacarla!Estas palabras tuvieron un poderoso impacto en Umbridge; lanzó una mirada rápida y cargada de sospecha sobre su Patrulla Inquisidora, deteniendo sus abultados ojos por un momento en Malfoy, que fue demasiado lento para disfrazar la mirada de ansiedad y codicia que había aparecido en su cara.Umbridge contempló a Hermione por un largo momento, y luego habló en lo que claramente pensó era una voz maternal.-Correcto querida, vamos sólo tú y yo. Y también llevaremos a Potter, ¿te parece? Levántate.-Profesora- llamó Malfoy ansiosamente-. Profesora Umbridge, creo que alguien de la Patrulla debería ir con usted para cuidar......-Soy un funcionario totalmente calificado del Ministerio, Malfoy, ¿cree usted realmente que no puedo manejar sola a dos adolescentes sin varita?- preguntó Umbridge bruscamente-. En cualquier caso, no suena como si esta arma sea algo que los escolares debieran ver. Permanecerá aquí hasta que regrese y se asegurarán de que ninguno de estos- señaló a Ron, Ginny, Neville y Luna- escapen.-Está bien- aceptó Malfoy que se veía triste y desanimado.-Y ustedes dos pueden ir delante de mí y mostrarme el camino- ordenó Umbridge, apuntando a Harry y Hermione con su varita-. Caminen.
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