CAPÍTULO 19
El león y la serpiente
Durante las siguientes dos semanas, Harry sintió como si estuviera llevando algún tipo de talismán dentro de su pecho, un radiante secreto que lo hizo soportar las clases de Umbridge y hasta logró hacerlo sonreír suavemente mientras veía sus horribles ojos saltones. Él y la AD resistían bajo sus propias narices, haciendo lo que ella y el Ministerio más temían, y cada vez que supuestamente estaba leyendo el libro de Wilbert Slinkhard durante sus clases, en lugar de eso revivía los satisfactorios recuerdos de sus encuentros más recientes, rememorando cómo Neville había desarmado exitosamente a Hermione, cómo Colin Creveey había dominado la Maldición Obstaculizadora después del duro esfuerzo de tres sesiones, cómo Parvati Patil había hecho un Encantamiento Reductor tan bueno que había reducido la mesa, convirtiendo todos los chivatoscopios que había sobre ella en polvoLe estaba resultando casi imposible designar una noche fija de la semana para las reuniones de la AD, ya que tenían que ubicar tres sesiones de práctica del equipo de Quidditch, las cuales cambiaban frecuentemente de fecha, debido al mal clima; pero no se lamentaba por esto; tenía la impresión de que probablemente era mejor mantener impredecible el momento elegido para las reuniones. Si alguien los estuviera vigilando , le sería muy difícil establecer un patrón.Hermione pronto ideó un método muy inteligente para comunicar la fecha y la hora de la próxima reunión a todos los miembros, en caso que necesitaran cambiarla en muy corto tiempo, pues sería muy sospechoso que, con demasiada frecuencia, personas de diferentes casas fueran vistas cruzando el Gran Comedor y hablando entre si. Dio a cada miembro del AD un Galeón falso (al principio Ron se emocionó mucho cuando vio la cesta, convencido de que les estaba repartiendo oro)-¿Ven las numeraciones alrededor del borde de la moneda?- preguntó Hermione sosteniendo una para examinarla al final de su cuarta reunión. Las monedas lucían gruesas y amarillas a la luz de las antorchas-. En los galeones verdaderos, es simplemente un número de serie que se refiere al gnomo que fundió la moneda. En estas monedas falsas, en cambio, los números cambiarán para reflejar la fecha y la hora de la próxima reunión. La moneda se pondrá caliente cuando la fecha cambie, así que si la llevan en el bolsillo la podrán sentir. Cada cual va a tomar una, y cuando Harry decida la fecha y la hora de la próxima sesión, modificará los números de su moneda, y como les puse un Encantamiento Imitador, las demás lo harán junto con la suya.Un gran silencio siguió a las palabras de Hermione. Miró a su alrededor y vio que todas las caras estaban dirigidas hacia ella, un poco desconcertadas.-Bueno...pensé que sería una buena idea-explicó Hermione vacilante-.Digo, aunque Umbridge nos dijera que le demos la vuelta a nuestros bolsillos, no hay nada sospechoso en llevar un galeón ¿o si? Pero...bien, si no quieren usarlas...-¿Puedes hacer un Encantamiento Imitador?-inquirió Terry Boot-Sí- contestó la aludida.-Pero esos...esos son ejercicios de EXTASIS- musitó débilmente.-OH-comentó Hermione tratando de parecer modesta-OH...sí...eso supongo.-¿Cómo es que no estás en Ravenclaw?- demandó, clavando sus ojos en Hermione con algo parecido a la admiración -¿Con un cerebro como el tuyo?-Oh, el Sombrero Seleccionador consideró seriamente enviarme a Ravenclaw durante mi selección-aclaró Hermione radiante-, pero al final optó por Gryffindor. Entonces, ¿vamos a usar los galeones?Hubo un murmullo de aceptación y todos fueron a tomar uno de la cesta. Harry vio a Hermione su lado.-¿Sabes a qué me recuerda esto?-No. ¿A qué?-A los tatuajes de los mortífagos. Cuando Voldemort toca uno, todos los tatuajes les arden, y así saben que tienen que reunirse con él...-Bueno....sí- confesó Hermione en voz baja-, de ahí es de donde obtuve la idea, pero como te darás cuenta, decidí grabar los datos en trozos de metal y no en la piel de los miembros de nuestra sociedad.-Sí...prefiero tu manera-señaló Harry sonriendo, metiendo su moneda en el bolsillo-.Supongo que el único peligro con éstas es que las gastemos accidentalmente.-No lo creo-intervino Ron, que estaba examinando su propio galeón falso con un aire de profunda tristeza-.No tengo ni un solo galeón de verdad con el cual confundirlo.***Al acercarse el primer partido de la temporada de Quidditcch, Gryffindor contra Slytherin, las reuniones de la AD fueron suspendidas, pues Angelina insistía en entrenar casi a diario. El hecho de que la Copa de Quidditch no hubiera sido conseguida por tanto tiempo añadía considerable interés y entusiasmo por el próximo partido; los Ravenclaws y los Hufflepuffs tenían mucho interés en el resultado, pues ellos, por supuesto, jugarían con ambos equipos el próximo año, y los Jefes de Casa de los equipos competidores, aunque intentaran disimularlo fingiendo un espíritu deportivo, estaban decididos a ver a su equipo campeón. Harry se dio cuenta cuanto le importaba a la Profesora McGonagall vencer a Slytherin, cuando se abstuvo de darles tarea la semana antes del partido.-Pienso que ya tienen bastante que hacer por el momento-señaló con altivez. Nadie podía creer lo que oía hasta que miró directamente a Harry y a Ron y dijo-.Estoy acostumbrada a ver la Copa de Quidditch en mi despacho, chicos, y no quiero tener que dársela al Profesor Snape, así que usen el tiempo extra en practicar, ¿Lo harán?Snape no era menos partidario; había reservado el campo de Quidditch para la práctica de Slyterín con tanta frecuencia que los Gryffindor habían tenido dificultades para poder jugar. También estaba haciendo oídos sordos a los muchas quejas de los intentos de Slytherin por lesionar a los jugadores de Gryffindor en los pasillos. Cuando Alicia Spinnet fue a la enfermería con sus cejas creciéndole tan gruesas y tan rápido que le oscurecían la visión y le obstruían la boca, Snape insistió que debió de haber aplicado a si misma el Encantamiento de Crecimiento de Cabello, y se rehusó a escuchar al catorceavo testigo, quien insistía en que había visto al guardameta de Slytherin, Miles Bletchley, echarle un maleficio mientras ella trabajaba en la biblioteca.Harry se sentía optimista acerca de las posibilidades de Gryffindor; después de todo, nunca habían perdido frente al equipo de Malfoy. Había que admitir que Ron aún no llegaba al nivel de Wood, pero estaba trabajando realmente duro para mejorar. Su gran debilidad era su tendencia a peder confianza después de cometer un error; si dejaba entrar un gol se ponía nervioso y de ahí en adelante permitía entrar más goles. Por otra parte, había visto a Ron hacer algunos salvamientos realmente espectaculares cuando estaba en forma; durante una práctica memorable, se había colgado de una mano de su escoba y pateado tan fuerte y tan lejos la quaffle de los aros de gol, que atravesó el campo completo y entró en el aro central del otro lado; el resto del equipo comparó esta jugada con la que había hecho recientemente Barry Ryan, el guardián de la Selección Nacional de Irlanda, contra el cazador polaco, Ladislaw Zamojski. Incluso Fred había dicho que aún podría enorgullecerlos a él y a George y que estaban considerando seriamente admitir que eran parientes, algo que, le aseguraron, habían tratado de negar durante cuatro años.Lo único que preocupaba a Harry era hasta que punto Ron estaba permitiendo que le afectaran las tácticas del equipo de Slytherin para molestarlo, incluso antes de salir al campo. Harry, por supuesto, había soportado sus comentarios insidiosos durante cuatro años, así que los susurros como "Oye, Potty, oí a Warrington jurar que te tiraría de la escoba el sábado", lejos de helarle la sangre, lo hacían reír. "La puntería de Warrington es tan mala, que estaría mas preocupado si se dirigiera a la persona que está a mi lado" contestaba, lo que hacía que Ron y Hermione se rieran, borrándole la sonrisa de la cara a Pansy Parkinson.Pero Ron nunca había soportado una implacable campaña de insultos, burlas e intimidación. Cuando los Slytherins, algunos de ellos de séptimo año y considerablemente mas altos que él, murmuraban mientras pasaban por los corredores "¿Ya reservaste tu cama en la enfermería, Weasley?" no se reía, sino que se ponía de un suave color verde. Cuando Draco Malfoy imitaba a Ron soltando la quaffle (lo cual hacia cada vez que se veían), las orejas de Ron se ponían de un rojo brillante y sus manos temblaban tanto que se le caía todo lo que estuviera sosteniendo en ese momento.Octubre se extinguió en una ráfaga de aire y lluvias torrenciales y Noviembre llegó, frío como acero congelado, con fuertes heladas cada mañana y corrientes de aire gélido que calaban en las manos y cara. El cielo y el techo del Gran Comedor se tornaron de un pálido gris perlado; las montañas alrededor de Hogwarts estaban nevadas y la temperatura dentro del castillo descendió tanto que muchos estudiantes llevaban puestos sus gruesos guantes protectores de piel de dragón en los corredores entre clases.La mañana del partido amaneció brillante y fría. Cuando Harry se despertó miró hacia la cama de Ron y lo vio sentado muy recto, con los brazos alrededor de sus rodillas, observando fijamente al espacio.-¿Estás bien?-preguntó Harry.Ron asintió, pero no habló. Harry recordó la vez que accidentalmente se había echado a si mismo el Encantamiento Vomita Babosas; se veía tan pálido y sudoroso como aquella vez, sin mencionar lo reacio que estaba para abrir la boca.