martes, enero 31, 2006

CAPÍTULO 17



CAPÍTULO 17

Decreto Educacional N°24


Harry se sintió mas felíz en lo que quedaba del fin de semana que lo que se había sentido a lo largo de todo el termino. Ron y él se pasaron gran parte del domingo intentando ponerse nuevamente al día con toda su tarea, y aunque difícilmente podía decirse que esto fuera divertido, aun brillaba una ráfaga de sol de otoño, así que en lugar de sentarse encorvados sobre las mesas en la sala común, sacaron sus deberes y se acomodaron a la sombra de una gran Haya a la orilla del lago. Hermione, quien por supuesto estaba al día con sus tareas, los acompañó llevando más lana y sus agujas embrujadas que destellaban y chasqueaban en el aire al lado de ella, produciendo más sombreros y bufandas. El conocimiento de que estaban haciendo algo para resistir a Umbridge y el Ministerio y que él era parte crucial en esta rebelión, proporcionó a Harry un sentimiento de inmensa satisfacción. Continuó reviviendo la reunión del sábado en su mente; todas aquellas personas, acercándosele para aprender Defensa Contra las Artes Oscuras....y la expresión de sus rostros como si hubieran escuchado sobre algunas de las cosas que había hecho.......y Cho, alabando su actuación en el Torneo de los Tres Magos. Saber que ninguna de esas personas creía que fuera un siniestro mentiroso, sino alguien admirado, lo alentaba de tal manera que todavía seguía alegre la mañana del lunes, a pesar del inminente prospecto de tener sus clases menos favoritas. Ron y él bajaron las escaleras del dormitorio, discutiendo la idea de Angelina acerca de trabajar un movimiento nuevo llamado Sloth Grip Roll durante la práctica de Quidditch de esa noche, y no fue sino hasta que ya estaban a mitad de camino en una sala común iluminada por el sol, cuando vieron algo nuevo en la habitación que estaba atrayendo la atención de un pequeño grupo de personasUn gran letrero había sido fijado en el tablón de anuncios de Gryffindor; tan grande que cubrió todo lo que había allí: las listas de libros de hechizos de segunda mano en venta, los habituales recordatorios de Aarhus Filch sobre las reglas de la escuela, el horario de entrenamiento del equipo de Quidditch, las ofertas para cambiar ciertas Tarjetas de Ranas de Chocolate por otras, el último anuncio de los Weasley para probadores, las fechas de los fines de semana en Hogsmeade y los avisos de objetos perdidos y encontrados. El nuevo cartel estaba impreso en grandes letras negras y al pie del mismo había un sello de "altamente oficial" al lado de una firma pulcra y rizada____POR ORDEN DE___ LA Gran Inquisidora DE HOGWARTS Todas las organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos y clubs son disueltos a partir de este momento. Una organización, sociedad, equipo, grupo o club está por este medio definido como una reunión regular de tres o más estudiantes. El permiso para volver a formarse puede ser solicitado a la Gran Inquisidora (Profesora Umbridge). Ninguna organización estudiantil, sociedad, equipo, grupo o club puede existir sin el conocimiento y aprobación de la Gran Inquisidora. Cualquier estudiante que se encuentre que ha formado o pertenecido a alguna organización, sociedad, equipo, grupo o club, sin la aprobación de la Gran Inquisidora, será expulsado. Lo anterior es de conformidad con el Decreto Educacional número 24.



Firma: Dolores Jane Umbridge GRAN INQUISIDORA







Harry y Ron leyeron el anuncio por encima de las cabezas de algunos estudiantes de segundo año que observaban ansiosos.-¿Eso significa que vamos a tener que cerrar el Gobstones Club?-preguntó uno de ellos a su amigo.-Considero que vas a estar bien con el Gobstones Club-comentó Ron sombrío, haciendo saltar al de segundo año-.Sin embargo, no creo que nosotros vayamos a ser tan afortunados, ¿verdad?-le preguntó a Harry mientras los de segundo se alejaban apurados.Harry estaba leyendo la noticia nuevamente con todo cuidado. La felicidad que lo había inundado desde el sábado se esfumó. Sus entrañas pulsaban con ferocidad.-Esto no es una coincidencia-expresó, y sus manos se cerraron en puños-.Ella sabe. -No puede saberlo-dijo Ron de inmediato.-Había mucha gente escuchando en esa cantina. Y afrontémoslo, no sabemos en cuantos de los que se presentaron podemos confiar.....cualquiera de ellos pudo haber ido corriendo a contarle a Umbridge.Y él que había pensado que le creían, que lo admiraban.-¡Zacharias Smith!-exclamó Ron al instante, dando puñetazos sobre su mano. O.....también me pareció que Michael Corne tenía una actitud realmente taimada.-¿Me pregunto si Hermione ya vio esto?-comentó Harry, volviéndose a mirar la puerta del dormitorio de las chicas.-Vamos a contarle-propuso Ron. Saltó hacia adelante, empujó la puerta para abrirla y empezó a subir por las escaleras de caracol.Estaba en el sexto escalón cuando se escuchó un ruido fuerte, aullante, como el sonido de una corneta, y los peldaños se derritieron y se unieron para formar una larga superficie resbalosa de piedra lisa, similar a un tobogán. Hubo un breve momento en que Ron intentó seguir corriendo, agitando los brazos frenéticamente como aspas de molino, luego perdió el equilibrio hacia atrás y salió disparado cuesta abajo por el tobogán recién creado, deteniéndose finalmente con su espalda contra los pies de Harry.