domingo, enero 29, 2006

CAPÍTULO 18


CAPÍTULO 18

La Armada de Dumbledore
-Umbridge ha estado leyendo tu correo, Harry. No hay otra explicación.-¿Piensas que Umbridge atacó a Hedwig?-preguntó indignado. -Estoy casi segura de eso-contestó Hermione severamente-. Vigila tu rana, se está escapando.Harry apuntó su varita a la rana mugidora que había estado brincando esperanzada hacia el otro lado de la mesa.-¡Accio!- y la rana pasó volando tristemente de regreso a su mano. Encantamientos siempre era una de las mejores clases para disfrutar de una charla privada; había generalmente tanto movimiento y actividad que el peligro de ser oído por casualidad era muy leve. Hoy, con el aula llena del croar de las ranas mugidoras y el graznar de los cuervos, y con un fuerte aguacero resonando y golpeando contra las ventanas, la discusión susurrada de Harry, Ron y Hermione sobre cómo Umbridge casi había atrapado a Sirius pasó bastante inadvertida. -Lo he estado sospechando desde que Filch te acusó de ordenar Bombas de Estiercol, porque parecía una mentira estúpida- susurró Hermione-. Quiero decir, una vez que tu carta hubiera sido leída habría estado bastante claro que no estabas ordenándolas, de modo que no deberías haber tenido ningún tipo de problema...... es algo así como un chiste tonto ¿no? Pero entonces pensé, ¿y si alguien sólo quería una excusa para leer tu correo? Entonces, ésta sería la manera perfecta en que Umbridge podría manejarlo; informa a Filch, le permite hacer el trabajo sucio y confiscar la carta y luego encuentra cualquier manera de robársela o simplemente exige verla. No pienso que Filch se opondría, ¿cuándo en su vida defendió los derechos de un estudiante? Harry, estás aplastando tu rana. Harry miró hacia abajo; de hecho estaba apretando su rana mugidora tan firmemente que sus ojos iban a reventar; la regresó al escritorio con impaciencia. -Fue un escape muy, muy difícil el de anoche- comentó Hermione-. Sólo me pregunto si Umbridge sabe lo cerca que estuvo. 'Silencio'.La rana mugidora con la que estaba practicando su hechizo silenciador se quedó sin habla en medio del croado y la miró con reproche. -Si hubiera agarrado a Hocicos..... Harry terminó la frase por ella. - ..... probablemente hubiera regresado a Azkaban esta mañana-. Agitó su varita sin concentrarse realmente; su rana mugidora se infló como un globo verde y emitió un silbido agudo. -'¡Silencio!'- exclamó Hermione apresuradamente, apuntando su varita a la rana de Harry que se desinfló silenciosamente ante ellos-. Bien, no debe hacerlo de nuevo, eso es todo. Sólo que no sé cómo vamos a hacérselo saber. No podemos enviarle una lechuza. - No creo que vaya a arriesgarse otra vez- razonó Ron-. No es tonto, sabe que ella casi lo atrapó. '¡Silencio!'.El cuervo grande y feo delante de él graznó con burla. -¡SILENCIO! ¡SILENCIO!El cuervo graznó más ruidosamente. -Es la forma en que estas moviendo tu varita- explicó Hermione, mirando a Ron críticamente-, no necesitas agitarla, es más bien un pinchazo abrupto.-Los cuervos son más difíciles que las ranas- gruñó Ron con los dientes apretados. -Bien, cambiemos- propuso Hermione, tomando el cuervo de Ron y reemplazándolo con su gorda rana mugidora-. '¡Silencio!'- El cuervo continuó abriendo y cerrando su afilado pico, pero ningún sonido salía de el. -¡Muy bien, Señorita Granger!- se escuchó la pequeña voz chillona del Profesor Flitwick, haciendo que Harry, Ron y Hermione saltaran-. Ahora, permítame verlo intentarlo, Señor Weasley.-¿Qué...? Oh, oh, bien- dijo Ron, muy agitado-. Er.....¡silencio!" Pinchó tan fuerte a la rana mugidora que la pico en el ojo: la rana dio un ensordecedor croado y salto fuera del escritorio. No fue sorpresa para ninguno de ellos que a Harry y Ron les dieran práctica adicional del Hechizo Silenciador como tarea. Les permitieron permanecer dentro en el descanso debido al aguacero exterior. Encontraron asientos en una ruidosa y abarrotada aula del primer piso, donde Peeves estaba flotando soñadoramente cerca del candelabro, reventando ocasionalmente alguna pelotita de tinta encima de la cabeza de alguien. Apenas se habían sentado cuando Angelina llego hasta ellos, luchando a través de los grupos de estudiantes chismosos. -¡Ya tengo el permiso para re-formar el equipo de Quidditch!- exclamó.-¡Excelente!- dijeron Ron y Harry a un tiempo.-Sí- afirmó Angelina, sonriendo-. Fui con McGonagall y pienso que ella pudo haber apelado ante Dumbledore. De cualquier forma, Umbridge tenía que ceder. ¡Ha! Así que los quiero abajo en el campo a las siete en punto esta noche, ¿bien?, porque tenemos que recuperar el tiempo. ¿Comprenden que estamos a solo tres semanas de nuestro primer partido?Se alejó de ellos, evitando apenas una pelotita de tinta de Peeves que en cambio golpeó a un chico de primer año que se encontraba cerca y desapareció de vista.La sonrisa de Ron se desvaneció ligeramente cuando miró hacia afuera de la ventana que ahora estaba opacada por el martillar de la lluvia. -Espero que esto aclare. ¿Qué pasa contigo, Hermione?Ella también estaba mirando fijamente a la ventana, pero no como si realmente la mirara. Sus ojos estaban desenfocados y tenía el entrecejo fruncido. -Sólo pensaba- contestó, todavía con el ceño fruncido hacia la ventana lavada por la lluvia. -¿Sobre Siri....Hocicos?- preguntó Harry. -No. no exactamente.