-Lo que necesitas es algo de desayunar-dijo Harry vigorosamente-.Vamos.El Gran Comedor se estaba llenando cuando llegaron, la conversación más fuerte y el ambiente más animado de lo habitual. Mientras pasaban por la mesa de Slytherin hubo un repentino aumento de ruido. Harry miró alrededor y vio que, además de las usuales bufandas y sombreros verdes y plateados, cada uno de ellos llevaba una insignia plateada en forma de algo que parecía una corona. Por alguna razón, muchos de ellos saludaron a Ron, riendo estruendosamente. Harry trató de ver lo que tenían inscrito las insignias mientras pasaban, pero estaba demasiado preocupado tratando que Ron pasara por la mesa lo mas rápido posible como para quedarse el tiempo suficiente para poder leerlas.Recibieron una enardecedora bienvenida en la mesa de Gryffindor, donde todos llevaban el rojo y el dorado, pero esto, lejos de levantar el ánimo de Ron, parecía haber acabado con lo que quedaba de su moral; se dejo caer en la silla más cercana, luciendo como si estuviera frente a su última comida.'I must've been mental to do this,' he said in a croaky whisper. 'Mental.(amiga, mira a ver como traduces esto, a mi me confunde) -No pienses eso - dijo Harry firmemente, pasándole los cereales-.Vas a estar bien. Es normal estar nervioso.-Soy basura - gruñó Ron-.Soy un asco. No puedo jugar ni para salvar mi vida. ¿En qué estaba pensando?-Mantén el control- aconsejó Harry severamente- Mira la parada que hiciste con el pie el otro día, hasta Fred y George dijeron que fue genial.Ron giró un torturado rostro hacia Harry.-Eso fue un accidente- le susurró miserablemente-. No pretendía hacerlo...me resbalé de la escoba mientras nadie me veía y cuando estaba tratando de regresar pateé la Quaffle por casualidad.-Bueno- comentó Harry, recuperándose rápidamente de la desagradable sorpresa -, unos cuantos accidentes más como ese y el juego está en el saco, ¿verdad?Hermione y Ginny se sentaron frente ellos, llevando bufandas, guantes y escarapelas rojo y dorado.-¿Cómo te sientes?- le pregunto Ginny a Ron, quien ahora estaba viendo los desechos de leche en el fondo de su tazón de cereal vació, como si estuviera considerando seriamente tratar de sumergirse en ellos.-Sólo está nervioso- declaró Harry.-Bien, esa es una buena señal, nunca te he visto hacer bien los exámenes si no estás un poco nervioso-comentó Hermione alegremente.-Hola- dijo una voz vaga y distraída detrás de ellos. Harry miró hacia arriba: Luna Lovegood había llegado desde la mesa de Ravenclaw .Muchas personas clavaban sus ojos en ella y unos pocos estaban riendo y señalándola descaradamente; había logrado conseguir un sombrero con la forma de la cabeza de un león de tamaño real, el cual estaba posado precariamente sobre su cabeza.-Estoy apoyando a Gryffindor-declaró Luna, señalando innecesariamente a su sombrero-.Vean lo que hace...Dio un golpecito al sombrero con su varita. El león abrió la boca y dio un rugido muy real que hizo que todos los de alrededor dieran un salto.-¿Es bueno, no?- preguntó Luna alegremente-. Quería que también masticara una serpiente, ya saben, para representar a Slytherin, pero no hubo tiempo. De todas maneras... ¡buena suerte Ronald!Y se fue. Aún no se habían recuperado de la impresión por el sombrero de Luna, cuando Angelina llego apurada, acompañada por Katie y Alicia, cuyas cejas habían sido devueltas a la normalidad por Madame Pomfrey.-Cuando estén listos-les informó-iremos directamente al campo, para comprobar las condiciones y cambiarnos.-Estaremos ahí en un momento-le aseguró Harry-Ron sólo va a tomar algo para desayunar.Sin embargo, luego de diez minutos resultó claro que Ron no era capaz de comer nada más y Harry pensó que era mejor llevarlo a los vestuarios. Mientras se levantaban de la mesa, Hermione se paró también y tomando a Harry por un brazo lo llevó aparte.-No dejes que Ron vea lo que dicen las insignias de Slytherin-le susurro rápidamente.Harry la miro interrogante, pero ella movió la cabeza avisándole; Ron deambulaba hacia ellos, parecía perdido y desesperado.-Buena suerte Ron-dijo Hermione, parándose de puntitas y dándole un beso en la mejilla-.Y para ti también Harry.Ron pareció volver en si ligeramente mientras caminaban de regreso a través del Gran Comedor. Se tocó el punto donde Hermione le había dado el beso, lucía desconcertado, como si no estuviera muy seguro de lo que acababa de pasar. Se veía demasiado distraído para notar lo que pasaba a su alrededor, pero Harry le lanzó una mirada de curiosidad a las insignias en forma de corona mientras pasaban por la mesa de Slytherin y esta vez distinguió las palabras grabadas en ellas.Con el desagradable presentimiento de que esto no podía significar nada bueno, apresuro a Ron para salir al Vestíbulo de Entrada, bajando los escalones de piedra y saliendo hacia el aire frío.El césped congelado crujía bajo sus pies mientras se apresuraban bajando por la pendiente del prado hacia el estadio. No había viento y el cielo era de un uniforme blanco perlado, lo que significaba que la visibilidad sería buena sin el inconveniente de que la luz del sol les diera directo sobre los ojos. Harry le señaló todos estos alentadores factores a Ron mientras caminaban, pero no estaba seguro de que lo estuviera escuchando.Angelina ya se había cambiado y le hablaba al resto del equipo cuando llegaron. Harry y Ron se pusieron sus túnicas (Ron intento hacerlo con el frente hacia atrás durante varios minutos hasta que Alicia se apiado y le fue a ayudar), después se sentaron para escuchar la arenga previa al partido al tiempo que las voces de afuera se hacían cada vez mas fuertes mientras la multitud salía del castillo en dirección al estadio.-Bien, me acabo de enterar de la alineación final de Slytherin-comenzó Angelina consultando un pedazo de pergamino-.Los golpeadores del año pasado, Derrick y Bole ya se fueron pero parece que Montague los reemplazo con los usuales gorilas, ninguno de los cuales puede volar particularmente bien. Son dos tipos llamados Crabbe y Goyle, no se mucho sobre ellos...-Nosotros sí-dijeron Harry y Ron al unísono.-No parecen demasiado listos para diferenciar una punta de la escoba de la otra- comentó Angelina, guardando el pergamino-.Pero siempre me sorprendió que Derrick y Bole fueran capaces de encontrar el camino hacia el campo sin indicaciones.-Crabbe y Goyle son del mismo molde- le aseguró Harry.Podían escuchar cientos de pisadas subiendo las tribunas hacia las graderías para los espectadores. Algunos estaban cantando, pero Harry no entendía las palabras. Comenzaba a sentirse nervioso, pero sabía que sus mariposas eran nada comparadas con las de Ron, que se estaba apretando firmemente el estomago y mirando fijamente hacia adelante de nuevo, con la mandíbula encajada y su piel gris pálido.-Ya es hora-informó Angelina en voz baja, consultando su reloj-.Vamos todos...buena suerte.El equipo se levantó, se echaron sus escobas al hombro y salieron en fila de los vestuarios hacia la deslumbrante luz del sol. Los recibió un bramido de la multitud en el que Harry aún podía escuchar cantar, a pesar de que era amortiguado por las ovaciones y los silbidos. El equipo de Slytherin ya estaba ahí esperándolos. Ellos también llevaban esas insignias plateadas en forma de corona. El nuevo capitán, Montague, tenía la misma complexión que Dudley Dursley, con grandes antebrazos parecidos a jamones peludos. Detrás de él estaban Crabbe y Goyle, casi igual de grandes, parpadeando estúpidamente a la luz del sol y balanceando sus nuevos bates de golpeador. Malfoy estaba de pie a un lado, la luz solar reflejándose en su cabello rubio platinado. Captó la mirada de Harry, y sonriendo burlonamente golpeó ligeramente la insignia con forma de corona sobre su pecho.-Capitanes, dense la mano- ordenó Madame Hooch, que fungía de arbitro, mientras Angelina y Montague se acercaban. Harry podría asegurar que Montague trataba de romper los dedos de Angelina, a pesar de que ella no hizo ningún gesto.-Monten sus escobas...Madame Hooch se llevó su silbato a la boca y sopló. Las pelotas fueron liberadas y los catorce jugadores subieron disparados. Por el rabillo del ojo, Harry vio a Ron dirigirse hacia los postes de gol. Luego subió mas alto, esquivando una bludger y dando una vuelta alrededor del campo, buscando un destello dorado; en el otro lado del estadio, Draco Malfoy estaba haciendo exactamente lo mismo.-Y es Jhonson...Jhonson con la quaffle, que jugadora es esta chica, llevo diciéndolo años y ella aún no sale conmigo...-¡JORDAN!-gritó la profesora McGonagall.-Es solo algo divertido, profesora, añade un poco de interés...y esquiva a Warrington, pasa a Montague, ella ha...¡ouch!...sido golpeada por detrás con una bludger de Crabbe...Montague atrapa la quaffle, Montague por el campo y...bonita bludger por George Weasley, esa es una bludger a la cabeza de Montague, suelta la quaffle, la atrapa Katie Bell, Katie Bell de Gryffindor da un pase de revés a Alicia Spinnet y Spinnet está fuera...El comentario de Lee Jordan resonó por todo el estadio y Harry escuchó todo cuanto pudo, con el viento silbándole en los oídos y la ruido de la multitud, todos gritando, abucheando y cantando.-Esquiva a Warrington, evita una bludger...estuvo cerca Alicia...y la multitud adora esto, sólo escuchen ¿Qué es lo que están cantando?Y mientras Lee hacía una pausa para escuchar, la canción se escuchó mas fuerte y claro desde el mar de verde y plata en la sección de gradas de Slytherin:Weasley no puede bloquear un solo aroNo puede parar nadaPor eso en Slytherin todos cantamosWeasley es nuestro ReyWeasley nació en un basureroSiempre deja entrar la quaffleWeasley se asegurará de que nosotros ganemosWeasley es nuestro Rey¡..Y Alicia se la devuelve a Angelina!