-No creí que nos estuviera permitido entrar en el dormitorio de las chicas-dijo Harry, ayudando a Ron a levantarse e intentando no reírse.Dos chicas de cuarto descendieron zumbando alegremente por el tobogán de piedra.-Oh, ¿quién trató de llegar arriba?-soltaron una risita felices, saltando sobre sus pies y mirando sin disimulo a Harry y a Ron.-Yo-contestó Ron, quien permanecía inmóvil bastante desaliñado-.No imaginé que pasaría esto.¡No es justo!-agregó dirigiéndose a Harry, mientras las chicas se encaminaban hacia el agujero del retrato , todavía riendo frenéticamente-.Hermione tiene permitido entrar en nuestro dormitorio, ¿por qué a nosotros no nos dejan.....? -Bien, es una regla anticuada-explicó Hermione, quien se acababa de deslizar limpiamente hasta una alfombra frente a ellos y se estaba levantando-.Al menos eso dice en Hogwarts: Una Historia, que los fundadores pensaban que los chicos eran menos confiables que las chicas. En todo caso, ¿por qué estaban tratando de entrar allí?-¡Para verte.....mira esto!-contestó Ron arrastrándola hasta el tablón de anuncios.Los ojos de Hermione se deslizaron rápidamente por la notificación. Su expresión se tornó de piedra.-Alguien ha debido irle con chismes-aseveró Ron furioso.-No pueden haberlo hecho-murmuró Hermione en voz baja.-Eres tan ingenua-dijo Ron-, piensas que porque tú eres totalmente honorable y confiable.....-No, no pudieron hacerlo porque eché un Maleficio en la pieza de pergamino que todos firmamos-interrumpió Hermione con gravedad-.Créanme, si algunos corren a contarle a Umbridge, sabremos exactamente quienes son y realmente lo lamentarán.-¿Qué les pasará?-preguntó Ron ansiosamente.-Bien, pongámoslo de este modo-contestó Hermione-.Esto hará que el acne de Eloisa Midgeon parezca un par de lindas pecas. Venga, bajemos a desayunar para ver lo que opinan los demás....¿Me pregunto si esto ha sido colocado en todas las casas?Fue inmediatamente aparente, al entrar en el Gran Comedor, que el cartel de Umbridge no había aparecido solamente en la torre Gryffindor. Había una particular intensidad en las charlas y una medida adicional de movimiento en el Comedor mientras las personas pasaban a toda prisa de arriba para abajo en sus mesas, dialogando sobre lo que habían leído. Harry, Ron y Hermione apenas se habían sentado, cuando Neville, Dean, Fred, George y Ginny cayeron sobre ellos.-¿Lo vieron?-¿Creen que ella sepa?-¿Qué vamos a hacer?Todos veían a Harry. Este echó un vistazo alrededor para asegurarse que no hubiera profesores cerca.-Por supuesto, vamos a hacerlo de todos modos-respondió quedamente-Sabía que dirías eso-comentó George, radiante y golpeando el brazo de Harry.-¿Los prefectos también?-preguntó Fred mirando a Ron y Hermione con gesto interrogante.-Por supuesto-afirmó Hermione tranquilamente.-Ahí vienen Ernie y Hanna Abbott-señaló Ron, mirando sobre su hombro-.Y aquellos tipos de Ravenclaw, y Smith......y ninguno se ve muy manchado.Herminio miró alarmada-Olvídense de las manchas, esos idiotas no pueden acercarse ahora, se vería realmente sospechoso.....¡siéntense!-articuló a Ernie y Hanna, gesticulando frenéticamente para que se reincorporaran a la mesa de Hufflepuff-.¡Más tarde!¡Hablaremos....más....tarde!-Le diré a Michel-expresó Ginny con impaciencia, girando fuera del banco-.El muy bobo, honestamente.....Se fue a toda prisa hacia la mesa de Ravenclaw; Harry la observó ir. Cho se encontraba sentada no muy lejos, hablando con la amiga de pelo rizado que había llevado a La Cabeza de Cerdo. ¿El aviso de Umbridge la asustaría al punto de no reunirse con ellos nuevamente?Pero las repercusiones totales del anuncio no fueron sentidas hasta que estaban abandonando el Gran Salón rumbo a Historia de la Magia.-¡Harry!¡Ron!Era Angélica que corría hacia ellos luciendo completamente desesperada.-Está bien-dijo Harry quedamente cuando estuvo lo suficientemente cerca para oírle-.Todavía vamos a.......-¿Se han dado cuenta que ella está incluyendo el Quiddich en esto?-comentó Angélica encima de él-.¡Tenemos que ir y pedir permiso para formar nuevamente el equipo de Gryffindor!-¿Qué?-preguntó Harry.-¡De ninguna manera!-exclamó Ron consternado.-¡Ya leyeron el anuncio, menciona a los equipos también! Así que escucha, Harry, y lo digo por última vez, por favor, por favor no pierdas los estribos con Umbridge otra vez o ella podría impedirnos jugar nuevamente.-Está bien, está bien-la tranquilizó Harry, pues Angélica se veía como si estuviera al borde de las lágrimas-.No te preocupes, me comportaré como es debido-Apuesto que Umbridge está en Historia de la Magia-expresó Ron en tono severo, mientras se ponían en camino hacia la clase de Binns-.Todavía no lo ha inspeccionado, te apuesto cualquier cosa a que está allí. Pero estaba equivocado, el único maestro presente cuando ellos entraron era el Profesor Bins, flotando a una pulgada más o menos por encima de su silla como era usual y preparándose para continuar su monótona cantinela sobre la Guerra de los Gigantes. Harry no intentó prestar atención a lo que decía hoy; garabateó ociosamente en su pergamino ignorando los continuos codazos y miradas iracundas de Hermione, hasta que un pinchazo particularmente doloroso en sus costillas hizo que levantara la vista furiosamente.