sábado, febrero 11, 2006

CAPÍTULO 6



CAPÍTULO 6
"La Noble y Antiquísima Casa de los Black"
La Sra. Weasley los acompaño arriba luciendo inflexible.-Quiero que todos vayan directo a la cama, sin hablar - ordenó cuando llegó al primer piso. - Tenemos un día atareado mañana. Espero que Ginny ya esté dormida, - le dijo a Hermione, - así que trata de no despertarla.- Dormida, si, claro, - comentó Fred por lo bajo, mientras que subían al siguiente piso después que Hermione les diera las buenas noches. - Si Ginny no está en la cama despierta, esperando a que Hermione le cuente lo que hablaron, entonces yo soy un Flobberworm.'-Muy bien, Ron, Harry, - ordenó la Sra. Weasly al llegar al segundo piso, apuntando hacia el cuarto de ellos, - métanse a la cama.-Buenas noches, - dijeron Harry y Ron a los gemelos.-Duerman bien, - se despidió Fred, guiñándoles un ojo.La Sra. Weasley cerró la puerta detrás de Harry con un rápido golpe. La habitación parecía, en todo caso, aún mas húmeda y oscura que a primera vista. El lienzo en blanco de la pared ahora estaba respirando muy lenta y profundamente, como si su ocupante invisible estuviera dormido. Harry se puso su pijama, se quitó los anteojos y se metió en su fría cama mientras Ron lanzaba las jaulas de las lechuzas arriba del guardarropa para pacificar a Hedwig y Pigwidgeon, quienes estaban golpeteando y sacudiendo sus alas sin descanso.-No las podemos dejar salir a cazar todas las noches, - explicó Ron mientras se ponía su pijama marrón. - Dumbledore no quiere muchas lechuzas revoloteando alrededor de la cuadra, piensa que se vería sospechoso. Ah, si... me olvidaba...Se acerco a la puerta y la trabó con el pasador.-¿Para que haces eso?-Kreacher, - explicó Ron mientras apagaba la luz. - La primera noche que estuve aquí él vino deambulando a las tres de la mañana. Confía en mi, no querrás despertarte y encontrarlo recorriendo tu habitación. En todo caso......- se metió en su cama, se acomodó bajo las frazadas, después giro para mirar a Harry en la oscuridad; Harry podía ver su silueta gracias a la luz de la luna que se filtraba por la mugrienta ventana, - ¿qué piensas de esto?Harry no necesitaba preguntarle a Ron a qué se refería. -Bueno, no nos dijeron mucho que no pudiéramos haber adivinado, ¿no? - contestó, pensando en lo que se había hablado abajo. - Digo, lo único que realmente dijeron fue que la Orden esta tratando de que la gente no se una a Vol..... Hubo un fuerte suspiro de Ron. .-.....demort - concluyó Harry, firmemente. - ¿Cuándo vas a empezar a usar su nombre? Sirius y Lupin lo hacen.Ron ignoró este último comentario. -Sí, tienes razón, - comentó, - nosotros prácticamente sabíamos todo lo que nos dijeron, gracias a las Orejas Extendibles. Lo único nuevo fue..... Crack. -OUCH! -No grites, Ron, o Mamá va a volver-Ustedes dos Aparecieron en mis rodillas-Si, bueno, es más difícil en la oscuridad.-Harry vio las borrosas siluetas de Fred y George bajándose de la cama de Ron. Se escuchaba el ruido de los resortes, y el colchón de Harry bajó unos centímetros cuando George se sentó en él, cerca sus pies.- ¿Y ya llegaron a esa parte? -dijo ansioso George- ¿Lo del arma que mencionó Sirius? -preguntó Harry-Tuvieron un desliz - afirmó Fred con deleite- eso no lo habíamos escuchado antes con las Orejas Extendibles ¿cierto?- ¿Qué creen que sea? - pregunto Harry- Podría ser cualquier cosa - contesto Fred.-Pero no puede haber nada peor que el Avada Kedabra - comentó Ron -¿Qué puede ser peor que la muerte?- Tal vez es algo que puede matar a mucha gente de una sola vez - sugirió George-Tal vez es una forma particularmente dolorosa de matar a las personas - agregó Ron con temor.-Él ya tiene el maleficio Cruciatus para causar dolor - recordó Harry- No necesita nada mas eficiente que eso.Se produjo una pausa y Harry supo que los otros, al igual que él, se preguntaban qué clase de horrores podía perpetrar esta nueva arma.-Así que ¿Quién creen que la tiene ahora? - pregunto George-Espero que sea alguien que esté de nuestro lado - dijo Ron sonando ligeramente nervioso.-De ser así, probablemente Dumbledore la guarde - insinuó Fred-¿Dónde? - pregunto Ron rápidamente - ¿Hogwarts?-Apuesto a que sí - contestó George- Ahí es donde escondió al Piedra Filosofal.-Pienso que un arma será mucho mas grande que una piedra - comento Ron-No necesariamente -afirmo Fred-Sí, el tamaño no es garantía de poder - dijo George -Miren a Ginny-¿Qué quieres decir? - interrogó Harry-¿Nunca te has enfrentado a alguno de sus hechizos?-¡Shhh! - advirtió Fred medio incorporado en la cama- ¡Escuchen!Todos guardaron silencio. Se escuchaban pasos subiendo las escaleras.-Mamá -dijo George, y sin más demora hubo un fuerte crack y Harry sintió como desaparecía el peso que tenía a los pies de su cama. Segundos más tarde sintieron el crujir de una de las tablas del suelo afuera de su dormitorio. La señora Weasley estaba claramente escuchando para verificar si estaban hablando o no.Hedwig y Pigwidgeon ulularon. La tabla del suelo volvió a sonar y la escucharon dirigirse al piso de arriba para chequear a Fred y a George.