-gritó Lee, y mientras Harry viraba bruscamente, hirviendo por dentro ante lo que acababa de escuchar, sabía que Lee estaba tratando de ahogar las palabras de la canción-. ¡Vamos! A Angelina...parece que solo le queda al guardameta por esquivar...ELLA T IRA...Y... ahhh.Bletchley, el guardián de Slytherin, había evitado el gol; se la pasó a Warrington quien aceleró con ella, volando en zig-zag entre Alicia y Katie; el canto de abajo se hacia cada vez más y más fuerte, mientras él se acercaba cada vez más a Ron..Weasley es nuestro ReyWeasley es nuestro ReySiempre deja entrar la quaffleWeasley es nuestro ReyHarry no se pudo aguantar: abandonando su búsqueda de la Snitch, dio una vuelta alrededor para ver a Ron, una figura solitaria en la otra parte del campo, suspendido frente a los aros de gol, mientras el gran Warrington iba hacia él.-Y es Warrington con la quaffle, Warrington acercándose para el gol, está fuera del alcance de la bludger con el guardameta enfrente...La canción sonó más alto desde las gradas de Slytherin.Weasley no puede bloquear un solo aroNo puede parar nada.-Así que es la primera prueba para el nuevo guardián de Gryffindor, Weasley, hermano de los golpeadores Fred y George y un nuevo y prometedor talento en el equipo...¡vamos Ron!Pero un grito de gozo llegó desde la zona de Slytherin: Ron se había lanzado como loco, con los brazos extendidos, y la quaffle había pasado entre ellos derecho al aro central.-¡Slytherin anota!-exclamó la voz de Lee entre los vivas y los abucheos de la multitud allá abajo-. Así que van 10-0 a favor de Slytherin...mala suerte Ron.Los Slytherins cantaron aún mas fuerte.Weasley nació en un basureroSiempre deja entrar la quaffle-Y Gryffindor de nuevo en posesión y es Katie Bell a través del campo-chilló Lee valientemente, aunque la canción se escuchaba tan fuerte que difícilmente se lograba oír él.Weasley se asegurara de que nosotros ganemosWeasley es nuestro Rey.-¿Harry, QUÉ ESTAS HACIENDO?-gritó Angelina, pasando a su lado junto a Katie-.¡SIGUE ADELANTE!Harry se dio cuenta que se había quedado suspendido en el aire, mirando el progreso del partido sin pensar en el paradero de la Snitch; horrorizado, se lanzó en picada y comenzó a dar vueltas al campo de nuevo, observando alrededor, tratando de ignorar el coro que ahora retumbaba en el estadio.Weasley es nuestro ReyWeasley es nuestro ReyNo había ni señal de la Snitch por ninguna parte; Malfoy seguía dando vueltas al campo tal y como él lo hacía. Se pasaron el uno a otro a mitad de campo, yendo en direcciones opuestas y Harry escuchó a Malfoy cantando muy fuerte: "Weasley nació en un basurero".-Y es Warrington de nuevo-gritó Lee-que se la pasa a Pucey, Pucey a Spinnet, vamos Angelina, tu lo puedes agarrar...no, no puedes...pero bonita bludger de Fred Weasley, digo George Weasley, oh que importa, uno de ellos, como sea, Warrington suelta la quaffle y Katie Bell...eh...la suelta también...así que Montague con la quaffle, el capitán de Slytherin Montague toma la quaffle y va por el campo,¡vamos Gryffindor, bloquéenlo!Harry se dirigió hacia el medio campo de Slytherin, detrás de los aros de gol, tratando de ignorar lo que sucedía en los postes de Ron. Mientras aceleraba hacia el guardián de Slytherin, escuchó a Bletchley cantando junto con la multitud de abajoWeasley no puede parar nada-¡Y Pucey vuelve a esquivar a Alicia y se dirige hacia los postes, páralo Ron!Harry no tuvo que ver para saber lo que había pasado: hubo un terrible quejido de la parte de Gryffindor y unos cuantos gritos alegres y aplausos de parte de Slytherin. Mirando hacia abajo, Harry pudo observar a Pansy Parkinson de frente hacia las gradas, con la espalda hacia el campo, mientras dirigía a los seguidores de Slytherin, que cantaban:Por eso en Slytherin todos cantamosWeasley es nuestro Rey.Pero 20-0 no era nada, todavía había tiempo para anotar o atrapar la Snitch. Algunos goles y estarían al frente como siempre, Harry se dijo a si mismo, pasando entre los jugadores en persecución de algo brillante que resulto ser la correa del reloj de Montague.Pero Ron dejo entrar dos goles más. Ahora había un poco de pánico en el deseo de Harry de encontrar la Snitch. Si sólo pudiera atraparla pronto y acabar el juego rápido.-Y Katie Bell de Gryffindor esquiva a Pucey, evita a Montague, bonito giro Katie y se la pasa a Jhonson, Angelina Jhonson de Gryffindor toma la quaffle, pasa a Warrington, va hacia los postes, vamos Angelina, ahora...¡GRYFFINDOR MARCA! Van 40-10 a favor de Slytherin y Pucey tiene la quaffle.Harry pudo escuchar el ridículo sombrero de león de Luna rugir entre los vítores de Gryffindor y se sintió aliviado; solo treinta puntos más, no era nada, se podían recuperar fácilmente. Harry esquivó una budgler que Crabbe había mandado en su dirección y siguió en búsqueda de la Snitch por el campo, poniendo un ojo en Malfoy en caso de que diera señales de haberla visto, pero Malfoy, al igual que él, continuaba dando vueltas, buscando infructuosamente...-Pucey se la pasa a Warrington, Warrington a Montague, Montague de vuelta a Pucey...Jhonson interviene, Jhonson toma la quaffle, Jhonson a Bell, esto se ve bien...digo mal...Bell es golpeada por una bludger de parte de Goyle de Slytherin, y Pucey de nuevo en posesión...Weasley nació en un basureroSiempre deja entrar la quaffleWeasley se asegurará de que nosotros ganemosPero Harry la había visto al fin: la pequeña y alada Snitch dorada estaba a unos pies del suelo al final del campo de Slytherin. Se lanzó en picada...En cuestión de segundos, Malfoy salía disparado a la izquierda de Harry, un bulto verde y plata casi paralelo a su escoba...La Snitch bordeó la base de uno de los postes de gol y se movió hacia el otro lado de las gradas, cambio de dirección favorable para Malfoy, quien estaba más cerca. Harry empujo su Saeta de Fuego, él y Malfoy estaban ahora cuello con cuello...A unos pocos pies del suelo, Harry soltó su mano derecha de la escoba, alargándola hacia la Snitch...a su derecha, el brazo de Malfoy también estaba extendido, se estaba acercando...Todo se había terminado en dos desesperantes segundos. Los dedos de Harry se cerraron alrededor de la pequeña pelota...las uñas de la mano de Malfoy agarraron el dorso de la mano de Harry sin esperanza...Harry dirigió su escoba hacia arriba, con la rebelde Snitch en su mano y los espectadores de Gryffindor gritaron con aprobación.Estaban salvados, no importaba que Ron hubiera dejado entrar esos goles, nadie lo recordaría ahora que Gryffindor había ganado.WHAMUna bludger golpeó a Harry por la región lumbar y éste salió volando hacia delante fuera de su escoba. Afortunadamente, apenas estaba a unos cinco o seis pies de altura sobre el suelo, pues había bajado para atrapar la Snitch, pero aún así el golpe le quitó el aire mientras aterrizaba con su espalda sobre el campo congelado. Escuchó a Madame Hooch sonar su silbato, un rugido en las gradas compuesto por gritos de enojo y burlas, un silencio y luego la voz frenética de Angelina.-¿Estás bien?-Por supuesto que sí - respondió Harry sonriendo, tomando su mano y permitiéndole que lo ayudara a ponerse de pie. Madame Hooch se acercaba a uno de los jugadores de Slytherin detrás de él, pero desde ese ángulo no podía ver quién era.-Fue ese tipo, Crabbe- aclaró Angelina enojada- golpeó esa bludger hacia ti en el momento que vio que tenías la Snitch... ¡pero ganamos Harry, ganamos!Harry escuchó un resoplido detrás de él y se giró, aún sosteniendo la Snitch en su mano firmemente: Draco Malfoy había aterrizado cerca. Con su cara blanca de furia empezó a hablar:-¿Salvaste el cuello de Weasley ,no es cierto?-le dijo a Harry-.Nunca había visto a un guardián tan malo...pero en fin, él nació en un basurero...¿te gustó mi lírica, Potter?Harry no respondió. Se había volteado para reunirse con el resto del equipo que estaban aterrizando uno a uno, golpeando el aire con triunfo; todos menos Ron, que había desmontado su escoba cerca de los postes de gol y parecía ir hacia los vestuarios solo.-¡Queríamos escribir otro par de versos!- señaló Malfoy mientras Katie y Alicia abrazaban a Harry-Pero no pudimos encontrar rimas para gorda y fea...queríamos cantar sobre su madre, ya sabes...-¡Vete a la porra!-intervino Angelina, dirigiendo a Malfoy una mirada de disgusto.-Tampoco pudimos poner inútil perdedor ...por su padre, ya sabes...Fred y George se dieron cuenta de lo que estaba hablando Malfoy. A mitad de camino para saludar a Harry, se pusieron tiesos, mirando a Draco.-¡Déjalo!-dijo Angelina, tomando a Fred por el brazo-Déjalo Fred, déjalo que grite, solo está enojado porque perdieron...-Pero a ti te gustan los Weasley,¿verdad Potter?-continuó Malfoy resoplando-.Pasas con ellos las vacaciones y todo, ¿verdad? No sé cómo puedes estar en la peste, pero supongo que después de haber sido criado con muggles, hasta la casucha de los Weasley está bien.Harry trató de agarrar a George. Mientras tanto, Angelina, Alicia y Katie combinaban sus esfuerzos para evitar que Fred se lanzara sobre Malfoy, quien se estaba riendo abiertamente. Harry miró alrededor buscando a Madame Hooch, pero ella seguía reprendiendo a Crabbe por su ataque ilegal con la bludger.-O tal vez-dijo Malfoy, lanzándole una mirada mientras retrocedía-, puedas recordar como olía la casa de tu madre, Potter, y la pocilga de los Weasley quizás te la traiga a la memoria...Harry no fue consciente de haber soltado a George, lo único que supo fue que al segundo siguiente, los dos estaban corriendo hacia Malfoy. Se había olvidado completamente que todos los profesores estaban mirando: lo único que quería era causarle a Mafoy todo el dolor posible; sin tiempo para sacar su varita, solo echó hacia atrás el puño en donde tenía apretada la Snitch y lo hundió lo mas fuerte que pudo en el estómago de Malfoy.