-¿Que? Ella señaló a la ventana. Harry se dio vuelta. Hedwig estaba posada en el estrecho antepecho, mirándole fijamente a través del grueso cristal, con una carta atada a su pata. Harry no podía entenderlo; acababan de desayunar, ¿por qué diablos no le había entregado la carta en aquel momento, como era habitual? Muchos de sus compañeros de clase estaban señalando a Hedwig también.-¡Oh, siempre he amado esa lechuza, es tan bella!-Harry oyó que Lavander decía a Parvati suspirandoLe echó una ojeada al Profesor Binns, quien continuaba leyendo sus notas, serenamente ignorante de que la atención de la clase estaba menos enfocada en él de lo habitual. Harry se deslizó silenciosamente fuera de su silla, se agachó y avanzó con mucha prisa a lo largo de la fila hasta la ventana, donde corrió el cerrojo y la abrió muy despacio.Había esperado que Hedwig le ofreciera su pata a fin de que pudiera quitarle la carta y luego salir volando a la Lechucería, pero en el momento en que la ventana estuvo suficientemente abierta, entró de un brinco, chillando afligida. Cerró la ventana con una mirada ansiosa al Profesor Binns, se agachó de nuevo y retrocedió con rapidez hasta su asiento con Hedwig en su hombro. Se ubicó de nuevo en su asiento, trasladó a Hedwig a su regazo e intentó desatar la carta de su pata.Solo entonces se dio cuenta que las plumas de Hedwig estaban extrañamente desgreñadas, unas cuantas dobladas en sentido contrario y una de sus alas colgaba en un ángulo extraño.-¡Está herida!-susurró Harry, inclinando la cabeza sobre el animal. Hermione y Ron se apoyaron más cerca. Hermione incluso dejó de escribir..-Miren, algo le pasa en el ala........Hedwig estaba temblando; cuando Harry tocó su ala, la lechuza dio un brinco, infló sus plumas y lo contempló con reproche.-Profesor Binns-dijo Harry en voz alta y todos en la clase se voltearon a mirarle-.No me estoy sintiendo bien.El Profesor Binns levantó la vista de sus notas, luciendo asombrado, como siempre, para encontrar el cuarto frente a él lleno de personas .-¿No se siente bien?-repitió confundido.-Nada bien-contestó Harry firmemente, permaneciendo parado con Hedwig oculto tras su espalda-,.Creo que necesito ir a la enfermería.-Si-dijo el profesor Bins, claramente con muy mal pie -si...a la enfermería...bien, vaya entonces, Perkins.......Una vez fuera del salón, Harry regresó a Hedwig a su hombro y se apresuró por el corredor, deteniéndose para pensar sólo cuando perdió de vista la puerta de Binns. Su primera elección de alguien que curara a Hadwig hubiera sido Hagrid, claro está, pero no tenía idea de dónde estaba, de forma que su única opción era encontrar a la Profesora Grubbly-Plank y esperar que le ayudara.Miró con atención por la ventana hacia el borrascoso, nublado terreno. No había señal de ella en ningún lugar cercano a la cabaña de Hagrid; si no estaba enseñando, probablemente se encontraba en la sala de profesores. Se encaminó escaleras abajo, con Hedwig ululando débilmente al tiempo que se bamboleaba sobre su hombro.Dos gárgolas de piedra flanqueaban la puerta de la sala de profesores. Cuando Harry se aproximó una de ellas graznó:-Debería estar en clase, Soony Jim.-Esto es urgente-explicó Harry bruscamente.-Ohh, urgente ¿cierto?-terció la otra gárgola con voz aguda-.Vaya, eso es ponernos en nuestro lugar, ¿verdad?Harry golpeó la puerta. Escuchó ruido de pasos, luego la puerta se abrió y se encontró cara a cara con la Profesora McGonagall-¡No habrá recibido otra detención!-exclamó de inmediato, sus lentes centelleando de manera alarmante.-No, Profesora!-respondió Harry precipitadamente.-Bien, entonces ¿por qué está fuera de clase?-Es urgente, aparentemente-señaló la segunda gárgola despectivamente.-Estoy buscando a la Profesora Grubbly-Plank -explicó Harry-.Se trata de mi lechuza, está herida.-¿Una lechuza herida, dice?La profesora Grubby-Plank apareció por detrás del hombro de la profesora McGonagall, fumando una pipa y sujetando un ejemplar de El Profeta.-Sí-afirmó Harry, deslizando cuidadosamente a Hedwig de su hombro-.Llegó después que el resto de las lechuzas y su ala tiene una apariencia curiosa, mire...La Profesora Glubby-Plank apretó la pipa firmemente entre sus dientes, y tomó a Hedwing, mientras la Profesora McGonagall observaba.-Hmmm-murmuró, su pipa cimbreándose ligeramente mientras hablaba-.Luce como si algo la hubiera atacado. Sin embargo, no puedo imaginar qué pudo haber hecho esto. Los Threstals a veces van tras las aves, por supuesto, pero Hagrid tiene entrenados a los Threstals de Hogwarts para que no toquen las lechuzas.Harry no sabía ni le importaba qué eran los Threstals; sólo quería asegurarse que Hedwig iba a estar bien. La Profesora McGonagall, sin embargo, lo miró con agudeza y comentó:-¿Sabe que tan lejos viajó esta lechuza, Potter?-Er-titubeó Harry-...hasta Londres, creo.Encontró brevemente sus ojos y supo, por la forma en que sus cejas se unían en el centro, que ella entendía que Londres quería decir "número 12, Grimauld Place"La Profesora Grubbly-Plank sacó un monóculo del interior de su túnica y lo fijó en su ojo, para examinar el ala de Hedwig de cerca.-Podría solucionar esto si la deja conmigo, Potter-le dijo-.De todas formas, no debería volar grandes distancias por unos días.-Er, gracias-aceptó Harry, justo en el momento en que la campana sonaba para el receso.