-respondió Hermione despacio-. Más bien. preguntándome. supongo que estamos haciendo lo correcto. creo. ¿no ?Harry y Ron se miraron. -Bien, eso lo aclara- bromeó Ron-. Realmente habría sido fastidioso si no te hubieras explicado correctamente. Hermione lo miró como si recién hubiera comprendido que él estaba allí. -Simplemente estaba preguntándome- explicó, su voz sonaba más fuerte ahora-, si estamos haciendo lo correcto, empezando éste grupo de Defensa Contra las Artes Oscuras.-¿Qué?-preguntaron Harry y Ron al unísono. -¡Hermione, fue tu idea en primer lugar!-le recordó Ron indignado. -Lo sé- aceptó Hermione, torciendo sus dedos juntos-, pero después de hablar con Hocicos.-Pero si él está de acuerdo con todo esto- intervino Harry. -Sí- susurró Hermione, mirando fijamente la ventana de nuevo-. Sí, eso es lo que me hizo pensar que quizás no era una buena idea después de todo. Peeves flotó sobre ellos boca abajo, con su cerbatana preparada; automáticamente los tres alzaron sus mochillas para cubrirse las cabezas hasta que él pasará. -Vamos a aclarar esto- declaró Harry enojado, cuando volvieron a poner sus mochilas en el suelo-. Sirius está de acuerdo con nosotros, así que piensas que ya no deberíamos hacerlo.Hermione se veía tensa y bastante miserable. Mirando ahora fijamente sus propias manos, preguntó:-¿Honestamente confías en su juicio?-¡Sí, lo hago!-contestó Harry de inmediato-. ¡Siempre nos ha dado grandes consejos!Una pelotita de tinta pasó zumbando, golpeando a Katie Bell directamente en la oreja. Hermione vio a Katie ponerse de pie y empezar a arrojarle cosas a Peeves; un momento mas tarde, Hermione habló de nuevo y sonó como si estuviera escogiendo sus palabras muy cuidadosamente. -¿No les parece que se ha vuelto. una especie de. temerario. desde que quedo encerrado en Grimmauld Place? ¿No creen que está. algo así.como viviendo a través de nosotros? -¿Qué quieres decir con "viviendo a través de nosotros"?- interrogó Harry. -Quiero decir. bien, pienso que él amaría estar formando sociedades de defensa secretas justo bajo la nariz de alguien del Ministerio. creo que está muy frustrado por lo poco que puede hacer donde está. de modo que creo que está lo suficientemente entusiasmado como para. incitarnos a seguir.Ron lucía absolutamente perplejo. -Sirius tiene razón- le dijo-, suenas como mi madre.Hermione se mordió el labio y no contestó. La campana sonó justo cuando Peeves se abalanzó contra Katie y vació una botella entera de tinta sobre su cabeza. El tiempo no mejoró a medida que el día avanzó, así que a las siete en punto de la tarde, cuando Harry y Ron bajaron al campo de Quidditch para la práctica, se empaparon en cuestión de minutos, sus pies se resbalaban y deslizaban en el césped mojado. El cielo era de un gris profundo, tormentoso y fue un alivio ganar el calor moderado y la luz de los vestidores, aun cuando sabían que la tregua sólo era temporal. Encontraron a Fred y George que debatían si usaban o no uno de sus propios Bocadillos para Hacer Novillos para evitar salir a volar. -. pero te apuesto a que ella sabría lo que hemos hecho- decía Fred por la comisura de su boca-. Si al menos no le hubiera ofrecido venderle algunas Pastillas Vomitivas ayer.-Podríamos probar el Dulce de Chocolate de Fiebre- murmuró George-, nadie lo ha visto todavía.-¿Funciona?-inquirió Ron esperanzadamente, cuando el martilleo de la lluvia en el tejado se intensificó y el viento aulló alrededor del edificio. -Bueno, sí- confirmó Fred-, tu temperatura subirá rápidamente.-Pero también te salen furúnculos macizos llenos de pus- agregó George-, y todavía no hemos resuelto cómo deshacernos de ellos. -No puedo ver ningún furúnculo- comentó Ron, mirando fijamente a los gemelos. -No, no los verías- explicó Fred misteriosamente-, no están en un lugar que generalmente mostremos al público.-Pero logran que el estar sentado en una escoba sea un verdadero dolor en el ......-Bien, todos, escuchen- llamó Angelina en voz alta, emergiendo de la oficina del Capitán-. Sé que no es el clima ideal, pero hay una posibilidad de que juguemos contra Slytherin en condiciones como estas, así que es una buena idea planear cómo vamos a enfrentarnos con ellos. Harry, ¿no hiciste algo a tus anteojos para impedir que la lluvia los empañara cuando jugamos contra Hufflepuff en aquella tormenta?-Hermione lo hizo- aclaró Harry. Sacó su varita, le dio un golpecito a sus anteojos y dijo: ¡Impervius!-Creo que todos debemos intentarlo- sugirió Angelina-.¡Si solo pudiéramos mantener la lluvia fuera de nuestras caras, eso realmente ayudaría a la visibilidad. Todos juntos, vamos.....¡Impervius! . Bien. Vamos.Todos guardaron sus varitas en los bolsillos interiores de sus túnicas nuevamente, se pusieron sus escobas al hombro y siguieron a Angelina afuera del vestuario. Chapotearon a través del profundo barro en el medio del campo; todavía la visibilidad era muy pobre, incluso con el Hechizo de Impervius; la luz estaba desapareciendo rápidamente y la cortina de lluvia estaba arrasando la tierra. -Bien, al sonido de mi silbato- gritó Angelina. Harry dio un puntapié en la tierra, salpicando barro en todas direcciones, y salió disparado hacia arriba, mientras el viento lo empujaba ligeramente fuera de curso. No tenía idea cómo iba a ver la Snitch en este clima; estaba teniendo bastante dificultad con observar la Bludger con la que estaban practicando; un minuto en la práctica y casi lo derriba y tuvo que usar el Sloth Grip Roll para eludirla. Desgraciadamente, Angelina no vio eso. De hecho, no parecía poder ver algo; ninguno tenía idea