-¡Harry!¡HARRY!¡GEORGE!¡NO!Podía escuchar las voces de las chicas gritando, a Malfoy gritando, a George maldiciendo, un silbato sonando y a la muchedumbre a su alrededor, pero no le importó. Hasta que alguien de la multitud grito ¡Impedimenta! y se encontró tirado en el suelo de espaldas sujeto por la fuerza del hechizo, no abandonó el intento de golpear cada centímetro de Malfoy que estuviera a su alcance.-¿Qué creen que están haciendo?-gritó Madame Hooch, mientras Harry se ponía de pie; al parecer había sido ella quien lo había golpeado con el Hechizo Obstaculizador; sostenía su silbato en una mano y su varita en la otra, su escoba abandonada a unos metros. Malfoy estaba hecho un ovillo en el suelo, quejándose y gimiendo, con la nariz sangrando; George tenía un labio hinchado; Fred seguía detenido por las tres cazadoras y Crabbe estaba riéndose atrás.-¡Nunca he visto un comportamiento así...de regreso al castillo, ustedes dos, derecho al despacho de su Jefe de Casa!¡Vamos, ahora!Harry y George giraron sobre sus talones y salieron del estadio, los dos jadeando, sin dirigirse la palabra. Los aullidos y las burlas de la multitud se iban extinguiendo cada vez más mientras llegaban al Vestíbulo de Entrada, donde solo podían oír el ruido de sus propios pasos. Harry se dio cuenta que apretaba algo en su mano derecha, con el puño que le había pegado a Malfoy en la mandíbula. Mirando hacia abajo, observó las alas plateadas de la Snitch sobresaliendo por entre sus dedos, luchando para ser liberada.Apenas habían llegado a la puerta del despacho de la Profesora McGonagall cuando ésta llegó caminando por el corredor detrás de ellos. Llevaba una bufanda de Gryffindor, pero se la quito del cuello con manos temblorosas y se dirigió hacia ellos, lívida.-¡Adentro!-dijo con furia, señalando la puerta. Harry y George entraron. Ella camino hasta detenerse detrás de su escritorio dándoles la cara, furiosa, mientras la bufanda de Gryffindor estaba en el suelo a su lado.-Bien-empezó-.Nunca había visto tan vergonzosa exhibición. ¡Dos contra uno!¡Explíquense!-Malfoy nos provocó- declaró Harry fríamente.-¿Los provocó?-gritó la Profesora McGonagall, golpeando con el puño su escritorio, de modo que su lata de tartán se cayó y se abrió, desparramando por el suelo las galletas de jengibre-.-¿Él acaba de perder, o no?¡Por supuesto que quería provocarlos! Pero qué demonios dijo para que justificara que ustedes dos...-Insultó a mis padres-explicó George-. Y a la mamá de Harry.-Pero en vez de dejar que Madame Hooch lo solucionara, ustedes dos decidieron dar una exhibición de duelo muggle-gritó la Profesora McGonagall-.¿Tienen alguna idea de lo que...?-Hem,hemHarry y George giraron en redondo. Dolores Umbridge estaba parada en el umbral de la puerta, envuelta en una capa tweed de color verde, que acentuaba más su aspecto de sapo gigante, y sonriendo de esa horrible y asquerosa manera que Harry no asociaba con nada bueno.-¿Puedo ayudar, Profesora McGonagall?-preguntó la Profesora Umbridge en su más suave y venenosa voz.La sangre se le subió a la cabeza a la Profesora McGonagall.-¿Ayudar?-repitió con voz oprimida-¿A qué se refiere con "ayudar"?La Profesora Umbridge entró en la oficina, aun con su asquerosa sonrisa.-Pensé que usted estaría agradecida con un poquito de autoridad extra.Harry no se hubiera sorprendido en absoluto de ver chispas volando por la nariz de la Profesora McGonagall.-Pensó mal- replicó, dándole la espalda a Umbridge-.Ahora ustedes dos escuchen bien. No me importa que provocación les haya hecho Malfoy, no me interesa si él insultó a cada miembro de familia que tengan; su comportamiento fue desagradable y les voy a dar una semana de castigo.¡No me veas así Potter, te lo buscaste !Y si alguno de ustedes vuelve...-Hem,hemLa Profesora McGonagall cerró los ojos como implorando paciencia mientras volvía su cara hacia la Profesora Umbridge de nuevo.-¿Si?-Pienso que ellos se merecen más que detenciones-declaró Umbridge, sonriendo más ampliamente.Los ojos de la Profesora McGonagall se abrieron.-Pero desafortunadamente-le dijo, intentando devolverle la sonrisa que la hacia parecer como si tuviera la mandíbula encajada -eso es lo que yo pienso que merecen, ya que están en mi casa, Dolores.-Bien, ahora Minerva-contestó la Profesora Umbridge- creo que entenderás que lo que yo piense también cuenta.....¿Dónde está? Cornelius lo acaba de mandar...quiero decir- esbozó una falsa risita mientras buscaba en su bolso-, el Ministro acaba de mandar...ah si...Sacó un pergamino, lo desplegó y aclaró su garganta antes de comenzar a leer.-Hem,hem...Decreto Educacional Numero Veinticinco...-¡No, otro mas!-exclamo violentamente la Profesora McGonagall -Pues si- contestó Umbridge aún sonriendo-. De hecho, Minerva, fuiste quien me hizo ver que necesitábamos otra enmienda. ¿Te acuerdas cómo hiciste caso omiso, cuando yo no estaba dispuesta a permitir que el equipo de Quidditch de Gryffindor se reformara? ¿Cómo le llevaste el caso a Dumbledore, quien insistió en que el equipo debía poder jugar? Pues bien, yo no podía permitir eso. Contacté al Ministro al instante, y estuvo bien de acuerdo conmigo en que el Gran Inquisidor tiene el poder de despojar a los estudiantes de privilegios o ella- quiero decir yo- iba a tener menos autoridad que los maestros comunes! Y ahora puedes ver, ¿verdad Minerva? cuanta razón tenía en intentar impedir que el equipo de Gryffindor se reformase. Esos humores espantosos. Como quiera, estaba leyendo en voz alta nuestra enmienda.hem, hem. A partir de ahora El Gran Inquisidor va a tener autoridad suprema sobre todos los castigos, sanciones y eliminación de privilegios pertenecientes a los estudiantes de Hogwarts, y el poder de alterar tales castigos sanciones y eliminación de privilegios que hayan sido ordenados por otros miembros docentes. Firmada, Cornelius Funge, Ministro de Magia, Orden de Merlín Primera Clase, etc., etc....- Enrolló el pergamino y lo volvió a colocar en su cartera, aún sonriendo.-Entonces. En realidad pienso que voy a tener que suspender a estos dos de jugar Quidditch para siempre-. declaró, mirando de Harry a George y de nuevo a Harry.Harry sentía como la Snitch se agitaba furiosamente en su mano. -¿Expulsados?- murmuró, y su voz parecía de una manera extrañamente distante-. De jugar. ¿para siempre?-Sí, señor Potter, pienso que una prohibición de por vida debería surtir efecto- señaló Umbridge, su sonrisa se ensanchaba todavía más y lo miraba luchar para comprender lo que le había dicho-. Usted y el Señor Weasley aquí presente . Y pienso, para asegurarme, al gemelo de este joven también. Si sus compañeros de equipo no lo hubieran parado, presiento que habría atacado al joven Señor Malfoy también. Quiero sus escobas voladoras confiscadas, desde luego; las guardaré en mi despacho, para asegurarme que no hay ninguna infracción a mi prohibición. Pero no soy irrazonable, Profesora McGonagall- continuó, girándose hacia ésta quien ahora estaba de pie, como si hubiese sido tallada en hielo, mirándola fijamente-. El resto del equipo puede seguir jugando, no vi signos de violencia de ninguno de ellos. Bien. Buenas Tardes-. Y con una mirada de gran satisfacción abandono la habitación, dejando un silencio de horror a su paso. *** -¿Suspendidos?-susurró Angelina con la voz apagada, más tarde esa noche en la Sala Común-. Suspendidos. Sin buscador y sin golpeadores...¿Qué vamos a hacer?Ni parecía que habían ganado el partido. Donde quiera que Harry mirara había caras desconsoladas y enojadas; todo el equipo estaba sentado cerca del fuego, menos Ron, que no había sido visto desde el final del partido.-Es tan injusto-comentó Alicia-. Quiero decir ¿Qué pasó con Crabbe y la bludger que golpeó después de que había sonado el silbato? ¿También tiene prohibición?-No-contestó Ginny sintiéndose miserable; ella y Hermione estaban sentadas a ambos lados de Harry-. Solo le pusieron líneas, escuché a Montague burlándose de eso en la cena.-¡Y prohibir a Fred cuando no hizo nada!-continuó Alicia furiosa, golpeándose la rodilla con su puño.-No es mi culpa si no lo hice-intervino Fred, con una mirada muy fea en su cara-Yo hubiera golpeado a esa pequeña escoria hasta hacerlo papilla si ustedes tres no me hubieran detenido.Harry miró tristemente hacia la oscura ventana. La nieve estaba cayendo. La Snitch que había atrapado ahora estaba volando alrededor de la Sala Común; la gente la observaba como hipnotizados y Crookshanks saltaba de silla en silla, tratando de atraparla.-Me voy a la cama-declaró Angelina poniéndose lentamente de pie-.Tal vez esto sea solo una pesadilla...talvez me despierte mañana para encontrarme con que todavía no hemos jugado...Pronto la siguieron Alicia y Katie. Fred y George se fueron a la cama tiempo después, lanzándole miradas fulminantes a todos los que pasaban, Ginny se fue después de ellos. Al final, solo quedaron Harry y Hermione al lado del fuego.-¿Has visto a Ron?-preguntó Hermione en voz baja.Harry negó con la cabeza.-Creo que nos está evitando-dijo Hermione-¿Dónde crees que él...?Pero en ese preciso momento hubo un crujido detrás de ellos mientras la Dama Gorda se movía hacia adelante y Ron entró por el agujero del retrato. Estaba muy pálido y tenia nieve en el cabello. Cuando vio a Harry y a Hermione, se detuvo en seco.-¿Dónde has estado?