-No hay problema-dijo la Profesora Grubbly-Plank bruscamente, regresando al interior de la sala de profesores.-¡Sólo un momento, Wilhelmina!-pidió la Profesora McGonagall-.La carta de Potter.-¡Qh,sí!-exclamó Harry, quien por un momento se había olvidado del rollo de pergamino atado a la pata de Hedwig. La Profesora Grubbly-Plank se lo entregó y luego desapareció en la sala de profesores trasportando a Hedwig, quien se quedó mirando fijamente a Harry como si fuera incapaz de creer que él la entregaría de esta manera. Sintiéndose ligeramente culpable, se giró para irse, pero la Profesora McGonagall lo llamó de regreso.-¡Potter!-¿Si, Profesora?Ella miró hacia arriba y hacia abajo del corredor. Había estudiantes viniendo de ambas direcciones.-Tenga en cuenta-le dijo rápida y quedamente, los ojos fijos en el rollo de pergamino de su mano-que los canales de comunicación dentro y fuera de Hogwarts pueden estar siendo vigilados.¿Lo hará?-Yo......-empezó, pero el aluvión de estudiantes que rodaba por el corredor estaba casi sobre él. La Profesora McGonagall le dio un brusco asentimiento y se retiró a la sala de profesores, dejando que Harry fuera barrido al patio con la multitud. Divisó a Ron y Hermione de pie en una esquina protegida, con los cuellos de las capas alzados contra el viento. Harry abrió el pergamino mientras se apresuraba hacia ellos y encontró cinco palabras con la caligrafía de Sirius:Hoy, misma hora, mismo lugar-¿Está bien Hedwig?-preguntó Hermione ansiosa, en el momento que lo tuvo al alcance del oído.-¿Dónde la dejaste?-interrogó Ron.-Con la Profesora Grubby-Plank-contestó Harry-.Y me reuní con McGonagall....escuchen....Y les contó lo que le había dicho la Profesora McGonagall. Para su sorpresa, ninguno de sus amigos pareció impresionado. Por el contrario, intercambiaron una significativa mirada.-¿Qué?-pregunto Harry, mirando de Ron a Hermione y de regreso.-Bueno, precisamente le estaba diciendo en este momento a Ron...¿qué tal si alguien había tratado de interceptar a Hedwig? Digo, ella nunca resultó herida en un vuelo con anterioridad, ¿verdad?-De cualquier modo, ¿de quién es la carta?-preguntó Ron tomando la nota de Harry-"Hocicos"-respondió Harry quedamente.-¿"Misma hora, mismo lugar"?¿Quiere decir en la chimenea de la sala común?-Obviamente-comentó Hermione, leyendo a su vez la nota. Lucía inquieta-.Sólo espero que nadie más haya leído esto.-Pero todavía estaba sellado y todo-señaló Harry, tratando de convencerse a si mismo tanto como a ella-y nadie entendería qué quiso decir si no supieran donde habíamos hablado antes, ¿verdad?-No lo sé-declaró Hermione ansiosamente, echando su bolso hacia atrás sobre su hombro cuando la campana sonó nuevamente-.No sería precisamente difícil volver a sellar el pergamino con magia .....y si alguien vigilara la red de polvos Floo.....pero en verdad no veo como podamos advertirle que no venga sin que el mensaje sea interceptado también.Bajaron con paso pesado por los escalones de piedra hacia las mazmorras para Pociones, los tres sumidos en sus pensamientos, pero cuando alcanzaban el último peldaño, fueron regresados a la realidad por la voz de Draco Malfoy, que estaba parado en el exterior de la puerta del aula de Snape, agitando lo que parecía un pedazo de pergamino oficial, y hablando mas fuerte de lo necesario, para que pudieran escuchar cada una de sus palabras-Sí, Umbridge concedió autorización al equipo de Quidditch de Slyterín para continuar jugando enseguida. Ir a preguntarle fue lo primero que hice esta mañana. Bien, fue bastante automático. Quiero decir, ella conoce a mi padre bastante bien, pues él siempre está apareciéndose dentro y fuera del Ministerio......será interesante ver si Gryffindor obtiene el permiso también.-No se sulfuren-murmuró Hermione suplicante al oído de Harry y Ron, quienes estaban observando a Malfoy con los puños y rostros cerrados con fuerza-.Eso es lo que quiere. -Quiero decir-explicó Malfoy, alzando aún más la voz, sus ojos grises brillando con intensidad perversa en dirección de Harry y Ron-,si se trata de influencia con el Ministerio, no creo que tengan mucha oportunidad pues, según dice mi padre, han estado por años buscando una excusa para remover del cargo a Arthur Weasley y, en lo que respecta a Potter, mi padre comenta que es cuestión de tiempo antes que el Ministerio lo envíe a St Mungo, donde aparentemente tienen un distrito especial para personas cuyo cerebro ha sido confundido con magia.Malfoy puso una cara grotesca, con la boca colgando y girando los ojos, Crabbe y Goyle soltaron sus habituales gruñidos de risa; Pansy Parkinson gritó con regocijo.Algo chocó duramente contra el hombro de Harry, empujándolo a un lado, y una fracción de segundo después, notó que Neville embestía desde atrás de él, dirigiéndose directamente hacia Malfoy.-¡Neville, no!Harry saltó hacia delante y sujetó la túnica de su amigo por la espalda; Neville luchó frenéticamente, agitando los puños con violencia, tratando desesperadamente de alcanzar a Malfoy, quien por un momento lo miró profundamente impresionado.-¡Ayúdame!