de lo que los demás estaban haciendo. El viento estaba arreciando; incluso a la distancia Harry podía oír el sonido del chapoteo y golpeteo de la lluvia aporreando la superficie del lago. Angelina los mantuvo ahí durante casi una hora antes de aceptar la derrota. Llevó a su mojado y enfadado equipo de regreso a los vestuarios, insistiendo en que la práctica no había sido una pérdida de tiempo, aunque sin real convicción en su voz. Fred y George lucían particularmente molestos; ambos arqueaban las piernas y hacían una mueca de dolor con cada movimiento. Harry podía oírlos quejarse en voz baja mientras se secaba el pelo con una toalla. -Creo que algunas de los mías se han roto- musitó Fred en una voz hueca. -Las mías no- dijo George, con los dientes apretados-, están palpitando como locas. se sienten más grandes que cualquier cosa.-¡OUCH!- exclamó Harry. Apretó la toalla contra su cara, los ojos cerrados fuertemente por el dolor. La cicatriz en su frente le abrasaba de nuevo, más dolorosamente de lo que lo había hecho en semanas.-¿Qué pasa?- preguntaron varias voces. Harry surgió desde atrás de su toalla; el vestidor estaba borroso porque no usaba sus lentes, pero aún podía decir que todas las caras estaban vueltas hacia él. -Nada- murmuró-, yo....me pinché en el ojo, eso es todo.Pero le lanzó una mirada significativa a Ron y los dos quedaron rezagados cuando el resto del equipo enfilo hacia afuera , abrigados bajo sus capas, sus sombreros cubriendo las orejas. -¿Que pasó?- interrogó Ron, en el momento que Alicia desaparecía a través de la puerta-. ¿Fue tu cicatriz? Harry asintió. -Pero- luciendo asustado, Ron fue hasta la ventana y miró fijamente hacia fuera, a la lluvia-...él.....él no puede estar ahora cerca de nosotros, ¿verdad?-No- murmuró Harry, hundiéndose en un banco y frotándose la frente-. Probablemente está a millas de distancia. Duele porque. está. enfadado. Harry no había querido decir eso en lo absoluto, y oyó las palabras como si un extraño las hubiera pronunciado, aunque supo en seguida que eran ciertas. No comprendía cómo lo sabía, pero lo sabía; Voldemort, dondequiera que estuviese, lo que fuera que estuviese haciendo, estaba con una intensa ira. -¿Lo viste?- preguntó Ron, horrorizado-. ¿Tuv . tuviste una visión, o algo? Harry se sentó bastante tranquilo, mirando fijamente sus pies, permitiendo a su mente y a su memoria relajarse luego del dolor. Un enredo desconcertado de formas, una bullicioso alarido de voces. -Quiere que se haga algo , y no está pasando lo suficientemente rápido- explicó.De nuevo se sorprendió al oír las palabras que salían de su boca, y aún así estaba seguro que eran verdad. -Pero. ¿cómo lo sabes?- insistió Ron. Harry sacudió la cabeza y cubrió sus ojos con las manos, apretándolos con sus palmas. Pequeñas estrellas estallaron en ellos. Sintió que Ron se sentaba a su lado en el banco; sabía que estaba mirándolo fijamente. -¿Es lo mismo de la última vez?- preguntó Ron en voz queda-.¿Cuándo tu cicatriz te dolió en la oficina de Umbridge? ¿Tú-Sabes-Quién estaba enfadado?Harry sacudió su cabeza. -¿Qué es entonces?Harry se quedó ensimismado. Había estado mirando la cara de Umbridge. su cicatriz le había dolido. y había tenido ese extraño sentimiento en su estómago. un extraño, saltarín sentimiento. un sentimiento feliz. pero claro, él no lo había reconocido por lo que era, al estar sintiéndose tan miserable . -La última vez, fue porque él estaba contento-comentó-. Muy contento. Pensó. que algo bueno iba a pasar. Y la noche antes de que regresáramos a Hogwarts.- recordó el momento cuando su cicatriz le había dolido tanto en la alcoba que compartía con Ron en Grimmauld Place-.estaba furioso. Miró a Ron que estaba boquiabierto. -Podrías tomar el lugar de Trelawney, amigo- comentó Ron con voz atemorizada. -No estoy haciendo profecías- replicó Harry. -No, ¿sabes lo que estás haciendo?- apuntó Ron, sonando asustado e impresionado al mismo tiempo-. ¡Harry, estás leyendo la mente de Tú-Sabes-Quién!-No- replicó Harry, sacudiendo la cabeza-. Es más como. su humor, supongo. Estoy recibiendo simplemente destellos del humor en que él está. Dumbledore dijo que algo así estaba pasando el año pasado. Que cuando Voldemort estaba cerca de mí, o cuando estaba sintiendo odio, yo podría saberlo. Bien, ahora estoy sintiendo cuando está contento también.Hubo una pausa. El viento y la lluvia azotaron al edificio. -Tienes que contarle a alguien- sugirió Ron. -Se lo comenté a Sirius la vez pasada.-¡Bien, dile también sobre esto! -No puedo, ¿cierto?- replicó Harry ceñudo-. Umbridge está vigilando las lechuzas y los fuegos, ¿recuerdas? -Bien, entonces Dumbledore.