-preguntó Hermione preocupada. poniéndose de pie.-Caminando-contestó Ron entre dientes. Aun llevaba puesto el uniforme de Quidditch,-Estás congelado-agregó Hermione-.¡Ven a sentarte!Ron camino hacia un lado del fuego y se sentó en la silla mas alejada de la de Harry, sin verlo. La Snitch robada estaba zumbando sobre sus cabezas.-Lo siento-murmuro Ron, con la vista en sus pies.-¿Por qué?-preguntó Harry.-Por pensar que podía jugar Quidditch-respondió Ron-.Lo primero que voy a hacer mañana será renunciar.-Si renuncias-dijo Harry-, sólo quedarán en el equipo tres personas. Como Ron parecía confundido, le explicó-.Me han dado suspensión de por vida. también a Fred y a George.-¿Qué?-gritó Ron.Hemione le contó toda la historia; Harry no hubiera soportado volverla a contar. Cuando hubo acabado, Ron se veía mas angustiado que antes.-Todo es culpa mía...-Tu no me hiciste golpear a Malfoy- apuntó Harry enojado.-Si no fuera tan malo al Quidditch...-No tiene nada que ver con eso.-Fue esa canción la que me volvía loco...-Habría vuelto loco a cualquiera.Hermione se levantó y caminó hacia la ventana, lejos de la discusión, viendo la nieve arremolinarse contra el cristal.-¡Ya, déjalo!- explotó Harry-¡Ya es bastante malo sin que te estés culpando por todo!Ron no dijo nada, pero se sentó mirando miserablemente su túnica húmeda; después de un rato dijo con voz apagada-Nunca me había sentido tan mal en mi vida.-Únete al grupo-comentó Harry amargamente.-Bien-dijo Hermione con su voz temblando ligeramente-.Creo que hay algo que puede alegrarlos a los dos.-¿Oh, si?- preguntó Harry escépticamente.-Si-contestó Hermione, alejándose de la negra ventana llena de nieve y una sonrisa apareció en su rostro.- Hagrid ha vuelto.Capitulo 20LA HISTORIA DE HAGRID Traduccion: Harrymanía pura ;-) Harry corrió a toda velocidad al dormitorio de los muchachos para sacar la Capa de Invisibilidad y el Mapa del Merodeador de su baúl; fue tan rápido que él y Ron estaban listos para salir al menos cinco minutos antes que Hermione bajase a toda prisa del dormitorio de las chicas, llevando bufanda, guantes y uno de sus nudosos sombreros de elfo. -¡Bueno, hace frío allí fuera!- expresó a la defensiva, cuando Ron chasqueó su lengua con impaciencia. Se deslizaron a través del agujero del retrato y se cubrieron apresuradamente con la Capa. Ron había crecido tanto que ahora necesitaba agacharse para evitar que se viesen sus pies; moviéndose lenta y cautelosamente, procedieron a bajar las múltiples escaleras, deteniéndose de vez en cuando para inspeccionar en el mapa las señales de Filch o la Sra. Morris. Estaban de suerte; no vieron a nadie con excepción de Nick Casi Decapitado, quien se estaba deslizando distraídamente, canturreando algo que se parecía horriblemente a "Weasley es nuestro Rey". Cruzaron sigilosamente el Vestíbulo de Entrada y salieron a las silenciosas tierras nevadas. Con un gran salto de su corazón, Harry vio pequeños cuadrados de luz adelante y humo enrollándose encima de la chimenea de Hagrid. Apresuró la marcha mientras los otros dos se empujaban y golpeaban detrás de él. Hicieron crujidos agitados al caminar por la espesa nieve hasta que por fin alcanzaron la puerta de madera del frente. Cuando Harry levantó su puño y golpeó tres veces, en su interior un perro empezó a ladrar frenéticamente. -¡Hagrid, somos nosotros!- llamó Harry a través del ojo de la cerradura. -¡Debí suponerlo!- exclamó una voz hosca. Sonrieron bajo la capa; podrían asegurar, por la voz de Hagrid, que estaba contento.-He estado en casa tres segundos. . . fuera del camino, Fang. . . fuera del camino, eh, perro dormilón. . . El cerrojo se deslizó, la puerta rechinó al abrirse y la cabeza de Hagrid apareció en el dintel. Hermione gritó. -¡Por la barba de Merlin, contrólate!- dijo Hagrid apresuradamente, mientras miraba frenéticamente por encima de sus cabezas-. ¿Están bajo esa capa, verdad? ¡Bien, entren, entren! -¡Lo siento!- se disculpó Hermione sin aliento, mientras los tres se apretujaban para entrar en la casa de Hagrid y retiraban la capa para que pudiera verlos-. Yo sólo...... ¡oh, Hagrid! -¡No es nada¡, ¡no es nada!- aseguró Hagrid con rapidez, cerrando la puerta detrás de ellos y apresurándose a correr todas las cortinas, pero Hermione continuaba mirándole fijamente con horror. El cabello de Hagrid estaba enredado con sangre coagulada y su ojo izquierdo se había reducido a una abertura hinchada en medio de una masa magullada púrpura y negra. Había muchos cortes en su cara y manos, alguno de los cuales todavía sangraban, y se estaba moviendo cautelosamente, lo que hizo a Harry sospechar que tenía alguna costilla rota. Era obvio que acababa de llegar a su casa: una gruesa capa de viaje negra yacía en el respaldo de una silla y una mochila lo suficientemente grande para meter a varios niños pequeños se apoyaba contra el lado interno de la puerta. El propio Hagrid, dos veces del tamaño de un hombre normal, ahora se dirigía cojeando hacia el fuego y ponía una olla cobriza encima. -¿Qué te pasó?- preguntó Harry, mientras Fang bailaba alrededor de todos ellos, intentando lamerles las caras. -Ya te lo dije, nada- contestó Hagrid firmemente-. ¿Quieren una taza? -¡Deja eso!- exclamó Ron-. ¡Fíjate en tu estado! -Estoy diciendo que estoy bien- aseveró Hagrid, mientras se enderezaba y se volvía para sonreírles a todos, pero haciendo una mueca de dolor-. Demonios, es bueno verlos a los tres de nuevo. ¿Tuvieron un buen verano, eh? -Hagrid, ¡has sido atacado!- exclamó Ron. -Por última vez, ¡no es nada!- enfatizó Hagrid firmemente. -¿Dirías que no era nada si uno de nosotros regresara con una libra de carne picada en lugar de la cara?- exigió Ron -Tienes que ir a ver a la Señora Pomfrey, Hagrid- aconsejó Hermione ansiosamente-, algunos de esos cortes lucen muy mal. -Ya me estoy ocupando de ello, ¿de acuerdo?- declaró Hagrid cortante. Caminó hacia la enorme mesa de madera que se encontraba en el medio de su cabaña y tiró bruscamente de un paño de cocina que estaba allí. Debajo había un bistec crudo, ensangrentado, y teñido de verde, ligeramente más grande que un neumático común. -No te lo vas a comer, ¿verdad Hagrid?- preguntó Ron, mientras se inclinaba para ver más cerca - Parece venenoso.-Se supone que se vea así, es carne del dragón- explicó Hagrid-. Y no me lo voy a comer-cogió el bistec y lo apoyó con fuerza en el lado izquierdo de su cara. Sangre verdosa goteó hacia abajo de su barba mientras lanzaba un suave gemido de satisfacción. -Así está mejor. Ayuda con el ardor, ¿saben?.' -Entonces, ¿vas a decirnos que te pasó?- insistió Harry. -No puedo, Harry. Es ultra secreto. Peligraría más que mi trabajo si te lo dijera. -¿Te golpearon los gigantes, Hagrid?- preguntó Hermione quedamente. Los dedos de Hagrid resbalaron del bistec de dragón, el cual cayó húmedamente en su pecho. -¿Gigantes?- dijo Hagrid, mientras cogía el bistec antes que alcanzara su cinturón y volvía a lanzarlo encima de su cara-. ¿Quién ha dicho nada sobre gigantes? ¿Quién ha hablado de ellos? ¿Quién les ha contado que yo....quién ha dicho que yo......eh?-Lo adivinamos- aclaró Hermione disculpándose. -Oh, eso hicieron, ¿verdad?- preguntó Hagrid, mientras la inspeccionaba severamente con el ojo que no estaba oculto por el bistec. -Era bastante. . . obvio- intervino Ron. Harry asintió. Hagrid les miró ferozmente; luego resopló, tiró el bistec sobre la mesa y caminó hacia la tetera que ya estaba silbando. -Nunca he conocido chicos que les guste averiguar tanto como a ustedes tres- murmuró, vertiendo el agua hirviente en tres de sus tazas con forma de balde-. Y no es ningún cumplido, ninguno. Curiosos, les llaman algunos. Entrometidos. Pero su barba temblaba. -¿Así que fuiste a buscar a los gigantes?- señaló Harry, mientras sonreía abiertamente cuando se sentó a la mesa. Hagrid puso el té delante adelante de cada uno de ellos, se sentó, recogió su bistec de nuevo y lo volvió a colocar encima de su cara. -Sí, de acuerdo- gruñó-, lo hice.-¿Y los encontraste?- preguntó Hermione suavemente. -Bien, para ser sincero, no son difíciles de encontrar- contestó Hagrid-. Bastante grandes, verán.-¿Dónde están?- preguntó Ron. -Montañas- dijo Hagrid renuente. -¿Y por qué los Muggles no.......? -Lo hacen- explicó Hagrid sombríamente- Sólo que sus muertes siempre son atribuidas a accidentes de montaña. Ajustó el bistec un poco de manera que cubriera la parte más maltratada de su rostro. -¡Vamos, Hagrid, cuéntanos lo de has estado haciendo!- pidió Ron-. Cuéntanos sobre el ataque de los gigantes y Harry puede contarte sobre el ataque de los Dementores.Hagrid se atragantó con su taza y dejó caer su bistec al mismo tiempo; una gran cantidad de saliva, té y sangre de dragón fue rociada sobre la mesa cuando Hagrid tosió y farfulló y el bistec resbaló, con un suave rocío húmedo, hasta el suelo. -¿Qué quiere decir atacado por los Dementores?- gruñó Hagrid. -¿No lo sabías?- le preguntó Hermione, con los ojos desorbitados. -No sé nada de lo que ha pasado desde que me fui. Estaba en una misión secreta, ¿cierto?- ¡No quería tener lechuzas siguiéndome por todas partes!......¡Malditos Dementores! ¿Están hablando en serio?-Sí, es cierto, aparecieron en Little Whinging y nos atacaron a mi primo y a mí, y luego el Ministerio de Magia me expulsó.....