-Ella no confía en nosotros ¿sabes? - murmuró Ron un poco decepcionado.Harry estaba seguro que no sería capaz de dormir. La noche había estado tan llena de cosas en que pensar que esperaba estar ahí por horas tratando de procesar todo. Quería seguir hablando con Ron, pero la Señora Weasley ahora estaba regresando al piso inferior, y una vez que ella se hubo ido escuchó a alguien más subiendo las escaleras.de hecho muchas criaturas con piernas estaban galopando suavemente de arriba abajo afuera de su habitación, y Hagrid el Profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas estaba diciendo "Hermosas ¿no te parece Harry?, este año estudiaremos armas." y Harry vio que las criaturas tenían cañones en vez de cabezas y apuntaban hacia él.se agachó.Lo siguiente que supo fue que estaba enrollado bajo las frazadas de la cama y que la fuerte voz de George llenaba la habitación.- Mamá dice que se levanten, su desayuno está en la cocina y que luego los necesita en la sala de estar. Hay muchos más Doxys de lo que ella creía y además ha encontrado un nido con Puffskeins bajo el sofá.Media hora después, Harry y Ron, que se habían vestido y tomado su desayuno rápidamente, entraron en la sala de estar de la casa. Esta estancia, ubicada en el primer piso, era una larga habitación con un techo muy alto, cuyas paredes color verde oliva estaban cubiertas por sucios tapices. La alfombra exhalaba pequeñas nubes de polvo cada vez que alguien la pisaba y las cortinas verde moho zumbaban como si estuvieran llenas de abejas. La señora Weasley, Hermione, Ginny, Fred y George estaban agrupados alrededor de dichas cortinas luciendo una apariencia un tanto peculiar, ya que tenían puesta una mascarilla de tela encima de su boca y nariz. Además, cada uno sujetaba una botella que contenía un líquido negro en su interior.-Cubran sus rostros y tomen un spray - ordeno la señora Weasley a Harry y Ron en el momento en que los vio, indicándoles dos botellas con más líquido negro que se encontraban sobre una mesa.- Es un Doxycida. Nunca había visto una plaga tan grande como esta. ¿Qué ha hecho ese elfo domestico los últimos 10 años?El rostro de Hermione estaba en gran parte cubierto por la mascarilla, pero Harry pudo verla lanzar una mirada de reproche a la señora Weasley.- Kreacher es muy viejo y tal vez él no podía manejar.-Te asombraría ver lo que Kreacher es capaz de manejar cuando se lo propone, Hermione - dijo Sirius quien acababa de entrar a la habitación cargando una bolsa manchada de sangre, llena de lo que parecían ser ratas muertas- Acabo de alimentar a Buckbeak - agregó en respuesta a la mirada curiosa de Harry - Lo mantengo arriba, en el cuarto de mi madre. Como sea.este escritorio.-Dejó la bolsa con ratas en uno de los sillones, luego se agacho para examinar un gabinete cerrado que, como Harry acababa de notar, se estaba sacudiendo levemente.-Bueno Molly, estoy casi seguro que se trata de un Boggart - comentó Sirius mirando a través de la cerradura- pero tal vez debamos dejar que Ojoloco le de un vistazo antes que lo dejemos salir.conociendo a mi madre, podría ser algo mucho peor.-Tienes razón, Sirius - aceptó la señora WeasleyAmbos hablaban usando un suave y cortés tono de voz, lo que le indicó a Harry que ninguno de los dos había olvidado su desacuerdo de la noche anterior.El fuerte y metálico sonido de una campana se escuchó desde la planta baja, seguido por una cacofonía de gritos y gemidos similar a la producida la noche anterior, cuando Tonks tropezó con el paragüero-¿Cuántas veces debo decirles que no toquen el timbre de la puerta? -exclamó Sirius exasperado, saliendo rápidamente del cuarto. Lo escucharon bajar velozmente por las escaleras mientras que los gritos de la señora Black se escuchaban una vez mas por toda la casa: "Marcas de la deshonra, mugrosos sangre sucia, traidores de la sangre, hijos de la inmundicia". -Por favor Harry, cierra la puerta - pidió la señora WeasleyHarry se atrevió a tomar unos segundos más de los necesarios para cerrar la puerta, ya que quería escuchar lo que sucedía abajo. Obviamente Sirius había sido capaz de cerrar las cortinas que cubrían el retrato de su madre porque ella había dejado de gritar. Lo escuchó caminar de regreso al pasillo, luego el tintineo de las cadenas de la puerta principal y por último una profunda voz que reconoció como la de Kingsley Shacklebolt diciendo:-Hestia acaba de relevarme, así que ella tiene la capa de Moody ahora, pensé en dejarle un informe a Dumbledore.Sintiendo los ojos de la señora Weasley en su nuca, Harry cerró la puerta de la sala y se reunió con el resto.La señora Weasley estaba agachada revisando la página sobre los Doxys que aparecía en la Guía de Gilderoy Lockhart Sobre Plagas del Hogar, que estaba abierta en el sofá.-Muy bien todos ustedes, deben tener mucho cuidado, ya que los Doxys muerden y sus dientes son venenosos. Tengo una botella de antídoto aquí, pero espero que nadie lo necesite. - Se irguió, se detuvo frente a las cortinas y les hizo una señal con su dedo para que se acercaran. - Cuando les diga, comiencen a rociar de inmediato. -les ordenó - Ellos volarán hacia nosotros, al menos eso espero, pero dice en los atomizadores que una buena rociada los dejará paralizados. Una vez que estén inmóviles láncenlos a este contenedor.Ella dio un paso adelante, fuera de la línea de fuego y alzo su propio atomizador.