-Acabo de decirte que él ya lo sabe- dijo Harry bruscamente, poniéndose de pie, tomando su capa de su colgador y girándola alrededor de él-. No tiene propósito que le diga de nuevo. Ron se abrochó la abotonadura de su propia capa, mirando a Harry pensativamente. -Dumbledore querría saber- señaló. Harry se encogió de hombros. -Vamos. todavía tenemos que practicar el Hechizo Silenciador.Regresaron apresurados a través de las tierras oscuras, resbalando y tropezando con el césped barroso, sin hablar. Harry estaba muy pensativo. ¿Qué era lo que Voldemort deseaba hecho que no estaba sucediendo lo suficientemente rápido? ". él tiene otros planes. planes que puede poner en funcionamiento muy calladamente ... cosas que él sólo puede conseguir con cautela. como una arma. Algo que no tenía la ultima vez."Harry no había pensado en esas palabras durante semanas; había estado demasiado absorto en lo qué estaba pasando en Hogwarts, demasiado ocupado resistiendo en las continuas batallas contra Umbridge, la injusticia de toda la interferencia del Ministerio. pero ahora ellas regresaron a él y le hicieron preguntarse si la cólera de Voldemort tendría sentido si no estuviera más cerca de poner sus manos en el arma, cualquier cosa que esta fuera. ¿La Orden lo habría frustrado, evitando que se apoderara de ella? ¿Dónde estaba guardada? ¿Quién la tenía ahora? -Mimbulus Mimbletonia- se escuchó la voz de Ron y Harry volvió a sus sentidos justo a tiempo para trepar a través del agujero del retrato a la sala común. Parecía que Hermione se había acostado temprano, dejando que Crookshanks se enroscara en una silla cercana y un surtido de nudosos sombreros tejidos de elfos posados en una mesa cerca del fuego. Harry agradecía que ella no estuviera por los alrededores, porque no tenía muchos deseos de discutir que su cicatriz le dolía y que también le insistiera en ir con Dumbledore. Ron siguió lanzándole miradas ansiosas, pero Harry apartó su libro de Pociones y se puso a trabajar para terminar su ensayo, aunque sólo estaba pretendiendo concentrarse y para cuando Ron le dijo que él también subía a acostarse, apenas había escrito algo. La medianoche llegó y se fue mientras Harry leía y releía un pasaje sobre los usos de las hierbas de escorbuto , lovage y hierba de estornudo sin entender una palabra. "Estas plantas son muy eficaces en la inflamación del cerebro, y son por consiguiente muy usadas en drogas para confundir y aturdir dónde el mago esté deseoso de producir graves pérdidas de conciencia y atolondramiento..." -. Hermione mencionó que Sirius estaba poniéndose imprudente encerrado en Grimmauld Place. . muy eficaz en la inflamación del cerebro, y...... . el Diario EL Profeta pensaría que su cerebro estaba inflamado si ellos averiguaran que sabía lo que Voldemort estaba sintiendo. . son por consiguiente muy usadas en drogas para confundir y aturdir . . confundir era la palabra, bien; ¿por qué sabía lo que Voldemort estaba sintiendo? ¿Qué era esta rara conexión entre ellos, que Dumbledore nunca había podido explicar satisfactoriamente? . donde el mago este deseoso. . cómo le gustaría a Harry dormir. . de producir graves perdidas de conciencia . . estaba caliente y cómodo en su sillón ante el fuego, con la lluvia todavía pegando pesadamente en los cristales de la ventana, Crookshanks ronroneando, y el crujir de las llamas. El libro se deslizó del flojo apretón de Harry y aterrizó con un ruido sordo embotado en la alfombra de la chimenea. Su cabeza colgó de lado. Estaba caminando una vez más a lo largo de un corredor sin ventanas, sus pasos haciendo eco en el silencio. Mientras la puerta al final del pasaje surgía amenazadoramente grande, su corazón latía más rápido con la excitación. si sólo pudiera abrirla. entrar más allá. Estiró la mano. las yemas de sus dedos estaban a pulgadas de ella. -¡Harry Potter, señor!Se despertó con un sobresalto. Todas las velas se habían extinguido en la sala común, pero había algo moviéndose cerca. -¿Quién está ahí?- preguntó Harry, sentándose derecho en su silla. El fuego casi estaba apagado, el cuarto estaba muy oscuro. -¡Dobby tiene su lechuza, señor!- expresó una voz chirriante. -¿Dobby?- murmuró Harry con voz poco clara, mirando detenidamente a través de la oscuridad hacia la fuente de la voz. Dobby, el elfo doméstico, estaba parado al lado de la mesa en que Hermione había dejado media docena de sus sombreros tejidos. Sus grandes y puntiagudas orejas estaban ahora sobresaliendo por abajo de lo que parecían ser todos los sombreros que Hermione hubiera tejido alguna vez; llevaba puesto uno encima del otro, de modo que su cabeza parecía agrandada por dos o tres pies, y en el más alto estaba sentada Hedwig, ululando serenamente y obviamente curada. -Dobby se ofreció para devolver la lechuza de Harry Potter- explicó el elfo, con una mirada de indudable adoración en su cara-. La profesora Grubbly-Plank dice que está muy bien ahora, señor- se hundió en una reverencia tan profunda que su nariz en forma de lápiz cepilló la superficie raída de la alfombra de la chimenea y Hedwig ululó indignada y aleteó sobre el brazo de la silla de Harry. -¡Gracias, Dobby!- dijo Harry, acariciando la cabeza de Hedwig y pestañeando mucho, intentando librarse de la imagen de la puerta en su sueño. había sido muy vívida. Inspeccionando a Dobby más estrechamente, notó que el elfo también estaba usando varias bufandas e innumerables calcetines, de modo que sus pies parecían demasiado grandes para su cuerpo. -Er. ¿has estado tomando toda la ropa que Hermione ha dejado?-Oh, no, señor- contestó Dobby alegremente-. Dobby ha estado tomando algunas para Winky también, señor.- ¿Sí, cómo está Winky?- se interesó Harry. Las orejas de Dobby se inclinaron ligeramente. - Winky todavía está bebiendo mucho, señor- contestó tristemente, sus ojos verdes redondos y enormes, grandes como pelotas de tenis, se inclinaron hacia abajo-. A ella todavía no le preocupa la ropa, Harry Potter. Ni tampoco a los otros elfos domésticos. Ninguno de ellos limpiará más la Torre de Gryffindor, no con los sombreros y calcetines escondidos por todas partes, los encuentran insultantes, señor. Dobby lo hace todo, señor, pero a Dobby no le importa, señor, porque siempre espera encontrarse a Harry Potter, ¡y esta noche, señor, se le cumplió su deseo!