-¿QUÉ? -.....y tuve que ir a una audiencia y todo; pero primero cuéntanos sobre los gigantes. -¡Te expulsaron! -Dinos sobre tu verano y yo te contaré sobre el mío.Hagrid le miró echando chispas a través de su ojo abierto. Harry le sostuvo la mirada con una expresión de inocente determinación en su rostro. -Oh, de acuerdo- claudicó Hagrid con voz resignada. Se agachó y sacó el bistec de dragón de la boca de Fang. -Oh, Hagrid, no, no es higiénico- empezó Hermione, pero ya Hagrid había colocado el trozo de carne sobre su ojo hinchado. Tomó otro fortificante sorbo de te , luego explicó-Bien, partimos en cuanto terminó el año..... - ¿Entonces Madame Maxime fue contigo?- preguntó Hermione.-Si, así es- contestó Hagrid y una expresión más suave apareció en los pocos centímetros de su cara que no estaban cubiertos por su barba o el verde bistec-. Sí, fuimos solamente nosotros, y les diré esto, ella no tiene miedo al peligro. Olympe, ya saben, es una fina dama bien vestida, y sabiendo a dónde íbamos me preguntaba que pensaría sobre escalar o dormir en cuevas, pero nunca se quejó. -¿Sabias a donde ibas?- repitió Harry-. ¿Sabías dónde estaban los gigantes? -Bien, Durnbledore sabía, y nos lo dijo- explicó Hagrid. -¿Están ocultos?- preguntó Ron- ¿Es un lugar secreto dónde están? -No realmente- señaló Hagrid, mientras agitaba su desgreñada cabeza-. Es solo que la mayoría de los magos no se preocupan en donde se encuentran, siempre y cuando estén lejos de sus caminos. Pero de cualquier modo, conseguirlos es difícil para los humanos, por lo que necesitamos las instrucciones de Dumbledore. Nos tomó cerca de un mes llegar hasta allí.-Un mes?- dijo Ron, como si nunca hubiera oído hablar de un viaje que durara un tiempo tan ridículamente largo-. Pero......¿por qué no pudiste utilizar simplemente un traslador o algo parecido? Había una extraña expresión en el ojo bueno de Hagrid mientras miraba a Ron; era casi de lástima. -Estábamos siendo vigilados, Ron- aclaró ásperamente. -¿Qué quieres decir? -No entiendes- insistió Hagrid-. El Ministerio tiene puesta la mira en Dumbledore y en cualquiera que sepan que está relacionado con él, y........ -Sabemos sobre eso- comentó Harry rápidamente, ansioso por escuchar el resto de la historia de Hagrid-, sabemos que el Ministerio vigila a Dumbledore.-¿Entonces no pudieron usar magia para llegar hasta allí?- preguntó Ron, luciendo perplejo-. ¿Tuvieron que actuar como Muggles todo el viaje? -Bueno, no exactamente todo el viaje- respondió Hagrid cauteloso-. Sólo tuvimos que ser cuidadosos, porque Olympe y yo, nosotros sobresalimos un poco........Ron lanzó un ahogado sonido, entre risa y gruñido, y se apresuró a tomar un sorbo de té.-........así que no somos difíciles de seguir. Pretendimos que íbamos de vacaciones juntos, así que nos fuimos a Francia, simulando que nos dirigíamos a la escuela de Olympe, pues sabíamos que alguien del Ministerio nos estaba siguiendo. Teníamos que ir despacio, porque yo realmente no estoy autorizado para el uso de la magia y estábamos conscientes que el Ministerio buscaba una razón para detenernos. Pero nos las arreglamos para perder al tipo que nos pisaba los talones cerca de Dee-John.-¿Ooooh, Dijon?- intervino Hermione animadamente-. Estuve allí en vacaciones, ¿sabes? Guardó silencio ante la expresión de la cara de Ron. -Nos arriesgamos a usar un poco de magia después de eso y no fue un mal viaje. Nos encontramos con un par de trolls enfadados en la frontera polaca y tuve un leve desacuerdo con un vampiro en una taberna en Minsk, pero aparte de eso no pudo ser mejor. Y luego llegamos al lugar, y empezamos a viajar a través de las montañas, buscando señales . . . Tuvimos que dejar de utilizar la magia una vez que nos acercamos a ellos. En parte por que no les gustan los magos y no queríamos alertarlos demasiado rápido, y en parte por que Dumbledore nos había advertido que Ustedes-Saben-Quien estaba seguramente detrás de los gigantes y todo eso. Dijo que era muy probable que ya les hubiera enviado un mensajero. Nos advirtió que tuviéramos cuidado de no llamar la atención cuando nos acercáramos en caso de que hubiera Mortífagos en la zona.Hagrid hizo una pausa para tomar un largo sorbo de té.-Continúa- lo apuró Harry.-Los encontramos- declaró Hagrid simplemente-. Íbamos por un barranco una noche y ahí estaban, esparcidos debajo de nosotros. Pequeños fuegos ardiendo y enormes sombras...era como ver pequeños pedazos de montaña moviéndose...-¿Cuán grandes eran?- preguntó Ron en un susurro. -Cerca de veinte pies- dijo Hagrid sin darle importancia-. Algunos de los más grandes deben haber tenido veinticinco.-¿Y cuántos había?- preguntó Harry. -Calculo que setenta u ochenta- contestó Hagrid. -¿Eso es todo?- dijo Hermione. -Si- respondió Hagrid tristemente-, quedan ochenta, cuando en un tiempo hubo montones, debía haber un centenar de tribus diferentes por todo el mundo. Pero han estado disminuyendo por años. Los magos mataron a unos, claro, pero principalmente se mataron entre si, y ahora están muriendo más rápido que nunca. No están hechos para vivir agrupados tan juntos. Dumbledore dice que es nuestra culpa, que fueron los magos los que les obligaron a irse y vivir bien lejos de nosotros y no tuvieron más alternativa que mantenerse unidos para su protección.-Así que- señaló Harry-, los viste ¿y luego qué? -Bien, esperamos hasta la mañana, no queríamos sorprenderlos en la oscuridad, por nuestra propia seguridad- explicó Hagrid-. Alrededor de las tres de la mañana se quedaron dormidos justo donde estaban sentados. No nos atrevimos a dormir. En primer lugar, queríamos asegurarnos que ninguno se despertase y apareciese dónde estábamos, y por otro, los ronquidos eran increíbles. Causaron una avalancha en la madrugada. De todas formas, una vez que amaneció bajamos a verlos.-¿Sólo así?- preguntó Ron, luciendo sobrecogido-.¿Simplemente caminaron directo hacia un campamento de gigantes? -Bien, Dumbledore nos había explicado cómo hacerlo- aclaró Hagrid-. Darle los regalos al Gurg, mostrar algún respeto, ya saben. -¿Darle regalos al qué?- preguntó Harry. -Oh, el Gurg....significa el jefe.¿Cómo pudieron saber quién era el Gurg?- preguntó Ron . Hagrid gruñó divertido. -Sin problema- dijo-. Era el más grande, el más feo y el más perezoso de todos. Sentado allí esperando a que los otros le trajeran la comida. Cabras muertas y cosas así. Su nombre era Karkus. Le calculo unos veintidós, veintitrés pies y el peso de un par de elefantes machos. Con la piel semejante al cuero de un rinoceronte. -¡¿Y simplemente caminaste hacia él?- exclamó Hermione sofocada. -Bueno. . . bajé hacia él, al lugar dónde estaba acostado en el valle. Estaban en una hondonada entre cuatro montañas bastante altas, ¿entendéis?, al lado de un lago de montaña, y Karkus estaba acostado a orillas del lago rugiendo para que les alimentasen a él y a su esposa. Olympe y yo bajamos por la ladera de la montaña...... -Pero ¿no intentaron matarlos cuándo los vieron?- interrogó Ron con incredulidad. -Definitivamente, era lo que algunos tenían en mente- comentó Hagrid, encogiéndose de hombros-, pero hicimos lo que Dumbledore nos dijo, es decir, sostener nuestros regalos en alto y fijar nuestros ojos en el Gurg ignorando a los demás. Así que eso hicimos y el resto se callaron y nos miraron mientras pasamos directo hacia los pies de Karkus y nos inclinamos y depositamos nuestros regalos delante de él.-¿Qué le regalas a un gigante, Hagrid?- preguntó Ron ansioso-. ¿Comida?-No, el puede conseguir su propia comida- replicó Hagrid-. Le llevamos magia.A los gigantes les gusta la magia, sólo que no les gusta que la usemos en su contra. Como decía, ese primer día le dimos una rama de fuego Gubraitano.Hermione exclamó ¡Wow! suavemente, pero tanto Harry como Ron, fruncieron el entrecejo desconcertados.-¿Una rama de qué?-Fuego eterno- explicó Hermione irritada-, ya deberían saberlo a éstas alturas.¡El Professor Flitwick lo mencionó por lo menos dos veces en la clase!-Bueno, de cualquier manera- dijo Hagrid rápidamente, interviniendo antes de que Ron pudiera responder-, Dumbledore había hechizado esta rama para que ardiera por siempre, lo cuál no es algo que cualquier mago puede hacer, así que la dejé en la nieve al lado de los pies de Karkus y le dije: "un regalo al Gurg de los gigantes de parte de Albus Dumbledore, quien envía sus respetuosos saludos".-¿Y qué fue lo que dijo Karkus?- preguntó Harry entusiasmado.-Nada- contestó Hagrid-, no hablaba inglés.-¡Estás bromeando!-No importaba- habló Hagrid imperturbable-, Dumbledore nos advirtió que esto podría pasar. Karkus sabía lo suficiente como para llamar a una pareja de gigantes que conocían nuestra lengua y tradujeron por nosotros.-¿ Y le gustó el regalo?- preguntó Ron.-Ohh si, les impactó cuando comprendieron lo que realmente significaba- comentó Hagrid, volteando la carne de dragón para presionar el lado más frío sobre su ojo lastimando-. Estaba muy agradecido, entonces le dije: "Albus Dumbledore le pide al Gurg que hable con su mensajero cuando regrese mañana con otro regalo".-¿Por qué no podías hablar con ellos ese día?- interrogó Hermione.-Dumbledore quería que fuéramos lentamente- respondió Hagrid-.Dejarlos ver que mantenemos nuestras promesas. Regresaremos mañana con otro obsequio , y de nuevo con otro obsequio......da una buena impresión, ¿comprenden? Y les da tiempo para poner en prueba el primer regalo y darse cuenta que es muy bueno, entonces dejarlos impacientes por conseguir más. De otro modo, a gigantes como Karkus los sobrecargas de información y te matarán sólo para simplificar las cosas. Así que hicimos una reverencia y nos fuimos, buscamos una linda y pequeña cueva para pasar la noche y regresamos a la mañana siguiente, encontrando a Karkus sentado, esperándonos con impaciencia.-¿Y hablaste con él?