-Bien. ¡rocíenlos!Harry sólo había estado rociándolos por unos segundos cuando un Doxy adulto se le acerco desde uno de los dobleces de la cortina. Lucía como un escarabajo brillante, sus alas zumbaban, tenía unos pequeños y afilados dientes que mostraba en forma amenazante, su cuerpo similar al de un hada estaba cubierto de un grueso pelo negro y sus cuatro puños estaban apretados con furia. Harry le dio en plena cara con el Doxycida. El Doxy quedo paralizado en medio del aire y cayo con un fuerte ruido en la sorprendentemente dañada alfombra. Harry lo tomó y lo lanzó al contenedor.-Fred ¿Qué haces? - interrogó la señora Weasley, llamándole la atención - ¡Rocíalo de inmediato y tíralo en el contenedor!Harry miró a su alrededor. Fred estaba sujetando un Doxy que se agitaba entre sus dedos.-De acuerdo - contestó Fred, rociando al Doxy rápidamente en el rostro hasta que se paralizó, pero en el minuto que la señora Weasley se dio la vuelta, lo guardo en su bolsillo guiñando un ojo.-Queremos experimentar con veneno de Doxy para nuestro Skiving Snackboxes - le explicó George a Harry con un susurro, mientras rociaba con destreza a dos Doxys que volaban directamente hacia su narizHarry se acercó a George y murmuró por una esquina de su boca:-¿Qué son Skiving Snackboxes?-Surtido de dulces para ponerte enfermo - musitó George, vigilando la espalda de la Señora Weasley. - Tranquilo, no te enferman realmente, sólo lo suficiente para terminar una clase cuando tu lo desees. Fred y yo los hemos estado desarrollando este verano. Tienen dos extremos, codificados por color, para masticarlos. Si te comes la mitad anaranjada de las Pastillas de Vómitos, vomitas. En ese momento sales de la clase para ir al hospital, luego tomas la mitad púrpura que te repone, permitiéndote que sigas con la actividad de ocio que tu elijas durante una hora que de otra manera habrías dedicado a un aburrimiento improductivo. -Esto es lo que estamos colocando en los anuncios. Sin embargo, - susurró Fred que se había puesto fuera de la línea de visión de la Señora Weasley y estaba barriendo unos Doxys perdidos en el suelo y guardándolos en su bolsillo - todavía necesitan un poco de trabajo. Por el momento nuestros probadores están teniendo un ligero problema en parar de vomitar el tiempo suficiente para tomarse el extremo púrpura.-¿Probadores?-Nosotros - aclaró Fred - Lo tomamos por turnos. George probó el Desmayo Imaginario y ambos lo hicimos con el Turrón Sangra Narices-Mamá pensó que nos habíamos estado batiendo en duelo - comentó George.-Entonces, ¿la idea de la tienda de bromas continúa? - murmuró Harry, simulando ajustar la boquilla de su atomizador. -Bueno, aún no hemos tenido la oportunidad de conseguir local - dijo Fred, bajando aún más la voz, mientras la Señora Weasley se limpiaba el sudor de la frente con su bufanda antes de regresar al ataque - así que por el momento hemos puesto en marcha un servicio de pedidos por correo. Pusimos un anuncio en el Diario El Profeta la semana pasada. -Y todo gracias a ti, compañero - agregó George - Pero no te preocupes... Mamá no tiene ninguna pista. Ella no volverá a leer El Profeta a causa de las graves mentiras que han dicho sobre ti y Dumbledore.Harry sonrió. Había obligado a los gemelos Weasley a aceptar los mil Galeones que él había ganado en el Torneo de Los Tres Magos para ayudarles a cumplir su ambición de abrir una tienda de bromas, pero se alegraba aún más de que su participación en estos planes fuera desconocida por la Señora Weasley. Ella no creía que montar una tienda de bromas fuese una carrera conveniente para dos de sus hijos. La eliminación de los Doxys de las cortinas les ocupó la mayor parte de la mañana. Pasaba del mediodía cuando la Señora Weasley finalmente se quitó su pañuelo protector, se dejó caer en un combado sillón y saltó de nuevo con un grito de disgusto, luego de sentarse encima la bolsa de ratas muertas. Las cortinas ya no zumbaban; colgaban húmedas y flojas después del intensivo rociado. Al pie de ellos, los inconscientes Doxys descansaban en el cubo junto a un cuenco lleno de sus huevos negros, que Crookshanks olfateaba en ese momento y al que Fred y George estaban lanzando miradas codiciosas.-Creo que nos dedicaremos a aquellos después del almuerzo - decidió la Señora Weasley apuntando a los polvorientos armarios de vidrio que estaban de pie a los lados de la repisa. Estos estaban llenos con un surtido de curiosos objetos: una selección de dagas mohosas, garras, una piel de serpiente enrollada, varias cajas deslucidas de color plateado con inscripciones en idiomas que Harry no podía entender y una botella de cristal adornado con un ópalo grande puesto en el tapón, llena de lo que, Harry estaba convencido, era sangre. El timbre sonó de nuevo. Todos miraron a la Señora Weasley. -Quedaros aquí. - ordenó firmemente, asiendo la bolsa de ratas mientras los chillidos de la Señora Black llegaban nuevamente desde el piso inferior - Subiré algunos bocadillos. Y diciendo esto abandonó el cuarto, cerrando la puerta cuidadosamente detrás de ella. Enseguida, todos se pegaron a la ventana para mirar hacia abajo, hacia el umbral de la puerta. Ellos lograron ver la parte superior de una despeinada y roja cabeza y una pila de calderos precariamente equilibrados.-¡Mundungus! - dijo Hermione. - ¿Para qué trae todos esos calderos?