- Dobby se hundió de nuevo en una reverencia profunda-. Pero Harry Potter no parece feliz- continuó Dobby, enderezándose de nuevo y mirando a Harry tímidamente-. Dobby le oyó murmurar en su sueño. ¿Harry Potter estaba teniendo malos sueños?" -No realmente malos- contestó Harry, bostezando y frotando sus ojos-. Los he tenido peores.El elfo inspeccionó a Harry con sus inmensos ojos semejantes a esferas. Entonces dijo muy en serio, inclinando sus orejas:-Dobby desearía poder ayudar a Harry Potter, porque Harry Potter puso en libertad a Dobby y Dobby es muy, muy feliz ahora.Harry sonrió. -No puedes ayudarme, Dobby, pero gracias por la oferta.Se inclinó y recogió su libro de Pociones . Tendría que intentar terminar el ensayo mañana. Cerró el tomo y cuando lo hizo la luz del fuego iluminó las blancas y delgadas cicatrices en el dorso de su mano, resultado de sus detenciones con Umbridge.-Espera un momento, hay algo puedes hacer por mí, Dobby- declaró Harry despacio. El elfo giro su cabeza para mirarlo, radiante. -¡Nómbrelo, Harry Potter, señor!-Necesito encontrar un lugar dónde veintiocho personas puedan practicar Defensa Contra las Artes Oscuras sin ser descubiertas por ninguno de los profesores. Especialmente- Harry apretó su mano en el libro, para que las cicatrices brillaran con un blanco perlado-, la Profesora Umbridge.Esperaba que la sonrisa del elfo desapareciera, que sus orejas se inclinasen; esperaba que le dijera que era imposible, o que intentaría encontrar algún lugar, pero sus esperanzas no eran altas. Lo que no había esperado era que Dobby diera un pequeño salto, que sus orejas se menearan alegremente, y que aplaudiera. -¡Dobby conoce el lugar perfecto, señor!- exclamó alegremente-. Dobby oyó la historia de los otros elfos domésticos cuando vino a Hogwarts, señor. ¡Es conocido por nosotros como el Cuarto que viene y va, señor, o como el Cuarto del Requisito!" -¿Por qué?- preguntó Harry con curiosidad. -Porque es un cuarto en que las personas sólo pueden entrar- contestó Dobby seriamente-, cuando tienen una necesidad real de él. A veces está allí, y a veces no lo está, pero cuando aparece siempre está equipado para las necesidades del buscador. Dobby lo ha usado, señor- confesó el elfo, bajando la voz y luciendo culpable-, cuando Winky ha estado muy ebria; él la ha escondido en el Cuarto del Requisito y ha encontrado allí los antídotos para la cerveza de mantequilla, y una buena cama tamaño elfo para colocarla encima mientras ella duerme señor. y Dobby sabe que Señor Filch ha encontrado allí materiales extras de limpieza cuando se ha quedado corto, señor, y..... -¿Y si realmente necesitara un baño- inquirió Harry, recordando repentinamente algo que Dumbledore había dicho en el baile de Navidad, la Navidad anterior-,¿se llenaría con urinarios? -Dobby supone que sí, señor- respondió Dobby, asintiendo seriamente-. Es un cuarto muy asombroso, señor.-¿Cuántas personas saben sobre él?- interrogó Harry, sentándose más erguido en su silla. -Muy pocos, señor. Mayormente las personas tropiezan con el cuando lo necesitan, señor, pero a menudo nunca lo encuentran nuevamente, porque no saben que está esperando allí siempre a ser llamado al servicio, señor. -Suena brillante- comentó Harry, con su corazón acelerándose-. Suena perfecto, Dobby. ¿Cuándo puedes mostrarme dónde está? -Cuando quiera, Harry Potter, señor- respondió Dobby, luciendo encantado por el entusiasmo de Harry-. ¡Podríamos ir ahora, si gusta!Por un momento Harry estuvo tentado a ir con Dobby. Estaba a mitad de camino fuera de su asiento, proponiéndose darse prisa y subir por su Capa de Invisibilidad cuando, no por primera vez, una voz muy parecida a la de Hermione susurró en su oído: 'imprudente'. Después de todo, era muy tarde, estaba exhausto, y tenía el ensayo de Snape por terminar. -No esta noche, Dobby- denegó Harry con renuencia, hundiéndose de nuevo en su silla-. Esto es muy importante. no quiero arruinarlo, necesitará una planificación apropiada. Escucha, ¿puedes sólo decirme exactamente dónde esta el Cuarto del Requisito, y cómo entrar allí?*** Sus túnicas ondularon y se arremolinaron alrededor de ellos cuando chapotearon por el inundado camino de vegetales hacia la clase doble de Herbología, donde apenas podían oír lo qué la Profesor Sprout estaba diciendo ante el fuerte martilleo de gotas de lluvia como piedras de granizo sobre el techo del invernadero. Las lecciones de Cuidado de Criaturas Mágica de la tarde fueron rehubicadas de las tierras barridas por la tormenta hasta un aula libre en la planta baja y, para su gran alivio, Angelina había buscado a su equipo en el almuerzo para decirles que la práctica de Quidditch estaba cancelada. -Bien- expresó Harry quedamente, cuando se lo informó-, porque hemos encontrado un lugar para tener nuestra primera reunión de Defensa. Esta noche, a las ocho en punto, en el séptimo piso, frente al tapiz donde Barnabás el Loco esta siendo apaleado por esos trolls. ¿Puedes informarles a Katie y Alicia? Pareció que la había tomado ligeramente desprevenida, pero prometió decirle a los demás. Harry regreso hambriento a sus salchichas y puré. Cuando levantó la vista para tomar su jugo de calabaza, se encontró a Hermione mirándolo. -¿Qué?- preguntó con voz densa. -Bueno. es sólo que los planes de Dobby no siempre son seguros. ¿No recuerdas cuándo te hizo perder todos los huesos del brazo?