-Harry lo lanzó hacia Ron, consiguiendo poner un brazo alrededor de su cuello y arrastrándolo hacia atrás, lejos de los de Slytherin. Grabbe y Goyle flexionaban sus brazos dando un paso delante de Malfoy, listos para la pelea. Ron sujetó los brazos de Neville y junto a Harry, consiguieron arrastrar a Neville de regreso a la línea de Gryffindor. La cara de éste estaba escarlata; la presión que Harry ejercía sobre su garganta hacían bastante incomprensibles las extrañas palabras que balbuceaba.-No.......divertido......no es.......Mungo......espectáculo.....él.......La puerta de la mazmorra se abrió y Snape apareció. Sus negros ojos barrieron la línea de Gryffindor, hasta el lugar dónde Harry y Ron forcejeaban con Neville.-¿Peleando, Potter, Weasley, Longbotoom?-preguntó Snape fríamente, con la voz llena de desprecio-Diez puntos menos para Gryffindor. Libere a Longbotoom, Potter, o esto será una detención. Adentro, todos ustedes.Harry soltó a Neville, quien se paró jadeando y mirándolo furiosamente.-Tuve que detenerte-explicó Harry sin aliento, recogiendo su mochila-.Crabbe y Goyle te habrían destrozado.Neville no dijo nada. Sólo tomó su mochila y entró con paso impetuoso en la mazmorra.-¡En el nombre de Merlín!-exclamó Ron, mientras seguían a Neville-.¿Qué fue todo eso?Harry no respondió. Sabía exactamente por qué el asunto de la gente que estaba en San Mungo debido a daño mágico en su cerebro era altamente inquietante para su amigo, pero había jurado a Dumbledore que no diría a nadie el secreto de Neville. Ni siquiera Neville sabía que Harry estaba enterado. Harry, Ron y Hermione tomaron sus asientos habituales al fondo del aula, sacaron sus pergaminos, plumas y sus copias de "Mil Hierbas y Hongos Mágicos". A su alrededor, toda la clase murmuraba acerca de lo que acababa de hacer Neville, pero cuando Snape cerró la puerta de la mazmorra con un resonante golpe, todos callaron de inmediato.-Notarán-comenzó Snape, en su baja, burlona voz-que hoy tenemos un invitado con nosotros.Gesticuló hacia una oscura esquina y Harry vio a la Profesora Umbridge sentada allí, con el portapapeles sobre su rodilla. Echó un vistazo a Ron y Hermione con las cejas levantadas. Snape y Umbridge, los dos maestros que más odiaba. Le era difícil decidir cuál quería que triunfara sobre el otro.-Hoy continuaremos con nuestra Solución Fortificante. Encontrarán sus mezclas tal como las dejaron en la última clase. Si fueron hechas correctamente, deberían haber madurado bien durante el fin de semana. Instrucciones-agitó la varita nuevamente-en el pizarrón. Adelante.La Profesora Umbridge pasó la primera media hora tomando notas en su esquina. Harry estaba muy interesado en escuchar sus preguntas a Snape. Tan interesado, que estaba descuidando con su poción otra vez.-¡Sangre de Salamandra, Harry, no jugo de granada!-gimió Hermione, asiendo su muñeca para impedirle que agregara el ingrediente equivocado por tercera vez.-Bien-dijo Harry distraídamente, bajando la botella y continuando su observación de la esquina. Uumbridge acababa de ponerse de pie-.¡Ha!-exclamó suavemente, mientras caminó a grandes pasos, entre dos hileras de escritorios, hacia Snape, quien se inclinaba sobre el caldero de Dean Thomas.-Bien, la clase parece bastante adelantada para su nivel- dijo enérgicamente detrás de Snape-.aunque dudaría si es aconsejable enseñarles una poción como la Solución Fortificante. Creo que el Ministerio preferiría que esto fuese removido del programa de estudios.Snape se enderezó lentamente y se volteó a mirarla.-Ahora....¿cuánto tiempo lleva enseñando en Hogwarts?-le preguntó, con la pluma suspendida sobre su portapapeles.-Catorce años-respondió. Su expresión era insondable. Harry, que lo observaba estrechamente, agregó unas pocas gotas en su poción; ésta siseó amenazadoramente y cambió de turquesa a naranja.-¿Usted había solicitado en un inicio Defensa Contra las Artes Oscuras, según creo?-preguntó la Profesora Umbridge a Snape-Sí-contestó éste quedamente.-Pero no tuvo éxito.El labio de Snape se enrolló.-Obviamente.La profesora Umbridge garabateó en su portapapeles.-¿Y creo que ha solicitado con regularidad Defensa Contra las Artes Oscuras desde que se unió a la escuela?-Sí-respondió Snape quedamente, apenas moviendo los labios. Lucía muy enfadado.-¿Tiene idea de por qué Dumbledore ha rehusado designarlo reiteradamente?-interrogó Umbridge.-Sugiero que se lo pregunte a él-contestó él forzado.-Oh, lo haré-dijo la Profesora Umbridge con una dulce sonrisa.-¿Se supone que esto es relevante?-preguntó Snape, sus negros ojos se estrecharon.-Oh, sí-dijo la Profesora Umbridge-.El Ministerio quiere una comprensión cabal de los...er... antecedentes de los profesores.Ella dio media vuelta alejándose, caminó hacia Pansy Parkinson y comenzó a preguntarle acerca de las clases. Snape miró alrededor y sus ojos y los de Harry se encontraron por un segundo. Harry bajó la mirada precipitadamente hacia su poción, que ahora estaba asquerosamente coagulada y emitía un fuerte olor a caucho quemado-¿Sin notas de nuevo, Potter?-comentó Snape maliciosamente, vaciando su caldero con un movimiento de varita-.Escribirá un ensayo con la composición correcta de esta poción , indicando cómo y por qué se equivocó, y lo entregará en la próxima clase, ¿entendió?-Sí-contestó Harry furiosamente. Snape ya les había dado tarea y tenía práctica de Quiddich esa tarde. Esto significaría otro par de noches sin dormir. Parecía imposible que se hubiera despertado esa mañana sintiéndose muy feliz. Todo lo que sentía ahora era un ferviente deseo de que el día acabara.