-Probablemente está buscando un lugar seguro para guardarlos - sugirió Harry. - ¿No es lo que estaba haciendo la noche que se suponía que me tenía que estar vigilando? ¿Recogiendo Calderos robados? -Sí, tienes razón - opinó Fred, mientras la puerta delantera se abría; Con esfuerzo, Mundungus introdujo sus calderos a través de ella y desapareció de la vista. - ¡Caray, a mamá no le gustará eso...Él y George cruzaron hasta la puerta y permanecieron de pie al lado, escuchando atentamente. Los gritos de la Señora Black había parado. -Mundungus está hablando con Sirius y Kingsley - murmuró Fred, frunciendo el entrecejo con concentración.-No se puede oír bien... ¿creéis que podríamos arriesgarnos con las orejas extensibles?Tal vez merezca la pena - sugirió George - Yo podría subir furtivamente y conseguir un par. Pero en ese preciso momento hubo una explosión de sonido desde el piso inferior que hizo a las Orejas Extensibles innecesarias. Todos podían oír exactamente lo que la Señora Weasley estaba gritando¡NOSOTROS NO DIRIGIMOS UN ESCONDITE PARA MERCANCÍAS ROBADAS¡- Me encanta escuchar a mama haciendo callar a alguien más - comentó Fred, con una sonrisa de satisfacción en la cara, al tiempo que abría la puerta una pulgada, para permitir que la voz de la señora Weasley penetrara bien en el cuarto - esto es un buen cambio.- COMPLETAMENTE IRRESPONSABLE. COMO SI NOSOTROS NO TUVIÉRAMOS SUFICIENTES PROBLEMAS PARA PREOCUPARNOS SIN QUE TU ESTÉS ARRASTRANDO LOS CALDEROS ROBADOS DENTRO DE LA CASA.Los idiotas la están dejando ahondar en su zancada. - dijo George, mientras sacudía la cabeza. - Tienes que conseguir que se calme pronto o de otra manera ella tomará impulso y seguirá así por horas. Ella ha estado pereciendo por enfrentarse a Mundungus desde que supo que se había escabullido cuando se suponía que te estaba cuidando a ti, Harry...Y ahí va la madre de Sirius de nuevo. La voz de la señora Weasley se perdía en medio de los insolentes chillidos del retrato del vestíbulo. George trató de cerrar la puerta para ahogar el ruido, pero antes que pudiera lograr su objetivo, un elfo doméstico entró en la habitación. Excepto por el trapo asqueroso que llevaba atado alrededor de la cintura, estaba completamente desnudo. Parecía muy viejo. Su piel semejaba ser varias veces mas grande que él y aunque era calvo como todos los elfos domésticos de casa, tenía una cantidad de pelo blanco que crecía en sus largas orejas de murciélago. Sus ojos eran de un gris sanguinolento y acuoso y su nariz era larga y con forma de hocico.El elfo no notó la presencia de Harry ni del resto. Actuaba como si no pudiera verlos; arrastraba los pies encorvado, despacio y obstinadamente, dirigiéndose hacia el extremo lejano del cuarto, mientras murmuraba continuamente en una voz ronca y profunda similar a la de una rana mugidora.-... huele como un desagüe y además es un delincuente , pero ella no es mejor, sucia vieja traidora, con sus mocosos que desordenan la casa de mi señora. Oh, mi pobre señora, si ella supiera, si ella supiera la escoria que han dejado entrar en su casa, lo que le diría al viejo Kreacher, oh, que vergüenza, sangres sucias y hombres lobos, y traidores y ladrones, Kreacher, viejo, pobre, ¿qué puede hacer él...?-Hola, Kreacher - saludó Fred en voz alta, cerrando la puerta de un portazo.El elfo-domestico se quedó quieto, dejó de murmurar, y fingió una muy marcada y poco convincente sorpresa.Kreacher no vio al amo joven - murmuró, dándose la vuelta e inclinándose ante Fred. Todavía con la cara hacía la alfombra, añadió, en tono absolutamente audible - pequeño mocoso de una sucia traidora.-¿Disculpa? - dijo George - No capté el último pedazo.-Kreacher no dijo nada, susurró el elfo, con una segunda inclinación a George, agregando claramente en voz baja - y ahí está su gemelo, son pequeñas bestias antinaturales.Harry no sabía si reír o no. El elfo se enderezó, mirándolos malévolamente, y aparentemente convencido de que ellos no lo podían escuchar, continuo murmurando... -.....y aquí esta la sangre sucia, parada tan fresca, oh, si mi señora supiera, oh, como lloraría, y aquí hay un chico nuevo, Kreacher no sabe su nombre. ¿Que esta haciendo aquí? Kreacher no lo sabe..."-Este es Harry, Kreacher. - informó Hermione, indecisa. -Harry Potter.Los pálidos ojos de Kreacher se ensancharon y murmuro mas rápidamente y mas furiosamente que nunca.-La Sangre Sucia le está hablando a Kreacher como si fuera su amiga, si la ama de Kreacher lo viera con esta compañía, OH, ¿que diría ella?-¡No la llames Sangre Sucia! - dijeron Ron y Ginny a un tiempo, muy enojados.-No importa - susurró Hermione - no está bien de la cabeza, no sabe lo que dice, él está.... -No te engañes a ti misma Hermione, él sabe exactamente lo que está diciendo - aseguró Fred, mirando a Kreacher con gran aversión.El elfo seguía murmurando, sus ojos fijos en Harry. -¿Es verdad? ¿Es Harry Potter? Kreacher puede ver la cicatriz, debe ser verdad, es el muchacho que detuvo al Señor Oscuro, Kreacher se pregunta cómo lo hizo - -Lo mismo hacemos todos, Kreacher - dijo Fred.-De todos modos, ¿Qué es lo que quieres? - preguntó George.Los grandes ojos del elfo se volvieron hacia George.Kreacher está limpiando - contestó, evasivo.