-Este cuarto no es sólo alguna idea loca de Dobby; Dumbledore también sabe sobre él, me lo mencionó en el baile de navidad.La expresión de Hermione se iluminó. -¿Dumbledore te habló sobre el cuarto?-Sólo de pasada- contestó Harry, encogiéndose de hombros. -Oh, todo esta bien entonces- replicó Hermione vivamente y no levantó ninguna otra objeción. Junto con Ron habían pasado la mayor parte del día buscando a las personas que habían puesto sus nombres en la lista en La Cabeza del Cerdo, informándoles dónde encontrarse esa tarde. Ante una ligera decepción de Harry, fue Ginny quien se las arreglo para encontrar a Cho Chang y su amiga primero; al termino de la cena, estaba seguro que la noticia se había pasado a cada una de las veinticinco personas que se habían presentado en La Cabeza del Cerdo. A las siete y media de la noche Harry, Ron y Hermione dejaron la sala común de Gryffindor, el primero empuñando cierto pedazo de pergamino viejo en su mano. A los de quinto año se les permitía estar en los corredores hasta las nueve, pero aún así los tres siguieron mirando alrededor nerviosamente mientras se encaminaban a lo largo del séptimo piso. -Esperen- advirtió Harry, desplegando el pedazo de pergamino en la cima de la última escalera, dándole golpecitos con su varita y murmurando-, juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.Un mapa de Hogwarts apareció en la pálida superficie del pergamino. Los negros y diminutos puntos móviles, etiquetados con los nombres, mostraban la localización de varias personas.-Filch está en el segundo piso- comentó Harry, sosteniendo el mapa cerca de sus ojos-, y la Señora Norris está en el cuarto. -¿Y Umbridge?- preguntó Hermione ansiosamente. -En su oficina- contestó Harry, señalando-.OK, vamos. Se apresuraron a lo largo del corredor hacia el lugar que Dobby le había descrito a Harry, un tramo de pared pálida opuesta a un tapiz enorme que pintaba el tonto esfuerzo de Barnabas el Loco por entrenar a los trolls para el ballet. -Bien- dijo Harry quedamente, mientras un troll apolillado hizo una pausa en su implacable apaleo al supuesto profesor de ballet para mirarlos-. Dobby mencionó que debíamos pasar caminando por este pedazo de pared tres veces, concentrándonos con fuerza en lo que necesitamos.Así lo hicieron, girando repentinamente en la ventana, sólo un poco más allá del tramo desnudo de pared, y luego al lado contrario en el jarrón del tamaño de un hombre. Ron había cerrado sus ojos en concentración; Hermione estaba susurrando algo en voz baja; los puños de Harry estaban apretados mientras miraba fijamente hacia adelante."Necesitamos un lugar donde aprender a luchar". pensó. "Solo danos un lugar para practicar. un lugar donde ellos no puedan encontrarnos." -¡Harry!- exclamó Hermione agudamente, cuando giraron por tercera vez. Una puerta sumamente pulida había aparecido en la pared. Ron estaba mirándola fijamente, luciendo levemente desconfiado. Harry extendió la mano, tomó el picaporte de bronce, tiró para abrirla y los guió hacia el interior de un espacioso cuarto, iluminado con antorchas titilantes similares a las que alumbraban los calabozos ocho pisos más abajo.. Las paredes estaban forradas con estantes de madera con libros y en lugar de sillas había grandes almohadones de seda en el suelo. Una serie de estantes en el extremo más lejano del cuarto contenía una variada gama de instrumentos como chivatoscopios, Sensores de lo Oculto y un gran y resquebrajado Reflector de Enemigos, que Harry estaba seguro había estado colgado, el año anterior, en la oficina del falso Moody. -Éstos estarán bien para cuando estemos practicando el Encantamiento Aturdidor- comentó Ron con entusiasmo, golpeando uno de los cojines con su pie. -¡Y miren estos libros!- exclamó Hermione con excitación, pasando un dedo a lo largo de los lomos de los grandes tomos encuadernados en cuero-. "Un Compendio de Maldiciones Comunes y Acciones de Contraataque". "Engañando a Las Artes Oscuras"."Hechizos de Auto-Defensa". estupendo.- giró la cabeza hacia Harry, con la cara brillante, y éste supo que la presencia de centenares de libros había convencido finalmente a Hermione de que lo que estaban haciendo era correcto-. ¡Harry, esto es maravilloso, aquí está todo lo que necesitamos !Y sin dificultad deslizó "Maleficios para los Hechizados" de su estante, se hundió en el cojín más cercano y empezó a leer. Hubo un golpe suave en la puerta. Harry giró la cabeza. Ginny, Neville, Lavender, Parvati y Dean habían llegado. -Wow- dijo Dean, mirando fijamente alrededor, impresionado-. ¿Qué es este lugar? Harry empezó a explicar, pero antes que hubiera terminado más personas habían llegado y tenía que comenzar de nuevo. Para cuando las ocho en punto llegaron, cada cojín estaba ocupado. Harry se desplazó hacia la puerta y dio vuelta a la llave que sobresalía de la cerradura; está hizo un satisfactorio clic y todos se quedaron callados, mirándolo. Hermione marcó cuidadosamente su página de "Maleficios para los Hechizados" y apartó el libro.. -Bien- comenzó Harry, ligeramente nervioso-. Éste es el lugar que hemos encontrado para las sesiones de práctica, y ustedes han....er.....obviamente lo han encontrado aceptable. -¡Es fantástico!- exclamó Cho, y varias personas murmuraron su conformidad. -Es raro- comentó Fred, frunciendo el entrecejo mirando alrededor del cuarto-. Una vez nos escondimos aquí de Filch , ¿recuerdas, George? Pero entonces era un simple armario para escobas.-Eh, Harry, ¿que son estas cosas?