-Quizás si me escabullo de Adivinación-comentó taciturno, mientras se paraban en el patio después del almuerzo, el viento azotando los bordes de las túnicas y las alas de los sombreros-. Pretenderé estar enfermo y en vez de ir haré el trabajo de Snape, así no tendré que permanecer levantado la mitad de la noche.-No puedes escabullirte de Adivinación-le regañó Hermione con severidad.-Mira quien habla.¡Tú te saliste de Adivinación. Odiábas a Trelawney!-recordó Ron indignado.-No la odio-aclaró Hermione altivamente-.Sólo pienso que es una maestra absolutamente horrorosa y realmente un viejo fraude. Pero Harry ya perdió Historia de la Magia y no creo que le convenga perder nada más hoy.Había demasiada verdad en esto como para ignorarlo, así que hora y media más tarde Harry tomaba su lugar en la atmósfera caliente y excesivamente perfumada de la clase de Adivinación, sintiéndose furioso con todo el mundo. La Profesora Ttrelawney repartía nuevamente copias del Oráculo de los Sueños. Harry pensó que seguramente su tiempo estaría mucho mejor empleado haciendo el ensayo de castigo de Snape que sentado aquí, tratando de encontrar significado a un montón de sueños inventados.Parecía, sin embargo, que no era la única persona en Adivinación que estaba de mal humor. La Profesora Trelawney cerró de golpe una copia del Oráculo y lo lanzó sobre la mesa ubicada entre Ron y Harry, con los labios fruncidos. Lanzó otra copia entre Seamus y Dean, evitando por estrecho margen la cabeza de Seamus y tiró el último hacia el pecho de Neville con tal fuerza que éste se resbaló de su asiento.-¡Bien, adelante!-ordenó la Profesora Trelawney en voz alta, su tono era agudo y algo histérico-.¡Ya saben qué hacer!¿O soy una maestra de tan bajo nivel que ni siquiera han aprendido como abrir un libro?La clase se quedó mirándola fijamente con perplejidad, luego se miraron entre si. Harry, sin embargo, pensó que sabía de qué se trataba todo esto. Mientras la Profesora Trelawney, engalanada con volantes, regresaba a su silla de alto respaldo, sus enormes ojos llenos de lágrimas de furia, inclinó su cabeza más cerca de Ron y murmuró:-Creo que ha recibido los resultados de su inspección.-¿Profesora?-llamó Parvati Patil con voz serena (ella y Lavender siempre habían admirado a la Profesora Trelawney)-Profesora, ¿ocurre algo....er....malo?-¡Malo!-gritó la Profesora Trelawney con la voz palpitando de emoción-. ¡Ciertamente no! He sido insultada; ciertas.....insinuaciones han sido hechas contra mí......acusaciones infundadas....pero no, no ocurre nada malo.¡Por supuesto que no! Lanzó un trémulo suspiro y alejó la vista de Parvati, lágrimas de furia derramándose bajo sus lentes.-No diré nada-se sofocó- de dieciséis años de dedicado servicio.....que ha pasado, aparentemente, inadvertido.......pero no seré insultada.¡No, no lo seré!-Pero profesora, ¿quién la insultó?-pregunto Parvati tímidamente.¡La Institución!-contestó con una voz profunda, dramática, vacilante-.Sí, esos ojos demasiado nublados por lo mundano para poder ver lo que yo veo, saber lo que yo sé.....Por supuesto, los adivinadores siempre hemos sido temidos, siempre acosados.....es, ¡ay de mí!, nuestro destino.Trago saliva, dio ligeros toques en sus mejillas con la punta de su chal, luego sacó un pequeño pañuelo bordado de su manga y soplo su nariz con fuerza, con un sonido que semejaba a Peeves soplando una frambuesa. Ron sonrió disimuladamente. Lavender le lanzó una mirada indignada.-Prrofesora-insistió Parvati-,quiere decir que.......es algo relacionado con la Profesora Umbridge...-¡No me hable de esa mujer!!-gritó la Profesora Trelawney lanzándose sobre sus pies, con sus abalorios haciendo un ruido metálico y sus lentes brillando intermitentemente-.¡Tengan la amabilidad de continuar con su trabajo!Y se pasó el resto de la clase caminando a grandes pasos entre ellos, las lágrimas todavía filtrándose por debajo de sus lentes y mascullando por lo bajo, lo que parecían amenazas .-....podría elegir partir......la indignidad de esto....una prueba......veremos.....cómo se atreve.....***-Tú y Umbridge tienen algo en común-le dijo Harry a Hermione quedamente cuando se reencontraron en Defensa Contra las Artes Oscuras-.Ella obviamente también considera que Trelawney es un viejo fraude......mira cómo la ha puesto a prueba.Umbridge entró en el cuarto mientras él hablaba, llevando puesto un lazo de terciopelo negro y una expresión de gran satisfacción de si misma.-Buenas tardes, clase.-Buenas tardes, corearon perezosamente.-Varitas fuera, por favor.Pero esta vez no hubo un movimiento agitado como respuesta; nadie se había molestado en sacar la varita.-Por favor, busquen la página 34 de Teoría Mágica Defensiva y lean el tercer capítulo, titulado : Casos para Respuestas no Ofensivas al Ataque Mágico. -No necesitan hablar-dijeron Harry, Ron y Hermione a un tiempo, en un susurro.***-Ninguna práctica de Quidditch-comunicó Angélica en tono hueco, cuando Harry, Ron y Hermione entraron en la sala de descanso después de la cena de esa noche.-¡Pero controlé mi temperamento!-exclamó Harry horrorizado-.No le dije nada, Angélica, lo juro, yo.....-Lo sé, lo sé-aseveró Angélica miserablemente-.Sólo dijo que necesitaba algo de tiempo para considerar.