-¡Sí, como no! - dijo una voz detrás de Harry.Sirius había regresado; había estado mirando al elfo desde la puerta, con el ceño fruncido. Mientras tanto, el ruido en el vestíbulo había descendido; quizás la Señora Weasley y Mundungus habían trasladado su discusión a la cocina.A la vista de Sirius, Kreacher se inclinó en un arco ridículamente bajo que aplastó su nariz en forma de morro contra el piso.-¡Levántate inmediatamente! - ordenó Sirius, impaciente - Ahora, ¿qué se supone que estás haciendo?-Kreacher está limpiando - repitió el elfo - Kreacher vive para servir a la Noble Casa de Black.-Que es más negra cada día. Esto está muy sucio - reclamó Sirius.-Al amo siempre le gustó ese pequeño chiste - dijo Kreacher, inclinándose respetuosamente otra vez, continuando por lo bajo - el amo es un cerdo sucio e ingrato que rompió el corazón de su madre.-Mi madre no tuvo corazón, Kreacher - tronó Sirius - Ella se mantuvo viva de puro rencor.Kreacher nuevamente se inclinó con respeto y habló:-Diga lo que diga el amo - masculló el elfo furiosamente - No es digno ni de limpiar las botas de su madre, oh, mi pobre señora, qué diría si viera a Kreacher sirviéndolo a él, con lo que lo odiaba, con lo decepcionada que la tenía.......-Te pregunté lo que estabas haciendo - repitió Sirius, fríamente - Cada vez que pretendes estar limpiando, escamoteas algo para tu cuarto, y no podemos permitirlo.-Kreacher nunca movería nada de su lugar correcto dentro de la casa de su amo - replicó el elfo, luego masculló repentinamente - Mi Señora nunca perdonaría a Kreacher si el tapiz fuera tirado a la basura, después de siete siglos en la familia, Kreacher debe salvarlo; no dejará que el amo, y los traidores de sangre y los mocosos lo destruyan.-Imaginé que podría ser eso - comentó Sirius, lanzando una desdeñosa mirada a la pared de enfrente - Seguro puso otro Hechizo de Adhesivo Permanente en la parte de atrás, no lo dudaría, pero si puedo deshacerme de eso, ten por seguro que lo haré. ¡Ahora largo, Kreacher!Parecía que Kreacher no se iba a atrever a desobedecer una orden directa; sin embargo, la mirada que lanzó a Sirius mientras se arrastraba estaba llena del odio más profundo, y murmuró mientras salía de la habitación:-Regresa de Azkaban para darle órdenes a Kreacher, oh, mi pobre Señora, qué diría si viera ahora su casa, escoria viviendo en ella, sus tesoros arrojados fuera, ella que juró que ya no tenía un hijo y él regresó, y además dicen que es un asesino.-¡Sigue murmurando y seré un asesino! - amenazó Sirius irritado cuando él cerró de golpe la puerta en las narices del elfo.Sirius, no está bien de la cabeza - suplicó Hermione - no creo que se de cuenta de que podemos oírle. Ha estado solo demasiado tiempo replicó Sirius - recibiendo ordenes locas del retrato de mi madre y hablando solo, pero siempre fue un poco sucio.-Si pudieras simplemente ponerlo en libertad - dijo Hermione esperanzada, quizás....-No podemos ponerlo en libertad, sabe demasiado sobre la Orden - negó Sirius, lacónicamente. - Y por otra parte, el susto lo mataría. Sugiérele que deje esta casa, verás como se lo toma.Sirius cruzó la habitación hasta el tapiz que Kreacher había estado intentando proteger, colgado a lo largo de la pared. Harry y los otros le siguieron.El tapiz parecía inmensamente viejo; estaba debilitado y parecía como si los Doxys lo hubieran roído en varios lugares. No obstante, el hilo dorado con el que había sido bordado todavía brillaba bastante como para mostrarles un árbol familiar fechado hacia atrás (tan lejos como Harry podía decir) hasta la edad media. En grandes palabras en lo alto del tapete se leía:La Muy Noble y Antigua Casa Black.Arbol genealógico-¡No apareces! - comentó Harry, después de examinar la parte inferior del árbol más de cerca.-Yo estaba allí - dijo Sirius, apuntando a un agujero pequeño, redondo, carbonizado en el tapiz, más bien como una quemadura de cigarro - Mi anciana y dulce madre me destruyó después de que huí de casa - Kreacher, realmente aficionado al chime, contuvo su respiración. -¿Huíste de casa?-Cuando rondaba dieciséis afirmó Sirius - Ya estaba cansado.-¿A donde fuiste? - preguntó Harry, mirándole fijamente-A la casa de tu padre -respondió Sirius - Tus abuelos eran muy buenos para eso; ellos me adoptaron como a un segundo hijo. Sí, yo acampé fuera de la casa de tu padre durante las vacaciones escolares, y cuando cumplí diecisiete conseguí mi propio lugar. Mi Tío Alphard me había dejado una decente cantidad de oro. Él fue borrado de aquí también, probablemente por lo mismo. Como sea, después de eso empecé a cuidar de mi mismo. Aunque yo siempre era bienvenido en la casa de los señores Potter para el almuerzo del domingo.-¿Pero... por qué lo hiciste...?-¿Irme? - Sirius sonrió amargamente y movió sus dedos a través de su largo y desaliñado pelo - Porque yo odiaba todo de ellos: mis padres, con su manía de la sangre pura, convencidos de que ser un Black te hacía prácticamente Real... el idiota de mi hermano, suficientemente blando para creerles... éste es él. Sirius señaló con un dedo la última rama del árbol genealógico, el nombre de ' Regulus Black'. Una fecha de muerte ( unos quince años atrás) seguía a la fecha de nacimiento.-Era más joven que yo - recordó Sirius - y mucho mejor hijo, como me recordaban constantemente.-Pero él murió - murmuró Harry.-Sí - afirmó Sirius - El muy idiota ... se unió a los Mortifagos.