- le preguntó Dean desde el fondo del cuarto, indicando los chivatoscopios y el Reflector de Enemigos. -Detectores de Oscuridad- respondió Harry, caminando entre los cojines para alcanzarlos-. Básicamente todos muestran cuando Magos Oscuros o enemigos están alrededor, pero no debes confiar demasiado en ellos, pueden ser engañados.Miró fijamente por un momento el Reflector de Enemigos resquebrajado; figuras oscuras estaban moviéndose dentro de él, aunque ninguno era reconocible. Volvió la espalda al reflector. -Bien, he estado pensando sobre lo que debemos hacer primero y..... er- notó una mano levantada-. ¿Qué, Hermione?-Pienso que primero debemos elegir un líder- propuso Hermione. -El líder es Harry- dijo Cho en seguida, mirando a Hermione como si ella estuviera loca. El estómago de Harry dio un vuelco. -Sí, pero pienso que debemos votar apropiadamente por él- replicó Hermione, imperturbable-. Lo hace formal y le da autoridad. Así que...¿todos los que piensan que Harry debe ser nuestro líder?Todos elevaron su mano, incluso Zacharias Smith, aunque lo hizo con poco entusiasmo. -Er......correcto, gracias- musitó Harry, que podía sentir su cara ardiendo-. Y... ¿Qué Hermione? -También creo que debemos tener un nombre- dijo alegremente, su mano todavía en el aire-. Promovería un sentimiento de espíritu de equipo y unidad, ¿no lo piensas? -¿Podemos ser la Liga Anti-Umbridge?- propuso Angelina esperanzadamente. -¿O el Ministerio de Magia son un Grupo de Atrasados Mentales ?- sugirió Fred. -Estaba pensando- habló Hermione, frunciendo el entrecejo a Fred-, más bien en un nombre que no le diga a todo el mundo de qué se trata, para que nos podamos referir a él sin peligro fuera de las reuniones.-¿La Asociación de la Defensa?- dijo Cho-. La AD para acortar, así nadie sabrá sobre qué estamos hablando.-Sí, AD está bien- concordó Ginny-. Sólo respaldémoslo por la Armada de Dumbledore, porque ese es el peor miedo del Ministerio,¿ verdad? Hubo un murmullo de risas y elogios ante esto. -¿Todos a favor del AD?- preguntó Hermione con aire mandón, arrodillándose en su cojín para contar-. Eso es mayoría.....¡moción aprobada!Clavó el pedazo de pergamino con todas sus firmas sobre la pared y escribió por encima en grandes letras -¿Bien?- dijo Harry, cuándo ella se había sentado de nuevo-. ¿Vamos a practicar entonces? Estaba pensando, lo primero que debemos practicar es Expelliarmus, ya saben, el Encantamiento de Desarme. Sé que es bastante básico pero lo he encontrado muy útil.-Oh, por favor- comentó Zacharias Smith, rodando sus ojos y plegando sus brazos-. No pienso que Expelliarmus vaya precisamente a ayudarnos contra Tú-Sabes-Quién, ¿no?-Yo lo he usado contra él- señaló Harry quedamente-. Salvó mi vida en junio.Smith abrió la boca estúpidamente. El resto del cuarto estaba muy callado. -Pero si piensas que está por debajo de ti, puedes salir- ofreció Harry. Smith no se movió. Ni lo hicieron los demás. -Bien- dijo Harry, su boca ligeramente más seca de lo habitual con todos esos ojos sobre él-, creo que deberíamos dividirnos en parejas y practicar. Se sentía muy raro dando instrucciones, pero no tan raro como viéndolos llevarlas a cabo. Todos se pusieron en seguida de pie y se dividieron. Previsiblemente, Neville fue dejado sin compañero. - Puedes practicar conmigo- le dijo Harry-. Bien, a la cuenta de tres entonces; uno, dos, tres.El cuarto repentinamente se llenó de gritos de Expelliarmus. Las varitas volaron en todas las direcciones; los hechizos errados dieron contra los libros en los estantes y los enviaron volando por el aire. Harry fue demasiado rápido para Neville cuya varita salió dando vueltas de su mano, pegó en el techo en una lluvia de chispas y aterrizó con estrépito encima de un estante del cual Harry la recuperó con un Encantamiento Convocador. Echando un vistazo alrededor, pensó que había tenido razón en hacer que practicaran los fundamentos primero; abundaban los hechizos de mala calidad; muchas personas no estaban teniendo éxito desarmando a sus oponentes completamente, apenas les hacían retroceder unos pasos o sobresaltarse con un hechizo débil que pasaba a toda velocidad sobre ellas. ¡Expelliarmus! -exclamó Neville en dirección de Harry, que tomado desprevenido, hizo volar su varita fuera de su mano. -¡LO HICE! - gritó Neville alegremente-. Nunca lo había hecho antes....¡LO HICE!-¡Bien!- lo alentó Harry, decidiendo no señalar que en un duelo real era improbable que el oponente de Neville estuviera mirando fijamente en dirección opuesta con su varita agarrada flojamente a su lado-. Escucha, Neville, ¿puedes tomar turnos para practicar con Ron y Hermione durante un par de minutos para que yo puedo dar una vuelta y ver cómo lo están haciendo los demás?Harry se dirigió hacia el centro del cuarto. Algo muy extraño le estaba pasando a Zacharias Smith. Cada vez que abría la boca para desarmar a Anthony Goldstein, su propia varita volaba fuera de su mano, aunque Anthony no parecía estar emitiendo algún sonido. Harry no tuvo que mirar muy lejos para resolver el misterio: Fred y George estaban a varios pies de Smith, tomando turnos para apuntar sus varitas a su espalda. -Disculpa, Harry- dijo George apresuradamente, cuando Harry capturó su mirada-. No pude resistirlo.Harry dio unas vueltas alrededor de las otras parejas, intentando corregir a aquellos que estaban haciendo mal el hechizo. Ginny hacía equipo con Michael Corner; lo estaba haciendo muy bien, mientras que Michael o era muy malo o no quería hechizarla. Ernie Macmillan estaba blandiendo su varita innecesariamente, dando tiempo a su compañero para ponerse en guardia; los hermanos Creevey estaban entusiasmados pero erráticos y eran los principales responsables de que todos los libros saltaran fuera de los estantes a su alrededor; Luna Lovegood estaba igual de irregular, ocasionalmente haciendo que la varita de Justin Finch-Fletchley saliera dando vueltas fuera de su mano, otros veces sólo causando que su pelo se pusiera de punta. -¡OK, alto!