-Oh, si, primero nos presentamos ante él con un hermoso casco de batalla, hecho por duendes e indestructible, y entonces nos sentamos y comenzamos a hablar.-¿Qué fue lo que dijo?-No mucho- contestó Hagrid-. Escucharon la mayor parte del tiempo, pero eso era una buena señal. Él había oído de Dumbledore, escuchado que había estado en contra de la matanza de los últimos gigantes en Gran Bretaña. Karkus parecía estar bastante interesado en lo que Dumbledor tenía que decir. Y algunos de los otros, especialmente los que sabían inglés, estaban atentos alrededor. Estábamos esperanzados cuando nos fuimos ese día. Prometiendo regresar la mañana siguiente con otro regalo. Pero esa noche todo fue mal.-¿Qué quieres decir?- preguntó ron rápidamente.-Bueno, como les dije, ellos no soportan vivir juntos- continuó Hagrid con tristeza-. No en grandes grupos como esos. No pueden contenerse, se medio matan entre si cada pocas semanas. Los hombres pelean contra los hombres y las mujeres contra las mujeres; los restantes de las viejas tribus luchan entre ellos e incluso hay peleas por la mejor comida, o el mejor fuego, o el mejor lugar para dormir. Se podría pensar que al ver como están exterminando su raza pararían de atacarse unos a otros, pero.....Hagrid parecía deprimido.-Esa noche una Guerra comenzó, lo vimos todo desde la entrada de nuestra cueva, sobre el valle. Continuaron por horas, no creerían todo ese ruido. Y cuando el sol salió, la nieva era escarlata, y su cabeza estaba en el centro del lago.-¿La cabeza de quién?- jadeó Hermione.-La de Karkus- contestó Hagrid con pesar-. Había un nuevo Gurg, Golgomath- suspiró profundamente-. Bueno, no habíamos contado con un nuevo Gurg dos días después de haber hecho contacto amistoso con el primero y tuvimos el presentimiento que Golgomath no estaría tan dispuesto a escucharnos, pero teníamos que intentarlo.-¿Fuiste a hablar con él?- preguntó Ron incrédulo-. Después de verlo arrancando la cabeza de otro gigante?-Por supuesto que sí-aseveró Hagrid-. ¡No habíamos ido hasta allí para darnos por vencidos sólo un par de días después! Bajamos con el siguiente regalo que pensábamos entregar a Karkus. Sabía que no lo lograríamos incluso antes de que pudiera abrir mi boca. Estaba allí sentado, usando el casco de Karkus, mirándonos mientras nos acercábamos. Era mazizo, uno de los mas grandes de ahí. Con cabello negro y dientes haciendo juego y un collar de huesos, algunos de ellos de apariencia humana. Bueno, tenía que intentarlo, sostuve en alto un rollo de piel de dragon y dije: "un regalo para el Gurg de los gigantes".....y antes que pudiera darme cuenta estaba colgando del aire por las piernas, sostenido por dos de sus amigos..Hermione se llevó las manos a la boca.-¿Cómo saliste de esa?- preguntó Harry.-No lo hubiese logrado si Olympe no hubiese estado allí- explicó Hagrid-. Sacó su varita y lanzó uno de los más rápidos conjuros que he visto. Maravillosamente malicioso. Golpeó a los dos sujetos que me agarraban justo en los ojos con una maldición Conjuntivitis y me soltaron inmediatamente.....pero después de eso nos metimos en problemas, porque usamos magia en su contra, y eso es lo que los gigantes odian de lo brujos. Tuvimos que huir de allí, sabiendo que no había manera de volver a entrar en su campamento nuevamente.-Maldición, Hagrid- dijo Ron quedamente.-¿Entonces cómo te tomó tanto tiempo regresar a casa si sólo estuviste allí tres días?- preguntó Hermione.-¡No nos fuimos después del tercer día!- exclamó Hagrid, luciendo indignado-. ¡Dumbledore confiaba en nosotros!-¡Pero acabas de decir que no había manera de regresar!-No, con la luz del día no podíamos. Solo tuvimos que pensar en algo. Pasamos un par de días descansando dentro de la cueva y observando. Y lo que vimos no era nada bueno.-¿Arrancó más cabezas?- preguntó Hermione, impresionada.-No- replicó Hagrid-. ¡Ojalá lo hubiera hecho!-¿Qué quieres decir?-Quiero decir que descubrimos que no objetaba a todos los magos, sólo a nosotros.-¿Mortífagos?- dijo Harry rápidamente.-Sí- respondió Hagrid sombríamente-. Una pareja de ellos los visitaba todos los días, trayendo regalos al Gurg, y no estaba colgándolos de cabeza.-¿Cómo supiste que eran mortífagos?- inquirió Ron. -Porque reconocí uno de ellos- gruñó Hagrid-. Macnair, ¿lo recuerdan?¿El tipo que mandaron para matar a Buckbeak? Maníaco, eso es lo que es. Le gusta matar tanto como a Golgomath; no me extraña que se llevaran bien.-¿Entonces Macnair persuadió a los gigantes a unirse a Tu-Sabes-Quien?- preguntó Hermione desesperadamente.-¡Mantén tus Hipogrifos, aún no acabo mi historia!, exclamó Hagrid indignado quien, considerando que no quería contarles nada al principio, ahora parecía estarlo disfrutando-. Olympe y yo lo conversamos y acordamos que sólo porque el Gurg parecía favorecer a Ustedes-Saben-Quién, no significaba que todos los demás lo harían. Teníamos que tratar de persuadir a los demás, aquellos que no querían a Golgomath como Gurg.-¿Cómo podías saber cuáles eran esos?- preguntó Ron.-Bueno, ellos eran los que estaban siendo golpeados, ¿no?- dijo Hagridpacientemente-. Los que tenían algo de sentido común se mantenían apartados del camino de Golgomath, escondiéndose en cavernas en las montañas igual que nosotros. Así que decidimos que teníamos que ir a las cuevas en la noche, y ver si podíamos persuadir a algunos de ellos.-¿Fueron hacia las oscuras cuevas buscando a los gigantes?- interrogó Ron, con un respetuoso asombro en la voz.-Bueno, no eran los gigantes los que más nos preocupaban- admitió Hagrid-. Estábamos más inquietos por los mortífagos. Dumbledore nos dijo antes de partir que no nos cruzáramos con ellos si podíamos evitarlo y el problema era que sabían que estábamos alrededor.......de seguro Golgomath les habló sobre nosotros. En la noche, cuando los gigantes dormían y queríamos escabullirnos en las cuevas, Macnair y el otro estaban acechando por la montaña buscándonos. Fue difícil evitar que Olympe les saltara encima-continuó Hagrid, la sonrisa en su boca levantando su enmarañada barba-. Estaba preparada para atacarlos...es algo digno de ver, Olympe, cuando esta enfurecida.....salvaje ¿saben?.......supongo que es su sangre francesa......Hagrid observó el fuego con ojos nublados. Harry le concedió unos segundos para recordar, antes de aclarar su garganta ruidosamente.-¿Entonces, que pasó? ¿Te acercaste a alguno de los otros gigantes?-¿Qué?.. Oh ... oh, sí, lo hicimos, sí. En la tercera noche después del asesinato de Karkus, salimos de la cueva en la que nos ocultábamos y enfilamos hacia el valle, manteniendo nuestros ojos abiertos por los mortífagos. Entramos en algunas cuevas, nada, luego, más o menos en la sexta, encontramos tres gigantes escondidos-La cueva debió estar apretada- comentó Ron.-Pues no se podía columpiar un Kneazle- replicó Hagrid.-¿No te atacaron cuando te vieron?- preguntó Hermione.-Probablemente lo hubieran hecho si hubieran estado en condiciones, pero estaban gravemente lastimados, los tres; los ayudantes de Golgomath los habían dejado inconscientes a golpes; habían despertado y se arrastraron hacia el refugio más cercano que pudieron encontrar. Uno de ellos sabía un poco de ingles y tradujo por los demás, y lo que les dijimos, parecía que no era tomado a mal. Así que continuamos visitando al los heridos. creo que por un momento convencimos a seis o siete.-¿Seis o siete?- dijo Ron entusiasmado-, eso no está nada mal.¿Van a venir aquí y luchar contra Ya-Sabes-Quien con nosotros?Pero Hermione preguntó:-¿Qué quisiste decir con "por un momento", Hagrid?Hagrid la miró con tristeza.-La gente de Golgomath asaltaron las cuevas. Los únicos que sobrevivieron no quisieron saber nada de nosotros a raíz de eso.-Entonces ... entonces, ¿no hay algún gigante que venga?- preguntó Ron decepcionado .'No- contestó Hagrid lanzando un profundo suspiro al tiempo que daba vuelta al bistec de dragón, poniendo el lado más fresco sobre su cara-, pero hicimos lo que fuimos a hacer, les dimos el mensaje de Dumbledore y algunos de ellos lo escucharon, y espero que lo recuerden. Tal vez los que no quieran quedarse con Golomath se irán de las montañas, y quizás recuerden la amistad de Dumbledore hacia ellos. y podrían venir.La nieve estaba cubriendo la ventana. Harry notó que sus rodillas estaban empapadas: Fang estaba babeando con su cabeza en el regazo de Harry.-¿Hagrid?- dijo Hermione después de un rato.-Hmmm?-¿Encontraste...había algún signo de...averiguaste algo acerca de tu...tu...madre mientras estabas allí.?Hagrid la miró con su ojo sano y Hermione parecía algo asustada.-Lo siento... yo... Olvídalo...-Muerta- dijo Hagrid con voz gruesa-. Me dijeron que murió hace muchos años. -Oh...lo...lo siento mucho- habló Hermione con voz muy baja. Hagrid encogió sus enormes hombros.-No importa- dijo brevemente- no reacuerdo mucho de ella. No era una gran madre.Todos guardaron silencio otra vez. Hermione les dirigió una mirada nerviosa a Harry y Ron, obviamente esperando que dijeran algo.-Pero sigues sin explicar cómo llegaste a este estado, Hagrid- comentó Ron, observando hacia la cara ensangrentada de Hagrid.-O por qué te tardaste tanto en regresar- agregó Harry-. Sirius dijo que Madame Maxime regresó hace siglos....-¿Quién te atacó?- preguntó Ron.-¡No he sido atacado!- contestó Hagrid enfáticamente-.Yo.......Pero el resto de sus palabras fueron ahogadas por unos repentinos golpes en la puerta. Hermione dio un grito ahogado; su taza se resbaló de sus dedos y cayó en el suelo; Fang gruñó. Los cuatro contemplaron la ventana que estaba al lado de la puerta. La sombra de alguien pequeño y grueso se vislumbró a través de la delgada cortina-¡Es ella!- susurró Ron.