-¡Estás bromeando!-Vamos, Harry, ¿no has visto lo suficiente de esta casa para decir qué tipo de magos eran mi familia? - preguntó Sirius, irritado.¿Eran.... eran tus padres Mortifagos también?-No, no, pero créeme, ellos pensaban que Voldemort estaba en lo correcto; estaban a favor de la purificación de la raza de los magos, librarse de los nacidos de Muggle y dejar a los de sangre pura a cargo. Y no estaban solos, había varias personas, antes de que Voldemort mostrara sus verdaderas intenciones, que pensaban que él tenía la idea correcta sobre esas cosas... aunque ellos se quedaron helados cuando vieron lo que él estaba preparando hacer para conseguir poder. Pero apuesto a que mis padres pensaron que Regulus era un correcto pequeño héroe por unirse al principio.-¡Le mató un Auror? Preguntó Harry tanteando.-Oh, no - contestó Sirius - No, él fue asesinado por Voldemort. O por órdenes de Voldemort, más probablemente; Dudo que Regulus fuera suficientemente importante para ser asesinado personalmente por Voldemort. Por lo que averigüé después de que muriera, él se metió hasta el fondo, pero luego tuvo pánico por lo que le estaban pidiendo que hiciese y trató de echarse para atrás. Bien, uno no presenta simplemente su dimisión a Voldemort. Es una vida de servicio o muerte.-El almuerzo - llamó la voz de la Señora Weasleys.Ella estaba sosteniendo su varitaa en alto delante de ella, equilibrando una bandeja grande cargada con bocadillos y pastel. Tenía la cara muy roja y todavía parecía enfadada. Los otros se abalanzaron sobre ella, ávidos por algo comida, pero Harry permanecía con Sirius que se había inclinado más cerca al tapiz.-No he mirado esto durante años. Aquí está Phineas Nigellus... mi tatarabuelo, ¿ves? ... el Director menos popular que el Colegio Hogwarts ha tenido nunca... y Araminta Mehflua... la prima de mi madre... intentó forzar un proyecto de ley Ministerial para hacer legal la caza de Muggles... y la querida Tía Elladora... ella empezó la tradición de decapitar a los elfos domésticos cuando ellos eran demasiado viejos para llevar bandejas de té... por supuesto, cada vez que la familia producía alguien medio decente, era repudiado. Veo que Tonks no está en aquí. Quizás es por eso que Kreacher no acepta órdenes de ella. Se supone que debe hacer lo que le ordena cualquier miembro de la familia.¿Estáis emparentados Tonks y tú? - preguntó Harry, sorprendido.-Oh, sí, su madre Andromeda era mi prima favorita, - explicó Sirius, examinando el tapiz estrechamente - No, Andromeda no está aquí tampoco, mira.Apuntó a otra pequeña quemadura ubicada entre dos nombres, Bellatrix y NarcissaLas hermanas de Andromeda todavía están aquí porque ellas hicieron matrimonios con respetables sangre limpia, pero Andromeda se casó un nacido de Muggle, Ted Tonks, así que......Sirius tocó el trozo de tapiz destruido con su varita y se rió agriamente. Harry, sin embargo, no se rió; estaba demasiado ocupado mirando fijamente los nombres a la derecho de la marca de la quemadura de Andromeda. Una línea doble del bordado de oro unía a Narcissa Black con Lucius Malfoy y una línea simple de oro vertical iba desde sus nombres al nombre Draco.-¡Estás relacionado con los Malfoys!-Las familias de los sangre limpia están todos interrelacionados - aclaró Sirius - Si sólo vas a permitir a tus hijos e hijas que se casen con sangre limpia tus opciones son muy limitadas; quedan apenas unos pocos de nosotros. Molly y yo somos primos a través de matrimonio y Arthur algo así como un lejano primo segundo. Pero no los busques aquí.... si alguna vez una familia ha tenido un motón de traidores a la sangre esos son los Weasleys.Pero Harry estaba ahora mirando el nombre a la izquierda de la quemadura de Andromeda: Bellatrix Black, que estaba conectada por una línea doble a Rodolphus Lestrange.-Lestrange... dijo Harry en voz alta. El nombre había revuelto algo en su memoria; él lo conoció en alguna parte, pero en el momento no podía pensar donde; esto le dio una rara, hormigueante sensación en la boca de su estomago.-Ellos están en Azkaban - explicó Sirius brevemente.Harry lo miraba con curiosidad.Bellatrix y su marido Rodolphus entraron con Barty Crouch Júnior - dijo Sirius, en la misma voz brusca - El hermano de Rodolphuss, Rabastan, estaba también con ellos.Entonces Harry recordó. Él había visto Bellatrix Lestrange dentro del Pensadero de Dumbledore, el dispositivo extraño en el que podrían guardarse pensamientos y recuerdos; una mujer alta y oscura con mirada dura que había permanecido de pie en su juicio y proclamado la continuidad de su fidelidad a Lord Voldemort, con el orgullo que ella había intentado conservar después de su caída y la convicción que sería premiada un día por su lealtad.-Nunca dijiste que ella era tu......-¿Importa si ella es mi prima? - contestó groseramente Sirius - Hasta donde me interesa, ellos no son mi familia. Ella no es realmente mi familia. Yo no la he visto desde que tenía tu edad, a no ser que contemos la vez que la vislumbre cuando llegó a Azkaban. ¿Crees que estoy orgulloso de estar emparentado con ella?-Lo siento - se disculpó Harry rápidamente - yo no quería decir.... simplemente me sorprendió, eso es todo.