- gritó Harry-. ¡Deténganse! ¡DETÉNGANSE! "Necesito un silbato" pensó, e inmediatamente descubrió uno que estaba encima de la fila más cercana de libros. Lo levantó y sopló fuerte. Todos bajaron sus varitas. -Eso no estuvo mal- comentó Harry-, pero definitivamente se puede mejorar-. Zacharias Smith lo miró con fiereza- Intentémoslo de nuevo.Nuevamente se puso en marcha alrededor del cuarto, deteniéndose aquí y allá para hacer sugerencias. Lentamente, el desempeño general mejoró. Durante algún tiempo evitó acercarse de Cho y su amiga, pero después de dar un par de vueltas alrededor de cada una de las otras parejas en el cuarto, sintió que no podía ignorarlas más. -¡Oh no!- exclamó Cho bastante exageradamente cuando él se acercó-. ¡Expelliarmious! ,quiero decir, Expellimellius't't....¡ oh, lo siento, Marietta!La manga de su amiga de cabello rizado se había prendido fuego; Marietta lo extinguió con su propia varita y miró con fiereza a Harry como si fuera su culpa. -¡Me pusiste nerviosa, lo estaba haciendo bien antes!- aseguró Cho con tristeza -Eso estuvo bastante bien- mintió Harry, pero cuando ella levantó las cejas rectificó-. Bien, no, estuvo terrible, pero sé que puedes hacerlo correctamente, te estaba mirando desde allí. Ella se rió. Su amiga Marietta los miró bastante agriamente y se alejó. -No te molestes- murmuró Cho. Realmente no quiere estar aquí pero yo la hice venir conmigo. Sus padres le han prohibido que haga algo que pudiera enfadar a Umbridge. Veras, su mamá trabaja para el Ministerio.-¿Qué hay sobre tus padres?- le preguntó Harry. -Bien, ellos me han prohibido ponerme en contra de Umbridge también- explicó Cho, sonriendo orgullosamente-. Pero si piensan que no voy a luchar contra Tú-Sabes-Quién después de lo que le pasó a Cédric.....Se interrumpió, luciendo mas bien desconcertada, y un silencio embarazoso descendió entre ellos; la varita de Terry Boot pasó zumbando por la oreja de Harry y golpeó a Alicia Spinnet con fuerza en la nariz. -¡Pues mi papá está muy a favor de cualquier acción anti-Ministerio!- comentó orgullosamente Luna Lovegood justo detrás de Harry; evidentemente había estado escuchando a escondidas su conversación mientras Justin Finch-Fletchley intentaba desenbarazarse de la túnica que había volado encima de su cabeza-. Siempre está diciendo que creería cualquier cosa de Fudge; ¡quiero decir, con el número de duendes que ha asesinado! Y claro, usa la Sección de Misterios para desarrollar venenos terribles que da en secreto a cualquiera que discrepa con él. Y luego están sus Umgubular Slashkilter-No preguntes- murmuró Harry a Cho cuando abrió la boca, luciendo confundida. Ella lanzó una risita. -Eh, Harry- llamó Hermione desde el otro extremo del cuarto- ¿Has verificado el tiempo?Miró hacia abajo a su reloj y se sobresalto al ver que ya habían pasado diez minutos de las nueve, lo que significaba que necesitarían volver inmediatamente a sus salas comunes o correr el riesgo de ser capturados y castigados por Filch por estar fuera después de la hora. Sopló su silbato; todo el mundo paró de gritar "Expelliannus" y el último par de varitas resonaron en el suelo. -Bien, estuvo bastante bien- los animó Harry-, pero nos hemos excedido, mejor dejémoslo hasta aquí.¿A la misma hora, en el mismo lugar. la próxima semana?-¡Antes!- pidió Dean Thomas ávidamente y muchas personas asintieron su acuerdo. Angelina, sin embargo, habló rápidamente-¡La temporada de Quidditch esta por empezar, y necesitamos que el equipo también practique!-Digamos el próximo miércoles a la noche, entonces- dicidió Harry-. Podemos decidir entonces sobre reuniones adicionales. Vamos, es mejor que empecemos a irnos. Sacó el Mapa Merodeador de nuevo y lo inspeccionó cuidadosamente por si había señales de profesores en el séptimo piso. Les permitió irse en grupos de tres y cuatro, mirando sus diminutos puntos ansiosamente para verificar que regresaran sin peligro a sus dormitorios: los de Hufflepuffs al corredor del sótano que también llevaba a las cocinas; los de Ravenclaws a una torre en el lado oriental del castillo, y los de Gryffindors a lo largo del corredor del retrato de la Dama Gorda. -Estuvo realmente muy bien, Harry- lo felicitó Hermione, cuando finalmente solo quedaron ella, Harry y Ron. -¡Sí, lo estuvo!- agregó Ron con entusiasmo, cuando se deslizaron fuera de la puerta y la vieron fundirse de nuevo en la piedra detrás de ellos-. ¿Me viste desarmar a Hermione, Harry?-Sólo una vez- acotó Hermione molesta-. Yo te desarme muchas más veces que tú a mí -No lo conseguí sólo una vez, lo hice por lo menos tres veces.-Bien, si estás contando la vez en que tropezaste con tus propios pies y golpeaste mi varita arrancándola de mi mano. Discutieron todo el camino de regreso a la sala común, pero Harry no estaba escuchándolos. Tenía un ojo en el Mapa Merodeador, pero también estaba pensando en lo que Cho le había dicho.

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