-¡Metanse aquí!- dijo Harry rápidamente; tomando la capa de invisibilidad, la colocó sobre si mismo y Hermione, mientras Ron rodeó la mesa y se deslizó bajo la capa como pudo. Todos juntos se fueron hacia una esquina. Fang estaba ladrando hacia la puerta. Hagrid parecía confundido.-¡Hagrid, esconde nuestras tazas!Este levantó las tazas de Harry y Ron y las empujó debajo del almohadón de la cesta de Fang. El perro estaba ahora saltando hacia la puerta; Hagrid lo empujó fuera del camino con el pie y jaló la puerta.La Profesora Umbridge estaba parada en el umbral, usando su capa de tweed verde y un sombrero con orejeras haciendo juego. Con los labios fruncidos se inclinó hacia atrás para poder ver la cara de Hagrid; apenas le llegaba al ombligo.-Así que...- dijo la mujer lentamente y en voz alta como si estuviera hablando con alguien sordo-..... ¿tú eres Hagrid, verdad?Sin esperar una respuesta entró en la habitación, sus ojos recorriéndola en todas la direcciones.-¡Apártate!- chilló, sacudiendo su bolso ante Fang, que se había parado en frente de ella y trataba de lamer su cara.-Eeeh...No quiero ser maleducado- expresó Hagrid, observándola-, ¿pero quién demonios es usted?-Mi nombre es Dolores Umbridge.Sus ojos recorrieron la cabaña. Dos veces se detuvieron directamente en la esquina en la que estaba Harry, aplastado entre Ron y Hermione.-¿Dolores Umbridge?- repitió Hagrid, confundido-. Pensé que usted era uno de los empleados del Ministerio... ¿No trabaja usted con Fudge?.-Era Primera Subsecretaria del Ministro, sí- confirmó Umbridge, ahora caminando por la cabaña, observando cada pequeño detalle, desde el bolso de viaje que estaba contra la pared hasta la abandonada capa-.Ahora soy profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras...-Es usted muy valiente- comentó Hagrid-.Ya no hay muchos que tomen ese trabajo.-...y Gran Inquisidora de Hogwarts- continuó Umbridge, sin dar signos de haberlo escuchado.-¿Qué es eso?- preguntó Hagrid frunciendo el entrecejo.-Precisamente lo que yo iba a preguntar- replicó Umbridge, señalando los pedazos de porcelana rota en el piso que había sido la taza de Hermione.-Oh- dijo Hagrid, con una inútil mirada hacia la esquina donde Harry, Ron y Hermione estaban escondidos-. Oh, eso fue...fue Fang. Rompió la taza, así que tuve que usar esta en su lugar.Hagrid señaló la taza en la había estado bebiendo, una de sus manos todavía sobre el bistec de dragón apretado contra su ojo. Umbridge se paró frente a él, mirando cada detalle de su apariencia. -Escuché voces- comentó suavemente. -Estaba hablando con Fang- respondió Hagrid con firmeza.-¿Y él le respondía?-Bueno...de alguna manera sí- dijo Hagrid, un poco incomodo-.A veces pienso que Fang es casi humano.-Había tres pares de huellas en la nieve viniendo del castillo- señaló Umbridge.Hermione jadeó; Harry tuvo que taparle la boca con una mano. Por suerte, Fang estaba olfateando ruidosamente el ruedo de la túnica de Umbridge y ella no pareció escucharla.-Bueno, acabo de llegar- explicó Hagrid, sacudiendo su enorme mano en dirección de su bolso de viaje-. Quizás alguien me vino a visitar más temprano y nos desencontramos.-No hay huellas regresando de la puerta de su cabaña."Bueno, yo...no se que pueda ser..- dijo Hagrid, tironeando nerviosamente de barba y mirando otra vez hacia la esquina donde estaban Harry, Ron y Hermione como pidiendo ayuda-. Ehhh...Umbridge giró sobre sus pies y camino a lo largo de la cabaña, mirando alrededor cuidadosamente. Se agachó y miró debajo de la cama. Abrió los armarios de Hagrid. Pasó a dos pulgadas de donde Harry, Ron y Hermione estaban apretados contra la pared, y Harry incluso contrajo el estómago cuando ella pasó. Después de mirar escrupulosamente dentro del caldero que Hagrid usaba para cocinar, se dio vuelta bruscamente y dijo-¿Qué le pasó a usted? ¿Cómo se hizo todas esas heridas?Hagrid se quitó el bistec de dragón con rapidez de la cara, lo que en opinión de Harry fue un error, porque el moretón negro y violeta alrededor de su ojo era ahora completamente visible, sin mencionar la gran cantidad de sangre fresca y coagulada en su cara. -Oh, ...tuve un pequeño accidente- explicó de forma poco convincente.-¿Qué clase de accidente?-Me...me tropecé. -Se tropezó- repitió con frialdad.-Si, así es. Con... con la escoba de un amigo. Yo no vuelo, bueno, miré mi tamaño, no creo que haya una escoba que me aguante. Un amigo mío cría Abraxanes, no se si los conoce, bestias enormes, con alas, Usted sabe, estaba montando uno de ellos y era..-¿Dónde ha estado?- preguntó Umbridge, cortando fríamente el parloteo de Hagrid.¿Dónde he est..?-Estado, sí- dijo-. Las clases empezaron hace dos meses. Otro profesor tuvo que cubrir su materia. Ninguno de sus colegas supo darme información sobre su paradero, no dejó ninguna dirección. ¿Dónde ha estado?Hubo una pausa en la que Hagrid la miró desconcertado con su ojo recién destapado. Harry casi podía escuchar su cerebro trabajando furiosamente.-Yo...yo estuve... descansando por cuestiones de salud- contestó.-Cuestiones de salud- repitió la Profesora Umbridge. Su ojos recorrieron la decolorada e hinchada cara de Hagrid, sangre de dragón goteando suave y silenciosamente en su saco-. Ya veo.-Sí- agregó Hagrid-, un poco de...de aire fresco, sabe...-Sí, como guardabosque el aire fresco debe ser un poco difícil de conseguir-. comentó Umbridge dulcemente. La pequeña parte de la cara de Hagrid que no estaba negra o púrpura, se sonrojó. -Bueno...un cambio de escenario, sabe...-¿Escenario de montaña?- preguntó Umbridge en un segundo."Ella sabe", pensó Harry con desesperación.-¿Montañas?- repitió Hagrid, pensando rápidamente-. No, el sur de Francia para mí. Un poco de sol...y mar.-¿De veras?- insistió Umbridge-. No está muy bronceado.-Sí...bueno...mi piel es bastante sensible- dijo Hagrid intentando sonreír. Harry se dio cuenta de que le faltaban dos dientes.Umbridge lo miró con frialdad; su sonrisa se desvaneció. Entonces se acomodó el bolso de mano en el brazo y comentó:-Por supuesto, tendré que informar sobre su tardanza al Ministerio.-Claro- aceptó Hagrid asintiendo.-Debe saber, además, que como Gran Inquisidora es mi desafortunado pero necesario deber inspeccionar a mis compañeros Profesores. Así que supongo que nos encontraremos otra vez muy pronto.Se dio vuelta súbitamente y caminó hasta la puerta.-¿Nos está inspeccionando?- preguntó Hagrid con una expresión vacía en el rostro viéndola marchar.-Oh, sí- afirmó Umbridge suavemente, mirándolo desde la puerta con la mano en el picaporte-. El Ministerio esta determinado a sacar cualquier Profesor que sea insatisfactorio. Hagrid, buenas noches.Se fue, cerrando la puerta con un golpe. Harry intentó quitarse la capa pero Hermione lo tomó de la muñeca.-Todavía no- susurró en su oído-, puede que continúe allí.Hagrid parecía pensar lo mismo porque cruzó la habitación y corrió la cortina una pulgada o dos.-Está regresando al castillo- murmuró en voz baja-. Maldición...¿está inspeccionando de verdad?-Si- contestó Harry, quitándose la capa-. Trelawney ya está a prueba...-¿Mmm...que clase de cosas estás planeando para hacer en clase, Hagrid?- preguntó Hermione.-Oh, no te preocupes por eso, tengo una gran cantidad de lecciones planificadas- la tranquilizó Hagrid entusiasmado, recogiendo su bistec de dragón de la mesa y pegándoselo al ojo otra vez-. He estado reservando un par de criaturas para sus TIMOS, esperen y verán, son algo muy especial.-Emm...¿Especiales en que forma?- inquirió Hermione tentativamente.-No les diré- contestó Hagrid feliz-. No quiero arruinarles la sorpresa.-Mira, Hagrid- señaló Hermione con urgencia-, la Profesora Umbridge no estará feliz si llevas algo peligroso a clase.-¿Peligroso?- expresó Hagrid, muy divertido-. No seas tonta, ¡No les daría nada peligroso! Quiero decir, claro, pueden cuidarse a si mismos...-¡Hagrid, tienes que pasar la inspección de Umbridge, y para eso sería mejor que nos enseñaras a cuidar Porlocks, o como saber la diferencia entre Knarls y erizos, cosas así!- aconsejó Hermione seriamente. -Pero eso no es muy interesante, Hermione- replicó Hagrid-. Las cosas que tengo son más sorprendentes. He estado criándolos por años y creo que tengo el único rebaño doméstico de Gran Bretaña-.-Hagrid...por favor...insistió Hermione, con verdadera desesperación en la voz-, Umbridge estará buscando cualquier excusa para deshacerse de los profesores que ella crea son cercanos a Dumbledore. Por favor, Hagrid, enséñanos algo aburrido que pueda aparecer en los TIMOS.Pero Hagrid se limitó a bostezar y mirar con un solo ojo la formidable cama en la esquina de la cabaña.-Escuchen, ha sido un largo día y ya es tarde- dijo palmeando gentilmente el hombro de Hermione de forma que sus rodillas se aflojaron y cayó al suelo con un ruido seco-. Oh,..Lo siento...- la levanto por el cuello de su túnica-. Mira, no te preocupes por mí, te prometo que tengo algo realmente bueno planeado para sus lecciones ahora que he regresado...ahora es mejor que regresen al castillo, ¡y no se olviden de borrar sus huellas!-No creo que lo hayas convencido- comentó Ron un rato después cuando, habiéndose asegurado que no había moros en la costa, entraron en el castillo cruzando la nieve sin dejar rastro gracias al hechizo Obliteration que Hermione estaba haciendo a medida que caminaban.-Entonces iré mañana nuevamente- aseveró Hermione decidida-. Planearé las clases por él si es necesario. ¡No me importa si Umbridge saca a Trelawney pero no se va a deshacer de Hagrid!"
sábado, enero 28, 2006
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