-No te disculpes - masculló Sirius. Llevó las manos del tapiz a sus bolsillos - No me gusta tener que volver aquí - dijo, mirando fijamente a través del cuarto de dibujo - Nunca pensé estaría de nuevo en esta casa.Harry le entendió completamente. Supo cómo se sentía, cuando él pensó que viviría en un lugar libre, para tener que regresar y vivir en el número 4 de Privet Drive.-Es ideal para Cuartel General, por supuesto - convino Sirius - Mi padre puso cada una de las medidas de seguridad conocidas por los magos cuando vivía aquí. No ocupa sitio así que los Muggles nunca podría venir y llamar, incluso si quisieran hacerlo.... y ahora Dumbledore ha agregado su protección, tendrías complicado encontrar una casa más segura en cualquier parte. Dumbledore es el Guardián Secreto de la Orden, como sabes. Nadie puede encontrar el Cuartel General a menos de que él les diga personalmente donde está; esa nota que Moody te mostró anoche era de Dumbledore... - Sirius soltó una pequeña risa que sonó como un ladrido - Si mis padres pudieran ver el uso que se le está dando ahora a su casa... bueno, el retrato de mi madre debe haberte dado alguna idea - Frunció el ceño un momento, luego suspiró.-No me importaría si yo simplemente pudiera salir de vez en cuando y hacer algo útil. Le pedí a Dumbledore que me permitiera acompañarte a tu audiencia, como Hocicos, obviamente, así podría darte un poco de apoyo moral, ¿qué te parece?Harry sentía como si su estómago se hubiera hundido a través de la alfombra polvorienta. No había pensado sobre la audiencia desde la cena de la noche anterior; con la excitación de volver con la gente que mas quería, y oyendo todo lo que estaba sucediendo, lo había olvidado completamente. Sin embargo, tras las palabras de Sirius, la aplastante sensación de terror volvió a él. Miró fijamente Hermione y a los Weasleys, todos zampando sus bocadillos, y pensó cómo se sentiría si regresaran a Hogwarts sin él.-No te preocupes - lo tranquilizó Sirius. Harry miro hacia arriba y comprendió que Sirius había estado observándolo - Estoy seguro de que lo aclararán, efectivamente hay algo en el Estatuto de Secretismo Internacional que permite utilizar la magia para salvar tu propia vida.-Pero si ellos me expulsan. - dijo Harry pausadamente - ¿puedo regresar y vivir aquí contigo?Sirius sonrió tristemente.-Veremos.-Yo me sentiría mucho mejor respecto a la audiencia si supiera que ya no tendré que volver con los Dursleys, le presionó Harry.-Deben ser realmente malos si tú prefieres este lugar - comentó Sirius con melancolía.-Daros prisa, vosotros dos, o no os quedará comida - les llamó la Señora Weasley.Sirius lanzó otro gran suspiro, luego una oscura mirada al tapiz, y él y Harry se unieron a los demás.Harry intentó no pensar en la audiencia mientras vaciaban las vitrinas esa tarde. Afortunadamente para él, era un trabajo que requirió mucha concentración, muchos de los objetos parecían tener aversión a abandonar sus polvorientos estantes. Sirius sufrió una mala mordedura de una tabaquera de plata; unos segundos después la mano mordida había desarrollado una desagradable costra como un duro guante castaño.-No hay problema - dijo, examinando con interés su mano antes de golpearla con la varita y restaurarla a su estado normal - debe haber polvos Wartcap por ahí.Tiró la caja en el saco donde ellos estaban depositando los escombros de las vitrinas; Harry vio a que George envolvía cuidadosamente un montón de Doxy en una tela y que luego se los guardaba en su bolsillo.Encontraron un instrumento plateado de aspecto desagradable, similar a muchos pares de patas y pinzas como una araña; cuando él lo recogió intentó picarle. Sirius lo atrapó y lo aplastó con un pesado libro titulado la Naturaleza Noble: Una Genealogía de Magos. También había una caja musical que emitió un sonido poco audible, tintineando una melodía hiriente; todos empezaron curiosamente a sentirse débiles y somnolientos, hasta que Ginny tuvo la idea de cerrar la tapa de golpe; un medallón pesado que ninguno de ellos pudo abrir; varios sellos antiguos; y, en una caja polvorienta, un Orden de Merlín, Primera Clase, había sido otorgada al abuelo de Sirius por los servicios al Ministerio.-Significa que les dio un montón de oro - ironizó Sirius desdeñosamente, tirando la medalla en el saco de la basura.Varias veces Kreacher anduvo de lado a lado del cuarto intentando llevarse cosas de contrabando bajo su ropa, murmurando maldiciones horribles cada vez que le cogían. Cuando Sirius arrebató de sus garras un gran anillo de oro con el escudo de los Black, Kreacher estalló en lagrimas y sollozos y comenzó a llamar Sirius por nombres que Harry nunca había oído con anterioridad.