-¿Considerar queé-preguntó Ron furioso-.Le dio permiso a los de Slytherin, ¿por qué no a nosotros?Pero Harry podía imaginar cuanto disfrutaba Umbridge manteniendo la amenaza de que no habría equipo de Quidditch de Gryffindor sobre sus cabezas y fácilmente podía entender por qué no querría renunciar a esa arma sobre ellos demasiado pronto.-Bueno-razonó Hermione-, mírale el lado bueno al asunto, al menos ahora tendrás tiempo para hacer el ensayo de Snape.-¿Ese es el lado bueno?-replicó Harry bruscamente, mientras Ron clavaba los ojos en Hermione con incredulidad-.¿Ninguna práctica de Quidditch y trabajo extra de Pociones?Harry se tiró en su silla; a regañadientes sacó el ensayo de pociones de su mochila y se puso a trabajar. Le era muy difícil concentrarse. Aunque sabía que Sirius no aparecería en el fuego hasta mucho más tarde, no podía evitar mirar las llamas cada pocos minutos, sólo por si acaso. Además, había una increíble cantidad de ruido en la habitación. Parecía que finalmente Fred y George habían perfeccionado los Bocadillos para Hacer Novillos, y tomaban turnos para demostrarlos ante la aclamación y los gritos de alegría de la multitud.Primero, Fred tomaba un bocado del extremo naranja de un caramelo, con lo cual vomitaba espectacularmente en un cubo que habían colocado delante de ellos. Luego se obligaba a tragar el extremo púrpura del caramelo, con lo cual el vómito cesaba de inmediato. Lee Jordan, que estaba asistiendo la demostración, perezosamente desvanecía el vómito a intervalos regulares, usando el mismo hechizo desvanecedor que Snape usaba en las pociones de HarryEntre los regulares sonidos de náuseas, las aclamaciones y los ruidos de Fred y George tomando los pedidos de la multitud, a Harry le estaba resultando sumamente difícil concentrarse en el método correcto para preparar la Solución Fortalecedora. Hermione tampoco estaba ayudando; la algarabía y el sonido del vómito golpeando en el cubo de Fred y George eran enfatizados por sus fuertes y desaprobadoras inhalaciones, que era lo que más lo distraía. -¡Sólo ve y detenlo!-le dijo con irritación, después de borrar el peso equivocado de garra de grifo en polvo por cuarta vez.-No puedo. Técnicamente no están haciendo nada malo-replicó Hermione con los dientes apretados-. Están en todo su derecho de comer cosas asquerosas si lo desean y no puedo encontrar una regla que diga que los otros idiotas no tienen derecho a comprárselas, no a menos que se pruebe que son peligrosas de alguna manera y no parece que lo sean.Ella, Harry y Ron observaron como George vomitaba en el cubo, acto seguido se tragaba el resto del caramelo y se enderezaba, radiante y con los brazos extendidos ante el prolongado aplauso.-Saben, no comprendo por qué Fred y George sólo obtuvieron tres TIMOs cada uno-comentó Harry, observando como Fred, George y Lee recolectaban el oro de la ansiosa multitud-. Realmente saben sus cosas.-Oh, realmente sólo conocen cosas vistosas que no tienen ningún uso real para nadie-opinó Hermione con desprecio.-¿Ningún uso real?-repitió Ron con voz tensa-Hermione, ya han ganado alrededor de veintiseis galeones.Pasó un largo rato antes que la muchedumbre que rodeaba a los gemelos Weasley se dispersara; luego Fred, George y Lee se sentaron por mucho tiempo a contar su recaudación, así que pasaba de la media noche cuando Harry, Ron y Hermione finalmente tuvieron la sala común para ellos. Al fin, Fred había cerrado la puerta del dormitorio de los chicos tras él, sacudiendo su caja de galeones con ostentación mientras Hermione fruncía el ceño. Harry, quien estaba haciendo muy pocos progresos con su ensayo sobre pociones, decidió dejarlo por esa noche. Cuando apartó su libro, Ron, que dormitaba ligeramente es su sillón, dio un gruñido amortiguado, se despertó y revisó el fuego con mirada cansada.-¡Sirius!-exclamó.Harry giró en redondo. La desaliñada cabeza negra de Sirius se encontraba en el fuego otra vez.-Hola-saludó, sonriendo abiertamente.-Hola-corearon Harry, Ron y Hermione, los tres arrodillados en la alfombrilla de la chimenea.Crookshanks ronroneó ruidosamente y se acercó al fuego, haciendo un intento, a pesar del calor, para acercar su cara a la de Sirius.-¿Cómo están las cosas?-preguntó Sirius.-No muy bien-respondió Harry, mientras Hermione jalaba a Crookshanks hacia atrás para evitar que se chamuscara los bigotes. El Ministerio nos ha forzado a pasar por otro decreto, según el cual no se nos permite tener equipo de Quidditch.-¿O grupos secretos de Defensa Contra las Artes Oscuras?-apuntó Sirius.Hubo un compás de espera.-¿Cómo supiste eso?-demandó Harry.-Debes elegir tus sitios de reunión con más cuidado-respondió Sirius sonriendo aún más ampliamente-.¿El Cabeza de Cerdo?-Era mejor que Las Tres Escobas-se defendió Hermione-, que siempre está apiñado de personas.-Lo cual quiere decir que hubiera sido más difícil oírlos sin intención-acotó Sirius-.Tienes mucho que aprender, Hermione.-¿Quién nos escucho "sin intención"?-exigió Harry.-Mundungus, claro-y cuando vio que todos lucían perplejos se echó a reír-.Era la bruja bajo el velo.-¿Ese era Mundungus?-preguntó Harry estupefacto-.¿Qué estaba haciendo en La Cabeza De Cerdo?-¿Qué crees que estaba haciendo?-contestó Sirius impaciente-.Vigilándote, por supuesto.-¿Todavía me están siguiendo?-preguntó Harry enfurecido.-Sí, así es-afirmó Sirius-.Y menos mal, ¿verdad?, si lo primero que haces en tu fin de semana libre es organizar un grupo ilegal de defensa.Pero no lucía enojado ni preocupado. Al contrario, tenía la vista fija en Harry con evidente orgullo.-¿Por qué estaba Dung escondiéndose de nosotros?-preguntó Ron, sonando decepcionado-.Nos hubiera gustado verlo.-Fue proscrito de La Cabeza de Cerdo veinte años atrás-explico Sirius-.Y ese cantinero tiene buena memoria. Perdimos la capa de invisibilidad de repuesto de Moody cuando Sturgis fue arrestado, así que Dung ha estado vistiéndose de bruja con mucha frecuencia últimamente....a otra cosa.....ante todo, Ron, he jurado trasmitirte un mensaje de tu madre.-¿Ah, si?-murmuró Ron, sonando aprehensivo.-Dice que, de ninguna manera, hagas cosa alguna para formar parte de un grupo ilegal de Defensa Contra las Artes Oscuras. Dice que serás seguramente expulsado y tu futuro estará arruinado. Que ya tendrás mucho tiempo más adelante para aprender cómo defenderte y que eres demasiado joven para preocuparte de eso en este momento. También (sus ojos volvieron hacia los otros dos) aconseja a Harry y Hermione no continuar con el grupo, aunque acepta que no tiene autoridad sobre ellos, simplemente les ruega que tengan en cuenta que ella siempre está pendiente de sus mejores intereses. Les habría escrito todo esto, pero si la lechuza hubiera sido interceptada, sí que habrían tenido verdaderos problemas, y no se los puede decir por si misma, porque está de servicio esta noche.-¿En servicio haciendo qué?-preguntó Ron de inmediato.-Nada que te concierna, sólo cosas para la orden-contestó Sirius-.Así que me ha correspondido ser el mensajero y quiero estar seguro que le dirás que te transmití todo, porque no creo que confíe mucho en mí.Hubo otra pausa durante la cual Crookshanks, maullando, intentó dar zarpazos en la cabeza de Sirius y Ron jugueteó con un hueco de la alfombrilla.-¿Así que quieres que diga que no voy a tomar parte en el grupo de Defensa?-murmuró finalmente.-¿Yo?¡Por supuesto que no!-exclamó Sirius luciendo sorprendido-.¡Me parece una idea excelente!-¿Lo crees?-preguntó Harry con el corazón animado.-Por supuesto-afirmó Sirius-.¿Acaso crees que tu padre y yo nos habríamos echado y acatado las ordenes de una vieja bruja como Umbridge.?-Pero.....la última vez me dijiste que fuera cuidadoso y no tomara riesgos.-¡El año pasado, toda la evidencia indicaba que había alguien dentro de Hogwarts que intentaba matarte, Harry!-declaró Sirius con impaciencia-.Este año, sabemos que hay alguien fuera de Hogwarts a quien le gustaría matarnos a todos, así que pienso que aprender a defenderse correctamente es una muy buena idea.-¿Y si nos expulsan?-preguntó Hermione con una expresión interrogante en su rostro.-Hermione, todo esto fue idea tuya-le recordó Harry clavando sus ojos en ella.-Sé que lo fue. Sólo me preguntaba lo que Sirius pensaba-replicó, encogiéndose de hombros.-Pues bien. Mejor expulsado y capaz de defenderse que estar en la seguridad del colegio sin tener ni idea-contestó Sirius.-Escucha, escucha-dijeron Harry y Ron con entusiasmo.-Entonces-preguntó Sirius-.¿Cómo estás organizando este grupo?¿Dónde están reuniéndose? -Bueno, en estos momentos tenemos un pequeño problema-contestó Harry-.No tenemos dónde ir.-¿Qué les parece la Choza de los Gritos?-sugirió Sirius.-¡Ey, esa es una idea!-exclamó Ron con excitación, pero Hermione hizo un ruido escéptico y los tres se voltearon a mirarla, la cabeza de Sirius girando en las llamas.-Bien, Sirius, es sólo que apenas eran cuatro de ustedes los que se reunían en la Choza de los Gritos cuando estabas en la escuela-opinó Hermione-,y todos podían transformarse en animales y supongo que habrían podido apretarse bajo la capa de invisibilidad de haberlo querido. Pero hay veintiocho de nosotros y ninguno es un animago, así que no necesitaríamos una capa de invisibilidad, sino un entoldado de invisibilidad.-Buen punto-señaló Sirius, luciendo ligeramente alicaído-.Bueno, estoy seguro que encontrarán algún lugar. Solía haber un pasadizo secreto bastante amplio detrás de ese espejo grande en el cuarto piso, podría ser suficiente espacio para que practicaran sus maleficios allí.-Fred y George me contaron que está bloqueado-comentó Harry negando con la cabeza-. Derrumbado o algo así.-Oh-dijo Sirius con el ceño fruncido-.Bien, tendré una idea y regresaré a......Se detuvo completamente, su cara repentinamente tensa, alarmada. Se volvió de lado, aparentemente mirando la sólida pared de ladrillo de la chimenea.-¿Sirius?-preguntó Harry ansiosamente.Pero se había desvanecido. Harry miró boquiabierto las llamas por un minuto, luego se giró para mirar a Ron y Hermione.-¿Por qué él........?Hermione dio un jadeo horrorizado y brincó sobre sus pies, sus ojos seguían fijos en el fuego.Una mano había aparecido entre las llamas, andando a tientas como si quisiera apresar algo. Una mano achaparrada, de dedos cortos cubiertos de feos anillos pasados de moda.Los tres escaparon hacia un lugar seguro. Desde la puerta del dormitorio de los chicos, Harry miró hacia atrás. La mano de Umbridge todavía hacia movimientos de captura contra las llamas, como si supiera exactamente dónde había estado el pelo de Sirius y estuviera dispuesta a apresarlo.

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