-Era de mi padre - dijo Sirius, tirando el anillo en el saco. Kreacher no era tan devoto de él como de mi madre, pero aún así lo atrapé besando un par de los pantalones viejos de mi padre la semana pasada.La Señora Weasley los tuvo a todos ocupados durante los siguientes días. Necesitaron tres días para desinfectar el cuarto de dibujo. Finalmente, lo único indeseable que quedaba era el tapiz con el árbol familiar de los Black que resistió todos sus esfuerzos por quitarlo de la pared, y el escritorio que se sacudía. Moody no se había dejado caer todavía por el Cuartel General, así que ellos no estaban seguros de lo que había dentro.Se movieron del cuarto de dibujo a un comedor en la planta baja donde encontraron arañas tan grandes como platos que acechan en la cómoda (Ron dejó el cuarto apresuradamente para hacer una taza de té y no volvió hasta una hora y un media después). La porcelana con el escudo de los Black, fue arrojada por Sirius en el saco sin ninguna consideración y en el mismo lugar se encontraron un juego de fotografías viejas en marcos de plata. Todos su ocupantes chillaron estridentemente cuando rompieron los cristales que los cubrían.Snape podría referirse a su trabajo como limpieza, pero en opinión de Harry ellos estaban emprendiendo realmente una guerra en la casa que se estaba trocando a una muy buena pelea, ayudada e incitada por Kreacher. El elfo domestico seguía apareciendo dondequiera que se juntasen, sus murmullos eran cada vez mas y mas ofensivos cuando intentaba recuperar algo de los sacos de la basura. Sirius fue hasta él para amenazarlo con mostrarle ropa, pero Kreacher fijó en él una mirada acuosa.-Estoy aquí para obedecer mi Amo - dijo antes apartarse y murmurar muy ruidosamente, -pero el Amo no rechazará a Kreacher, no, porque Kreacher sabe lo del que ellos. Oh sí, él está conspirando contra el Señor Oscuro, sí, con estos sangre sucia y traidores y escoria...Ante esto, Sirius, ignorando las protestas de Hermione, asió a Kreacher por la parte de atrás de su ropa y lo tiró a través del cuarto.El timbre de la puerta sonaba varias veces al día, esa era la señal para que la madre de Sirius comenzara a gritar, y para que Harry y los demás intentaran escuchar a los visitantes detrás de la puerta, aunque se estiraban todo lo posible para enterarse de las conversaciones antes de que la señora Weasley les recordara sus tareas.Snape revoloteo dentro y fuera de la casa varias veces mas, pero para el alivio de Harry ellos nunca se vieron cara a cara; Harry a veces sorprendió a su profesora de Transfiguración la profesora McGonagall, luciendo un aspecto muy extraño enfundada en sus ropas y abrigo Muggle, y también parecía no tener tiempo que perder.A veces, sin embargo, los visitantes se quedaban para ayudar. Tonks se les unió una tarde memorable en la que ellos encontraron un viejos demonio asesinos que acechaba en un retrete escaleras arriba, y Lupin, que permanecía en la casa con Sirius pero que la abandonaba por largos periodos para hacer misteriosos trabajos para la Orden, les ayudó a reparar un reloj de caja que había desarrollado el desagradable hábito de lanzar las pesadas saetas a quien pasaba por delante de el.Mundungus se rehabilitó ligeramente a los ojos de la Señora Weasley, rescatando a Ron de unas antiguas túnicas purpúreas que habían intentado estrangularlo cuando él las quitó de su armario.A pesar de que aún dormía mal, todavía tenía sueños sobre pasillos y puertas cerradas con llave que hacían que su cicatriz le pinchase, Harry estaba consiguiendo divertirse por primera vez en todo el verano. Todo el tiempo que estaba ocupado el era feliz; cuando la acción disminuía, sin embargo, siempre que el bajaba su guardia, o caía agotado en la cama mirando borrosas sombras moviéndose a través del techo, el pensamiento de la importantísima audiencia Ministerial volvía a él. El miedo le pinchaba en su interior como una aguja cuando se preguntaba que le pasaría si era expulsado. El pensamiento era tan terrible que no se atrevió a decírselo ni a Ron ni a Hermione, a quienes veía a veces susurrando juntos y lanzándole miradas ansiosas, pero siguió con su idea de no mencionarlo. A veces, no podía impedir que su imaginación le mostrase a un oficial del Ministerio, cuya cara no podía ver, rompiendo su varita en dos y ordenándole volver con los Dursley... pero él no iría. Ya lo tenía decidido. Regresaría aquí a Grimmauld Place y viviría con Sirius.Sintió como si hubieran dejado caer un ladrillo en su estómago cuando la señora Weasley se volvió a él durante la cena el miércoles por la tarde y. calmadamente, dijo:-He planchado tu mejor ropa para mañana por la mañana, Harry, también quiero que te laves el pelo esta noche. Una primera impresión buena puede hacer maravillas.Ron, Hermione, Fred, George y Ginny, todos dejaron de hablar y lo examinaron. Harry agachó la cabeza e intentó seguir comiendo su chuleta, pero su boca se había vuelto tan seca que no podía masticar.-¿Cómo iré allí? - le preguntó a la Señora Weasley, intentando parecer indiferente.-Arthur te llevará al trabajo con él - contestó la Señora Weasley suavemente. El Señor Weasley le sonrió alentadoramente por encima de la mesa.-Puedes esperar en mi oficina hasta que sea la hora de la audiencia - le dijo.Harry examinaba Sirius, pero antes que pudiera hacerle la pregunta, la Señora Weasley había contestado. -El Profesor Dumbledore piensa que no es una idea buena que Sirius vaya contigo, y debo decir...- Creo que tiene razón - aceptó Sirius, mascullando entre dientes.La Señora Weasley frunció los labios.-¿Cuándo te dijo eso Dumbledore? - preguntó Harry, mirando fijamente a Sirius.-Vino anoche, cuando estabas en la cama - respondió el Señor Weasley.Sirius atacó malhumorado una patata con su tenedor. Harry bajó sus propios ojos a su plato. Pensar que Dumbledore había estado en la casa la víspera de su audiencia y no había pedido verlo hizo que se sintiera, si eso era posible, aún peor.

No hay comentarios.: